tag:blogger.com,1999:blog-22058789818402459932024-03-18T23:43:56.858-03:00Cruzando El DiscoEl primer blog de hípica norteamericana escrito en castellano.Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-67810176472881124492018-06-22T00:46:00.000-03:002018-06-22T22:36:30.920-03:00Justify: Más grande que el tiempo - Parte 2: Corriendo contra la historia<div style="text-align: justify;">
<i>Luego de la publicación de "El origen de la gloria", el primer capítulo de "</i><i>Justify; Más grande que el tiempo", </i><i>mi biografía sobre el reciente triple coronado Justify, hoy les presento la segunda parte de la misma: "Corriendo contra la historia". </i><br />
<i><br /></i>
<i>En la primera entrega, recorrimos los primeros 2 años de vida del potrillo, desde su nacimiento en Glennwood Farm y su venta a poco de cumplir los 2 años en las subastas de Keeneland, hasta su arribo a los establos de Bob Baffert en California, donde, tras unas semanas con la división secundaria del entrenador en Los Alamitos, el potrillo había sido enviado al hipódromo de Santa Anita, deslumbrando al legendario compositor con sus primeros vareos.</i><br />
<i><br /></i>
<i>En este segundo capítulo, cubriremos las primeras tres carreras del alazán, que, tras develar su enorme potencial al mundo en sus primeras salidas a pista, comenzaría su carrera contrarreloj por intentar clasificar al Kentucky Derby, y sobre todo, por intentar convertirse en el primer ganador de la carrera en no haber competido a los 2 años, desde que un potrillo llamado Apollo lo lograra 136 temporadas antes.</i><br />
<i><br /></i>
<i>¡Espero que lo disfruten!</i><br />
<br />
<div style="text-align: center;">
***</div>
<br />
<b>Parte II: Corriendo contra la historia</b><br />
<br />
Menos de un mes después de arribar a los establos de Baffert en Santa Anita, y una semana después de su increíble vareo en esa pista a principios de febrero, el compositor anotaría a Justify en una carrera para potrillos de 2 años perdedores, a correrse el domingo 18 de febrero sobre 1200 metros.<br />
<br />
Para ese entonces, las capacidades corredoras del alazán ya empezaban a ser un secreto a voces entre los expertos californianos, y si bien su anotación no recibiría mucha atención en las redes, varios entendidos esperaban la primer carrera del hijo de Scat Daddy con intriga. De hecho, cuando abrieron las apuestas, alrededor de 30 minutos antes de la competencia, los dividendos de Justify enseguida se iban a posicionar cerca de los $1,50 por cada dólar apostado, cotización que se mantendría hasta la largada.<br />
<br />
Sólo una cosa restaba por definirse: el equipamiento del potrillo. Pues llegado el momento de enviar a Justify a la pista, cuando Baffert se juntó con el joven jinete Drayden Van Dyke, quién correría al alazán esa tarde, en la redonda de montar, el entrenador llevaba en sus manos una careta, y estaba indeciso sobre si utilizarla o no.<br />
<br />
Mientras meditaba, veía pasear a su pupilo, que, con su pelaje rojo brillando como el fuego bajo el sol de febrero, arrastraba a su peón Eduardo "Lalo" Luna, saltando, resoplando, y arrugando su pescuezo en forma arrogante ante sus cuatro rivales de esa tarde. "Voy a aniquilarlos" parecía querer decirles: "Y lo saben".<br />
<br />
Baffert sabía que un poco de foco no le vendría mal al inexperiente potrillo en su primer carrera, pero viéndolo así de ansioso en la redonda, también temía que demasiado aislamiento terminara por serle perjudicial: si Justify era mucho más veloz que sus rivales -cosa que el entrenador intuía-, podía llegar correr demasiado rápido para su propio bien, gastando sus energías al inicio de la carrera y quedándose sin restos para el final.<br />
<br />
Dado que Van Dyke conocía al alazán tras haberlo montado varias veces en sus vareos matutinos, el entrenador decidiría compartir sus inquietudes con el joven.<br />
<br />
"Drayden, ¿qué hago con la careta? Me gustaría ganar, pero eso no es lo más importante hoy. Quiero que el caballo aprenda algo durante la carrera" le preguntaría el entrenador en el cantero principal de la redonda, mientras Luna se esforzaba por mantener sereno a Justify.<br />
<br />
Van Dyke, que pocas veces tenía la suerte de montar potrillos de ese calibre en las tardes, debido a su corta experiencia, respondería con sinceridad: "El caballo larga lento, jefe, así que yo le pondría la careta".<br />
<br />
Tal vez, de haber sabido todo lo que le iba en esa corta respuesta, el nacido en Louisville, Kentucky, se lo hubiera meditado un poco más.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFZvQMwpN3dB3353rIhLKrrQx1C32wTMkkp7tTtabrjE2hrBMQLGjx2e9LI7nUajoS0a_9HdsD8feWe7YjcmVMRDvRqz4UA7vKCtqT-TFiPoFXj-LfJpC4bCrAiJn_Vj4uhR_X1sUvoT4/s1600/Justify_2018_615x400_4_orig.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="615" height="416" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFZvQMwpN3dB3353rIhLKrrQx1C32wTMkkp7tTtabrjE2hrBMQLGjx2e9LI7nUajoS0a_9HdsD8feWe7YjcmVMRDvRqz4UA7vKCtqT-TFiPoFXj-LfJpC4bCrAiJn_Vj4uhR_X1sUvoT4/s640/Justify_2018_615x400_4_orig.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Justify saliendo a la pista el día de su debut, con la famosa careta en su cabeza. Aún le sobraba un poco de grasa, pero su tamaño ya llamaba la atención.</td></tr>
</tbody></table>
Ni bien se abrieron los partidores, pudo comprobarse que, al menos en lo que se refería a la largada, el joven estaba en lo cierto: Justify, que partía desde el tercer cajón, largaría en el último lugar de los 5 competidores, quedando un par de cuerpos por detrás del lote.<br />
<br />
Sin embargo, tras perder apenas unos pasos con respecto a sus competidores Van Dyke no demoraría mucho en armar al caballo, y una vez que el alazán hubo retomado su equilibrio, pondría primera, segunda, y tercera. En menos de 200 metros, le pasaría por delante a tres caballos por el centro de la pista, y quedaría peleando la delantera, por fuera de un veloz potrillo llamado Show Time Rocket, que también era entrenado por Baffert.<br />
<br />
El problema ahora, era que estaba yendo demasiado <i>rápido</i>.<br />
<br />
Con su rival presionándole desde adentro y la careta enfocando sus ojos en la infinita faja de arena que tenía por delante, el hijo de Scat Daddy pasaría los primeros 400 metros en 21.80, un tiempo suicida para una pista profunda como la de Santa Anita. Baffert, observando la carrera desde las gradas con su mujer Jill, no podría evitar maldecir a Van Dyke.<br />
<br />
"Mierda, lo echó a perder" murmuró el compositor.<br />
<br />
"Estamos perdidos" le respondería su esposa.<br />
<br />
Por unos pocos segundos más todo se mantendría de igual forma, con Show Time Rocket incluso llegando a tomar la delantera pegado a la baranda interior, y Justify siguiéndolo por fuera. Mientras tanto, el resto del lote, expectante, se ubicaría por detrás de los dos punteros, esperando que se desgataran entre ellos para recoger los pedazos, como generalmente sucede cuando dos potros se trenzan en parciales vertiginosos.<br />
<br />
Poco después de entrar en el codo, pasados los primeros 600 metros de carrera, sería Show Time Rocket quien tiraría la toalla primero. El ligero hijo de Into Mischief pagaría cara la osadía de querer competir contra el gigante rojo, y, mientras Justify continuaba pidiéndole rienda a Van Dyke, el zaino se iba a fundir como un Escarabajo que intenta picar contra una Dodge. En cuestión de segundos, desaparecería de la vista, y cuando entraran en la recta, le faltaría poco para estar trotando.<br />
<br />
Pero si bien el primer rival de Justify había sido quebrado, todavía quedaban tres más. Y el problema era que, mientras uno de ellos asomaba con fuerza por afuera, el cronometro marcaría que el hijo de Scat Daddy había cruzado los primeros 800 metros de la carrera en 44:37. No bastaba ser un experto para darse cuenta que aquello se estaba por poner difícil.<br />
<br />
Porque por más que fuera bueno, o incluso más que bueno, la lógica indicaba que el veloz alazán se tenía que parar de golpe, quemado por su propia velocidad. Cuando cruzó el poste de los 400 metros para el disco, había recorrido el primer kilómetro de la competencia en 57 segundos, casi que 3 segundos más rápido que el más veloz de sus entrenamientos, y todavía le quedaba casi un tercio de carrera por completar. Era <i>imposible</i> que pudiera mantener ese ritmo, y Baffert lo sabía.<br />
<br />
Parado en las gradas, el entrenador pensaba que no iba a ser la primera vez que uno de sus potrillos más prometedores perdiera en su debut por culpa de la inexperiencia. Ya le había pasado algo similar cuatro años antes con American Pharoah, quién había llegado cuarto en su debut, y también dos temporadas atrás con Arrogate. Maldición, si hasta Secretariat había perdido su primer carrera por culpa de un torpe e inexperiente jinete, ¿por qué no iba a hacerlo este alazán?<br />
<br />
Así, mientras Baffert maldecía a Van Dyke y comenzaba a replantearse si debía continuar con el plan que había trazado para llegar con el potrillo al Derby; mientras Van Dyke pensaba en como dejar la pista al terminar la carrera sin que el canoso lo agarrara del pescuezo; y mientras los apostadores tiraban sus boletos insultando a uno, al otro, y hasta a sus propios padres por haberlos llevado un día a las carreras, Justify, que solo pensaba en correr, sentiría a uno de sus rivales ponerse a un cuerpo de distancia. Y así, en un click, despegaría de nuevo, como impulsado por un cohete.<br />
<br />
"Wow" diría Baffert, al verlo acelerar de una forma que sólo los grandes caballos pueden hacerlo.<br />
<br />
Y "Wow" le respondería su mujer.<br />
<br />
En lo que demoró Van Dyke en agarrarse, el hijo de Scat Daddy le sacaría 3 cuerpos a su más cercano perseguidor, y después de entrar en la recta en solitario, se dedicaría a seguir estirando diferencias a voluntad. Cuando llegó al disco, en un tiempo casi que imposible para un debutante de 1:21.86 para los 1400 metros, serían 9 cuerpos y medio los que lo separaran del segundo potrillo. A Show Time Rocket, que se había animado a correrle a la par, le tiraron las llaves del hipódromo y le dijeron "cerrá todo cuando llegues".<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/qlxccgvP4EE/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/qlxccgvP4EE?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvG1IedSA7EzPbA8xQrA5MbmAkXT4KX2zc38GgcKn_04RpaaYmqECSrDl1ZCztG6624ifEzzTFlN_td-7Qr9gldsttwMYYLgbJUT2KPcK0ArYcplLTABxq9pWI1bi8gKTMCrDfCXuRopU/s1600/justify+debut.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="615" height="416" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvG1IedSA7EzPbA8xQrA5MbmAkXT4KX2zc38GgcKn_04RpaaYmqECSrDl1ZCztG6624ifEzzTFlN_td-7Qr9gldsttwMYYLgbJUT2KPcK0ArYcplLTABxq9pWI1bi8gKTMCrDfCXuRopU/s640/justify+debut.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Llegando al disco primero en su debut, en una carrera que parecía imposible de ganar 400 metros antes</td></tr>
</tbody></table>
Ni bien terminada la carrera, las redes empezarían a arder con comentarios y preguntas sobre aquel enorme alazán que Baffert acababa de sacar a la luz. Si bien aquella generación de potros parecía ser de las mejores en un tiempo, el Beyer Speed Figure de 104 que había obtenido Justify por su increíble debut era el más alto de todos los 3 añeros de ese año por 5 puntos. Es más, de todos los caballos norteamericanos en debutar en la última década, solo 3 habían obtenido un número mayor en su primer carrera.<br />
<br />
Faltaban sólo 77 días para el Kentucky Derby, y como Baffert no demoraría en admitir que ya estaba con "fiebre de rosas" al declarar que todavía estaban a tiempo de llegar a la carrera, la pregunta en boca de todos era: ¿a dónde enviaría el canoso a Justify para su próxima salida?<br />
<br />
Baffert, cuyo plan siempre consistió en volver a correr al potrillo apenas tres semanas después en una condicional sobre la misma pista, necesitaba mantener en secreto su idea, para no asustar potenciales rivales y que la carrera no se confirmara por falta de competidores. Entonces, tras sacarse la foto y responder a todas las preguntas de los periodistas con la frase "Tengo un plan, pero no lo puedo decir", lo primero que haría sería llamar a Elliott Walden, para que el presidente de WinStar -el establo que era dueño mayoritario del potrillo- levantara una cortina de humo y respondiera que el caballo iría a Nuevo México a correr el Sunland Derby, uno de los clásicos preparatorios al Kentucky Derby de menor calibre. Walden obedecería, y por suerte para él y sus socios, para Baffert, y básicamente para todo el mundo hípico, el secreto de la siguiente carrera de Justify se iba a mantener como tal.<br />
<br />
De esa forma, en la tarde del 11 de marzo, cuando quedaran poco menos de 2 meses para el Kentucky Derby, Justify saldría por apenas segunda vez en su vida a la pista, nuevamente en Santa Anita, pero esta vez sobre 1600 metros, una distancia más cercana a los 2 kilómetros que, si el destino quería, le aguardaban en el Derby.<br />
<br />
Para ese entonces, la opinión ya era casi que unánime en que, más que competir contra sus rivales de turno, el hijo de Scat Daddy se encontraba corriendo una carrera contra el tiempo, para intentar llegar en forma pico a la carrera más difícil del mundo con pocos meses de preparación; y también contra la historia, pues si quería ganar el Kentucky Derby, iba a tener que romper la célebre maldición de Apollo, que en 1882 había sido el único potrillo en obtener el trofeo sin haber competido a los 2 años de edad.<br />
<br />
La noche antes de la segunda competencia del alazán, a la que muchos aficionados esperaban como si fuera un clásico de grupo 1, Baffert iba a invitar a cenar al legendario jinete Mike Smith, por lejos el jockey activo más exitoso del país, para darle una breve introducción acerca del potrillo. Un tiempo antes, el entrenador ya había dialogado con el joven Van Dyke, para explicarle que, sin rencor por su error en la primer carrera del potro, lo iba a bajar de Justify para suplantarlo por el experimentado Smith, debido a la alta presión a la que todos los allegados del potrillo iban a verse sometidos.<br />
<br />
Durante la cena con Smith, Baffert iba a ser lo más franco posible.<br />
<br />
"Mike, nunca te has sentado en un potrillo de 3 años como este" le diría al jinete más ganador de la historia de la Breeders' Cup, cuyas manos se habían enredado en las crines de caballos como el inolvidable Holy Bull, la mítica yegua Zenyatta, o el gran Arrogate. "Hagas lo que hagas, no lo dejes correr en la punta. Enséñale a correr de atrás, pues va precisarlo en el Derby. Y lo más importante: no lo dejes ganar por mucho".<br />
<br />
Si Smith se sonrío en forma escéptica al escuchar al entrenador alabar así a un potrillo ganador de una carrera, la duda le iba a durar poco tiempo.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJal1xExSVu5_LlUHYOuAT7b1UUvYMp6O-nxfsAeQCV_0GH_Ei8D1XTVVWnkIs818_bvEEJIMpsZaszf_SjyfcwP79Y1yCMZ8xqqGbwDB6Ump1c0TC-IQP0YpQvKsWM4QeMMQC4u17duQ/s1600/29062869_10155240549101156_586643505581916160_o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1023" data-original-width="1600" height="408" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJal1xExSVu5_LlUHYOuAT7b1UUvYMp6O-nxfsAeQCV_0GH_Ei8D1XTVVWnkIs818_bvEEJIMpsZaszf_SjyfcwP79Y1yCMZ8xqqGbwDB6Ump1c0TC-IQP0YpQvKsWM4QeMMQC4u17duQ/s640/29062869_10155240549101156_586643505581916160_o.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Justify y Mike Smith, la tarde de la segunda carrera del potrillo</td></tr>
</tbody></table>
La mañana siguiente, el día de la carrera, amanecería lluviosa, lo que iba a levantar algunas dudas con respecto a la forma en que Justify se adaptaría a la pista fangosa. Además de eso, y de que por un arreglo entre WinStar y el China Horse Club Smith se iba a vestir con las sedas rojas y doradas del CHC (las cuales por el arreglo serían utilizadas en 1 de cada 4 carreras empezando por esa), otro cambio con respecto al debut iba a ser que Baffert, que se encontraba en un vuelo rumbo a una subasta en Ocala, había dejado instrucciones de que el potrillo corriera sin careta.<br />
<br />
Nuevamente, Justify sería cotizado enorme favorito de la contienda, pagando $1,05 a ganador, lo que significaba que si se apostaban 1.000 dólares a que ganaba la carrera, la ganancia total era de 50 dólares. De hecho, era tan esperada su victoria, que muchos aficionados se habían lamentado que Baffert no lo hubiera anotado en el San Felipe Stakes (Grupo 2), uno de los clásicos preparatorios al Derby más importantes de esa época del año, que se había corrido la tarde anterior sobre esa misma pista.<br />
<br />
El motivo de Baffert era evidente, y era que simplemente ya había tenido al favorito para el San Felipe sin necesidad de anotar a Justify. Su nombre era McKinzie, y aunque iba a perder su invicto de 3 carreras al ser distanciado al segundo lugar en aquella carrera, eso no impediría que a los ojos de muchos <i>turfmans </i>continuara siendo considerado como el mejor candidato de Baffert para el Derby, para el cual lideraba la lista de favoritos de muchas casas de apuestas.<br />
<br />
Nuevamente, previo a su segunda carrera, Justify se mostraría ansioso, dando pequeños saltos y arrastrando a su peón Eduardo Luna por la redonda. Había crecido un poco en musculatura en las tres semanas que habían transcurrido desde su debut, y su peso ya superaba los 570 kilos.<br />
<br />
Sin embargo, pese a la ansiedad demostrada en la previa, cuando se abrieran los partidores, el alazán largaría nuevamente en la última colocación, al igual que en su primera carrera. Mike Smith, que recordaba las instrucciones de Baffert de no llevarlo a la punta, no se pondría nervioso por ese comienzo, y en los primeros metros colocaría al potrillo por fuera, a un par de cuerpos del puntero. Así, todo transcurriría con tranquilidad, al menos durante los primeros 800 metros de la competencia.<br />
<br />
Porque cuando ingresaran en el último codo, y mientras Justify corría cómodamente en el tercer lugar, a 2 cuerpos del puntero Calexman, un zaino de nombre Shivermetimbers, que mantenía la segunda ubicación por dentro del alazán, hozaría girar su cabeza y arrimar su hocico bruscamente al pescuezo de Justify, en lo que pareció un intento por morderlo. Fue un movimiento rápido, casi imperceptible, tal vez ni siquiera un acto de violencia. Pero no iba a bastar más que eso.<br />
<br />
Pues en menos de lo que se demora en decir "Shivermetimbers, a ver si me alcanzas", Justify cambiaría de mano y, acelerando, le sacaría 5 cuerpos al atrevido zaino. Ya de paso, por matar dos pájaros de un tiro, pasaría por fuera del hasta entonces puntero Calexman, tomando la punta a poco de entrar en la recta con una facilidad pasmosa.<br />
<br />
A partir de allí, Smith solo precisaría guiarlo hacia el disco, a donde el hijo de Scat Daddy iba a llegar de orejas paradas, con una ventaja de 6 cuerpos y medio sobre Shivermetimbers, en el buen tiempo de 1:35.73 para la milla sobre una pista fangosa.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/inCHFuvEIDA/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/inCHFuvEIDA?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPE7Tg1Wor2bjuRbJQSuibxslJRmI5wXjmwwsFlc_3aId2UUOuC1-DsmkwMpOUDAf_WbInTWJqG3b9xtPbfzvEpNJWLW0jHG9TaYx5db7I0EKg-YkHnbaV8YA71hPOW72jGZKcAnft9s0/s1600/Justify3_RD_ESH.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="1483" height="440" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPE7Tg1Wor2bjuRbJQSuibxslJRmI5wXjmwwsFlc_3aId2UUOuC1-DsmkwMpOUDAf_WbInTWJqG3b9xtPbfzvEpNJWLW0jHG9TaYx5db7I0EKg-YkHnbaV8YA71hPOW72jGZKcAnft9s0/s640/Justify3_RD_ESH.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alejándose de Shivermetimbers en la recta de Santa Anita</td></tr>
</tbody></table>
Cuando Baffert aterrizara en Ocala, su teléfono estaría lleno de llamadas perdidas y mensajes de conocidos, ex-jockeys, y cronistas hípicos de todo el país. Y todos más o menos le preguntarían lo mismo: ¿a dónde iba a ir aJustify hora?<br />
<br />
Para asegurarse de poder correr el Kentucky Derby, el hijo de Scat Daddy debería acumular al menos 30 puntos en las llamadas "carreras clasificatorias": una serie de clásicos de grupo corridos desde setiembre del año anterior hasta abril, un mes antes del Derby. Cuánto más importante el clásico, y cuánto más cercano en el tiempo al primer sábado de mayo, mayor el número de puntos que obtenían los primeros cuatro competidores.<br />
<br />
Al sólo haber corrido dos carreras condicionales en su vida, Justify tenía 0 puntos acumulados, lo que hacía imposible que hasta entonces pudiera correr el Kentucky Derby, por más bueno que fuera. Si se analizaban los puntos obtenidos por los demás caballos de su generación hasta entonces, para lograr clasificar entre los 20 competidores, el potrillo debería ganar o llegar segundo en una de las 5 grandes "preparatorias" para la carrera: el Santa Anita Derby, Florida Derby, Wood Memorial Stakes, Bluegrass Stakes, o el Arkansas Derby, los cuales se corrían entre 5 y 3 semanas previo al Kentucky Derby en diferentes pistas a lo largo del país.<br />
<br />
El problema radicaba en que Baffert ya tenía bajo su cuidado a McKinzie, su principal candidato al Derby por ese entonces, con el cual hacía ya un tiempo tenía planificado correr en el Santa Anita Derby, que se corría en el "patio de atrás" de los establos de Justify. Para hacer las cosas un poco más complejas, WinStar Farm y el China Horse Club, junto con los grupos Starlight Racing y Head Of Plain Partners, quienes habían adquirido el 15% de Justify a SF Bloodstock mientras el potrillo estuviera en entrenamiento, también tenían a Audible, un pupilo de Todd Pletcher que era considerado el mayor candidato al Derby de la costa este, y qué era el favorito para el Florida Derby.<br />
<br />
Todo esto reducía a tres las posibles carreras en dónde Justify podía correr a continuación: el Wood Memorial, el Bluegrass Stakes, y el Arkansas Derby. Las primeras dos, corridas en Nueva York y Kentucky respectivamente, eran rara vez utilizadas por Baffert. La tercera, sin embargo, ya había sido ganada por sus pupilos 2 veces en la última década, y se corría era uno de los hipódromos preferidos del entrenador, en donde había ganado 13 carreras preparatorias. De hecho, apenas 3 años antes, había enviado a un tal American Pharoah a esa misma carrera, tras dejar a otro de sus favoritos para el Kentucky Derby de ese año, Dortmund, en Santa Anita, y todos recordaban cómo había terminado esa historia.<br />
<br />
Poco tiempo después de la segunda carrera de Justify, Baffert despejaría las dudas, confirmado que el alazán viajaría a Arkansas un mes después, para competir en el Arkansas Derby el 14 de abril, tres semanas antes de la carrera de las rosas.<br />
<br />
"Ha llegado un poco tarde a la fiesta, pero el talento está ahí" diría públicamente el entrenador. "Todavía tiene que viajar a Arkansas y adaptarse al hipódromo, por lo que nos quedan muchos retos por delante. Si corre bien iremos al Derby, y si no, esperaremos al Preakness. Iremos una carrera a la vez."<br />
<br />
Mike Smith, quien luego de su primera vez sobre el potrillo había despertado controversias al compararlo con el sensacional Easy Goer, uno de los mejores caballos de los últimos 40 años en Nortéamerica, iba a mantener la monta sobre Justify.<br />
<br />
"Odio compararlo con otros caballos en este momento, pero, ¿no les recuerda a Easy Goer en sus días? Un gran caballo alazán, con una enorme y poderosa brazada" había dicho el legendario jinete al bajarse de Justify luego de su primera vez sobre su lomo.<br />
<br />
Confirmado el plan de ruta, Baffert se pondría más serio en sus exigencias matutinas para el potrillo, buscando compensar la falta del famoso "fondo", ese que según los expertos causaba que fuera tan difícil los pura sangres que no competían a los 2 años ganar el Kentucky Derby.<br />
<br />
Así, en las 2 semanas siguientes a su segunda carrera en Santa Anita, Justify realizaría 2 pasadas matutinas sobre esa misma pista: primero, el 20 de marzo, pasaría 800 metros en 46.40, el trabajo más rápido de 105 sobre esa distancia; y 6 días después, recorrería 1 kilómetro en 59.60, el segundo de 118 esa mañana.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMkrXzOpicykWAitnvnINiflli1jqdckciBO-DDK5yBKx7QQIAuCNjGDVkUV7o3IZStJQHdOK3i_4i9HvJUr8bi1SdLdPB3eOSVweT1sLTlK0Wh6sOUTXXpynZj3D7GJLdmZ2HRXasrzQ/s1600/justify+workout+2003.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="597" data-original-width="897" height="424" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMkrXzOpicykWAitnvnINiflli1jqdckciBO-DDK5yBKx7QQIAuCNjGDVkUV7o3IZStJQHdOK3i_4i9HvJUr8bi1SdLdPB3eOSVweT1sLTlK0Wh6sOUTXXpynZj3D7GJLdmZ2HRXasrzQ/s640/justify+workout+2003.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Justify, con el jinete Martín García en sus lomos, trabajando 1000 metros en compañía de otro potrillo, el 20 de marzo</td></tr>
</tbody></table>
Todo parecía indicar que el potrillo estaba poniéndose cada vez más en forma, y Baffert estaba confiado en obtener los puntos necesarios en Arkansas. Si algo le preocupaba, era la forma en que el inexperiente animal se tomaría el traslado en avión hasta una pista desconocida. Pero sabiendo que además de McKinze, en el Santa Anita Derby también estaría el rival de éste, Bolt D'Oro, un ganador de grupo 1 que lo había vencido por distanciamiento luego de un gran cabeza a cabeza, el canoso creía que lo mejor era no arriesgar, y separar sus "huevos" en diferentes canastas.<br />
<br />
Sin embargo, a fines de marzo, mientras Baffert se encontraba preparándose para salir a cenar con su esposa en Dubai -donde algunos de sus caballos competirían en el carnaval internacional el último sábado del mes-, el entrenador iba a recibir un llamado que cambiaría las cosas. Era media mañana en la costa oeste, y del otro lado del auricular estaba su principal asistente, Jimmy Barnes, quien se había quedado en Santa Anita cuidando a sus otros caballos, incluidos Justify y McKinzie.<br />
<br />
"Bob, es McKinzie. No se ve bien" serían las palabras de Barnes. Esa mañana, al ser sacado para ir a la pista a por un trote, el potrillo había mostrado signos de lesión en una de sus patas traseras. Y si bien los rayos X no habían mostrado ninguna lesión ósea, y aún faltaban hacerse los estudios nucleares, a falta de sólo 9 días para el Santa Anita Derby, no hacía falta decirlo: el potro no sólo iba a perderse esa carrera, sino que todo indicaba que tampoco llegaría en forma para el Kentucky Derby.<br />
<br />
Baffert estaba devastado. McKinzie era una de sus cartas para el Derby, de hecho la mejor de ellas si se tenía en cuenta que Justify aún no había clasificado para la carrera. Además, el entrenador, junto con los propietarios del potrillo Mike Pegram, Karl Watson y Paul Weitman, habían elegido el nombre del zaino en honor al recientemente fallecido Brad McKinzie, un íntimo amigo de los 4, pero sobre todo de Baffert, con quien había asistido a la Universidad de Arizona. Ése había sido su caballo para la Triple Corona desde antes que empezara el año, y ahora todo se acababa de ir por la borda.<br />
<br />
Cuando Jill, la mujer de Baffert vio la cara de su marido en el hotel de Dubai, supo enseguida que algo andaba mal. Y cuando el canoso le contara las malas noticias, su esposa respondería con una frase que reflejaba lo que pasaba por la mente de todos en el establo por ese entonces: "Bueno, entonces esperemos que Justify sea lo suficientemente bueno".<br />
<br />
Ajeno a la tristeza del establo, el alazán continuaba entrenando en gran forma para el Arkansas Derby, que se iba a correr una semana después del Santa Anita Derby. Sin embargo, ante lo sucedido con McKinzie, Baffert alteraría el plan de ruta.<br />
<br />
Sin el zaino en el Santa Anita Derby, no tenía ningún sentido subir a Justify a un avión y llevarlo a una pista desconocida, donde tantas cosas podían salir mal. Santa Anita era la casa del potrillo, donde entrenaba a diario y donde había corrido sus primeras dos carreras, y el entrenador estaba convencido de que, aunque la carrera era una semana antes que la de Arkansas, el alazán estaba pronto. Sabiendo que los propietarios del animal se encontraban realizando sus reservas de vuelos y hotel para Arkansas, Baffert iba a contactar a Walden por el celular.<br />
<br />
<div>
"Elliott, dile al resto de los propietarios que cancelen sus hoteles en Arkansas. Nadie sabe esto aún, pero McKinzie esta lesionado. Nos quedamos en Santa Anita." diría el entrenador.<br />
<br />
La carrera contra el tiempo había entrado a la recta final.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM8uHhEciivF_ZT-CRtzTJbutg8hqMrFNLNpts4yQEUiixpva38VjZ0OZDFR7hKz-fS-q3uoQ8zJftRnIWk4tYLBJwoUfR408PoTB-C5Eg0T9VnpCdP0STFXSJqCr1PPX3RIZj0AupwAk/s1600/39ce299d60974e408f63696ae93e7f65.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="840" data-original-width="1600" height="336" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM8uHhEciivF_ZT-CRtzTJbutg8hqMrFNLNpts4yQEUiixpva38VjZ0OZDFR7hKz-fS-q3uoQ8zJftRnIWk4tYLBJwoUfR408PoTB-C5Eg0T9VnpCdP0STFXSJqCr1PPX3RIZj0AupwAk/s640/39ce299d60974e408f63696ae93e7f65.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Bolt D'Oro (izquierda) y McKinzie (derecha) en el San Felipe Stakes</td></tr>
</tbody></table>
Además de Justify, seis otros potrillos de 3 años iban a ser anotados para correr el Derby de Santa Anita, la última preparatoria de California para el Kentucky Derby, y una de las más prestigiosas e históricas del país. De los seis, apenas dos, Bolt D'Oro e Instilled Regard, eran ganadores clásicos, y de ellos, sólo Bolt D'Oro había ganado un clásico de grupo 1.<br />
<br />
El hijo de Medaglia D'Oro era considerado por muchos como el mejor potrillo de la generación. A los 2 años, cuando Justify aún no había llegado a los establos de Baffert en Los Alamitos, ya había ganado dos clásicos de grupo 1 en California, para luego sufrir una terrible conducción y llegar tercero en la Breeders' Cup Juvenile, una derrota que le iba a impedir coronarse como el Mejor Potrillo de 2 Años de la temporada.<br />
<br />
Tras un breve descanso a fin de año, había vuelto a competir un mes antes del Santa Anita Derby, donde, tras perder un emocionante cabeza a cabeza con McKinzie en el San Felipe Stakes, había sido beneficiado por el distanciamiento del pupilo de Baffert y ubicado en la primera ubicación.<br />
<br />
Cuando salió a la pista la tarde del Derby de Santa Anita, llevaba 4 victorias en 5 carreras, 3 de ellas en clásicos de grupo contra los mejores caballos del país. Sin embargo, el favoritismo del público iría para el retador, que en sus únicas dos carreras, había demostrado tener el talento para convertirse en uno de esos caballos que se recuerdan por décadas.<br />
<br />
Ni bien se abrieron los partidores, Justify, que por primera vez en su corta carrera largaría bien, picaría en punta por el centro de la pista, seguido de cerca por Bolt D'Oro, que se ubicaría segundo sobre la baranda interior, a un cuerpo del alazán. Los primeros 400 metros pasarían en un tiempo de :23.96 segundos, un parcial inicial cómodo, sobre todo en comparación a las dos carreras previas del hijo de Scat Daddy, y los primeros 800 en :47.85.<br />
<br />
Para ese entonces, Bolt D'Oro, que al inicio de la carrera se encontraba a 1 cuerpo de distancia de su rival, había ido perdiendo terreno, y en el opuesto serían 3 cuerpos los que lo separaban de Justify, que se movía cómodo en la punta.<br />
<br />
Cuando ingresaron al segundo codo, a falta de 800 metros para el disco, Mike Smith le daría un respiro a su conducido, y Bolt D'Oro, al mando del resto del lote, se aproximaría a apenas 1 cuerpo y medio de distancia. En ese momento, al ver al hijo de Medaglia D'Oro aproximarse al alazán con impulso, todos pensaron que se venía el tan esperado duelo de titanes.<br />
<br />
"¡El talento prodigioso se encuentra con la calidad establecida!" exclamaría el relator oficial del hipódromo, Michael Wrona, haciendo referencia a los dos potros, que parecían a punto de trenzarse.<br />
<br />
Sin embargo, no tendría que pasar mucho tiempo para que se volviera evidente que, luego de llegar a 1 cuerpo y medio de Justify, Bolt D' Oro se había dado contra una pared invisible. Por más que su jinete Javier Castellano lo impulsara con los brazos, el zaino parecía no poder acercarse al hijo de Scat Daddy, que, aún contenido por Mike Smith, pasaría los 1200 metros en 1:12.61. Y cuando entraran en la recta, uno seguido del otro, ya iba a ser evidente que la carrera estaba liquidada.<br />
<br />
Castellano, quien ya había sacado la fusta sobre Bolt D'Oro, haría un intento por meterse entre Justify y la baranda, buscando un golpe de sorpresa que pudiera dar vuelta las tablas. Pero iba a ser inútil, pues Smith tenía tanto caballo, que ni siquiera haría uso de su látigo. Impulsando a Justify con sus brazos, el veterano jinete lo haría despegarse nuevamente de su rival, para llegar al disco con 3 cuerpos de ventaja, en un buen tiempo de 1:49.72 para los 1800 metros.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/ku4FWV1L9dU/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ku4FWV1L9dU?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTsUYgbVaBvcNoh3U2tFBICx3ztJgMElhz5xjHGvdMm1-XrCZPaeL1Sr7V5-ed8obB_Nk7pfgFTgBAgiBLrUHgrE9kd0vM8GMvq80o7k00Z7brk0y2JyfTnMASxJMQ51lwfnR7JwhkUoI/s1600/Justify_Santa_Anita_Derby_2018_615x400_1_orig.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="615" height="416" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTsUYgbVaBvcNoh3U2tFBICx3ztJgMElhz5xjHGvdMm1-XrCZPaeL1Sr7V5-ed8obB_Nk7pfgFTgBAgiBLrUHgrE9kd0vM8GMvq80o7k00Z7brk0y2JyfTnMASxJMQ51lwfnR7JwhkUoI/s640/Justify_Santa_Anita_Derby_2018_615x400_1_orig.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mike Smith, con la fusta bajo el brazo, guía a Justify a una contundente victoria sobre Bolt D'Oro en el Santa Anita Derby</td></tr>
</tbody></table>
La victoria había sido tan fácil, y tan profesional, que costaba creer que ese potrillo estaba corriendo apenas la tercera carrera de su vida, que había debutado hacía menos de 2 meses, y que el pura sangre al cual había aniquilado en la pista era un múltiple ganador de grupo 1 que había estado a punto de ganar el premio a Mejor Potrillo de 2 Años de la temporada anterior.<br />
<br />
Por su victoria en la carrera, Justify obtendría un Beyer Speed Figure de 107, tres puntos más alto que el 104 que había obtenido el día de su debut, y que hasta entonces era el superior de toda la generación. El hijo de Scat Daddy competía en una liga contra sí mismo, y parecía siempre salir vencedor.<br />
<br />
Javier Castellano, cuyo conducido había corrido una muy buena carrera, sólo para llegar lejos de aquel pichón de monstruo, ya empezaba a darse cuenta de ello.<br />
<br />
"Mi caballo corrió perfecto. Hizo todo bien. Pero hoy competimos contra el mejor pura sangre del país, que tuvo una performance increíble" diría el jinete venezolano, que había sabido montar a cracks de la talla de Bernardini o Ghostzapper, dos de los mejores caballos de la década anterior.<br />
<br />
"Este caballo es naturalmente bueno, y sólo está aprendiendo a correr. Tiene esa enorme, poderosa zancada, pero también es ligero." agregaría por su parte Baffert.<br />
<br />
Pero nadie lo resumiría mejor que Mike Smith, quién, con su clásica sonrisa en el rostro, declararía que, "si este caballo mejora luego de esta carrera, como creemos que debería hacer, da un poco de miedo pensar lo que puede llegar a hacer".<br />
<br />
El Kentucky Derby estaba a exactamente 4 semanas, y el caballo estaba justo en el estado en que Baffert había imaginado cuando, tras verlo entrenar por primera vez meses atrás, había trazado su plan maestro. Ahora, solo quedaba rezar por que en esos 28 días nada grave sucediera, y esperar que, si el destino y los dioses del turf así lo querían, el prodigioso Justify pudiera convertirse en apenas el noveno ganador invicto de la carrera de las rosas, y en el primer potrillo en 136 años en romper el mítico maleficio de Apollo.<br />
<br />
Sólo el tiempo lo diría...<br />
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<i>(Continuará en aproximadamente una semana, con la tercera y última entrega: "Coronación").</i></div>
</div>
Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-4766047001042757982018-06-14T09:27:00.003-03:002018-06-19T17:28:17.696-03:00Justify: Más grande que el tiempo - Parte 1: El origen de la gloria<div style="text-align: justify;">
<i>Ante un hecho histórico como lo fue la victoria de Justify el sábado en la Triple Corona, he decidido celebrar compartiendo su historia con ustedes. Debido a su longitud y detalle, la misma será dividida en 3 entregas: "El origen de la gloria", "Corriendo contra la historia", y "Coronación". ¡Espero que las disfruten!</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i>
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: large;">Justify: Más grande que el tiempo</span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i>
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>El sábado pasado, ante poco más de 90.000 aficionados que colmaron Belmont Park, un alazán de nombre Justify se convirtió en apenas el 13er ganador de la Triple Corona de la hípica norteamericana, y el segundo en los últimos 40 años.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Llamada por muchos "el trofeo más difícil de todos los deportes", la Triple Corona es un grupo de 3 carreras compuestas por el Kentucky Derby, corrido cada año el primer sábado de mayo sobre 2000 metros en la arena de Churchill Downs; el Preakness Stakes, que se corre dos semanas después del Derby sobre 1900 metros en Pimlico; y el Belmont Stakes, la más larga y difícil de de las 3 gemas, corrida </i><i>sólo 3 semanas después del Preakness, </i><i>sobre 2400 metros en Belmont Park.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Como la historia indica (13 ganadores en 143 años), hace falta un caballo superlativo para lograr ganar las tres competencias. </i><br />
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOw9Wk1xIFstep7Tzb7nIcT_Ugf0Lpfqram0gGRXfJQ3f43btw_fdTL0S3k-hjRqkvUjoAVBRmTZO6JQ0N2EUEwbjRuPHIkatsCsGSr63qFkHbipIVAKWCxKarOHrFBtO-Sg7auOtII18/s1600/Justify_SA-Derby_Benoit-Santa-Anita.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="571" data-original-width="800" height="456" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOw9Wk1xIFstep7Tzb7nIcT_Ugf0Lpfqram0gGRXfJQ3f43btw_fdTL0S3k-hjRqkvUjoAVBRmTZO6JQ0N2EUEwbjRuPHIkatsCsGSr63qFkHbipIVAKWCxKarOHrFBtO-Sg7auOtII18/s640/Justify_SA-Derby_Benoit-Santa-Anita.jpg" width="640" /></a></div>
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Cada carrera está restringida a potrillos de 3 años, por lo que un pura sangre sólo puede correr la Triple Corona una vez en su vida, lo que hace que la gesta sea mucho más dramática. Leyendas como Kelso, Dr. Fager o Cigar, por nombrar algunos, jamás llegaron a correr ninguna de las tres carreras, y por más que muchos consideren que fueron los mejores de su generación, nunca tuvieron una chance con la Triple Corona. Otros grandes del deporte, que por x o por y dejaron pasar su oportunidad cuando la tuvieron, jamás volvieron a tener posibilidades de redención. Ejemplos claros de ésto último pueden ser los de</i><i> Spectacular Bid, que pisó un alfiler la mañana del Belmont y terminó tercero; Point Given, cuyo jockey Gary Stevenes perdió el Derby al correr demasiado rápido en los metros iniciales; o Smarty Jones, quién también sufrió una mala conducción, pero ésta vez en el largo óvalo de Belmont Park. Los tres potrillos eran unánimemente los mejores exponentes de sus generaciones, pero dejaron pasar un tren qué va directo a la gloria, sin escalas ni camino de vuelta.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Pues bien, nada de eso sucedió con Justify. En apenas 111 días, el gran alazán cuidado por Bob Baffert -el mismo que 3 años antes había guiado a American Pharoah a romper el maleficio de 37 años sin triple coronados-, pasó de no haber debutado a ganar el trofeo más esquivo de la hípica, algo completamente impensado bajo cualquier estándar, y menos en una generación plagada de grandes potrillos como ésta. Además, en su camino, rompió numerosos récords, como convertirse en el primer potrillo en 136 años en ganar el Kentucky Derby sin haber debutado a los 2 años, o en apenas en el segundo caballo invicto en ganar el triplete, luego de que el gran Seattle Slew lo lograra en 1977. Todo, con una facilidad que quizás le juegue en contra, pues a veces hace olvidar lo imposible que hace 6 meses tal hazaña nos hubiese parecido.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Ésta es su historia...</i></div>
<div style="text-align: center;">
<br />
***</div>
<div style="text-align: center;">
<br />
<div style="text-align: left;">
<b>Parte I: El origen de la gloria</b></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando, hace poco más de 5 meses, el reloj marcó las 00:00 horas del 1 de enero y entramos en el año 2018, probablemente eran menos de 100 personas las que sabían quién era Justify. Su entrenador, Bob Baffert, que tenía al potrillo entrenando con su "equipo B" en el pequeño hipódromo de Los Alamitos, era uno de ellos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Miembro del salón de la fama desde 2009, el oriundo de Nogales, Arizona, era considerado por muchos como el mejor entrenador de todos los tiempos. Con 4 victorias en el Ketucky Derby, 6 en el Preakness y 2 en el Belmont Stakes, Baffert era el segundo entrenador con más victorias en carreras de la Triple Corona, solo superado por D. Wayne Lukas, que contaba con 14 victorias en total, pero que no había tenido ningún caballo que hubiera obtenido el triplete, como el pupilo de Baffert American Pharoah había hecho en su histórica campaña de 2015.<br />
<br />
Los establos de Baffert habían recibido a Justify a principios de noviembre de 2017, dos años exactos después del retiro de American Pharoah a la cría, y prácticamente en el mismo momento en que el canoso despedía a otra de sus grandes leyendas, un tordillo llamado Arrogate, para muchos el pura sangre norteamericano más talentoso en pisar una pista en los últimos 40 años.<br />
<br />
Casi que literalmente, mientras Baffert se encontraba en el hipódromo de Santa Anita subiendo a Arrogate a un trailer que lo llevaría al aeropuerto, y de allí a Kentucky a comenzar su carrera de padrillo, y mientras el entrenador probablemente se preguntaba si algún día iba a volver a tener un caballo de ese calibre bajo su cuidado, otro gigantesco pura sangre -esta vez alazán y con una mancha blanca en la frente-, bajaba la rampa de otro trailer en una pista 35 millas al sur de allí, donde el canoso compositor mantiene a sus pura sangres de menor calibre.</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
</div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://www.juddmonte.com/multimedia/gallery/arrogate/photo-50.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" height="424" src="https://www.juddmonte.com/multimedia/gallery/arrogate/photo-50.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Bob Baffert (derecha) con Arrogate, su último gran caballo</td></tr>
</tbody></table>
Venía desde Kentucky, más específicamente desde el hipódromo de Keeneland, donde había estado bajo el cuidado del jóven Rodolphe Brisset, y era un potro grande, enorme de hecho. Pesaba alrededor de 600 kilos, y ya estaba desarrollando su cuerpo, qué más tarde llegaría a los 1,70 metros de altura, pero su tamaño no lo hacía torpe ni lento, y tampoco era poco agradable a la vista, ni mucho menos. De hecho, desde que fuera descubierto por sus propietarios en las subastas de Keeneland del año anterior, había sido considerado como uno de los potrillos más prometedores de toda la camada. Algo que sin dudas tomaba mayor trascendencia si se analizaban los perfiles del grupo de dueños.<br />
<br />
La cara más visible y reconocida del grupo tripartito era sin dudas el famoso WinStar Farm, uno de los establecimientos de cría más grandes y exitosos del mundo, que poseía el 60% del potrillo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Fundado en el año 2000 por Kenny Troutt, un magnate de las telecomunicaciones que había vendido su compañía en 3.500 millones de dólares dos años antes, y Bill Casner, un reconocido hípico texano, WinStar había tardado menos de una década en convertirse en un rotundo éxito. Para 2016, cuando adquirió a Justify en Keeneland, el establecimiento de las sedas blancas con la estrella verde en el pecho (que por ese entonces ya era únicamente propiedad de Troutt, quién compró la parte de Casner en 2010) contaba con aproximadamente 20 padrillos de nivel mundial, varias yeguas madres, más de 50 pura sangres en entrenamiento, y casi todos los grandes trofeos que la hípica norteamericana puede ofrecer reposando en sus vitrinas, entre ellos un Kentucky Derby, dos Belmont Stakes, una Breeders' Cup Classic, y premios como el Mejor Propietario del país de la temporada 2010 y el Mejor Criador del año 2008.<br />
<br />
La gran mayoría de esos éxitos se habían forjado en las decisiones que Troutt había tomando en conjunto con Casner en su momento, y más adelante apoyado en el liderazgo de Elliott Walden, el presidente y CEO del establecimiento desde 2010.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Bajo la batuta de Walden, WinStar había crecido hasta convertirse en el gigante hípico que es hoy en día, y además de su histórico poderío en la cría, sus éxitos en las pistas habían despegado en los últimos años por su decisión de comprar menos, pero mejor. Cada año, en las subastas más caras del país, WinStar adquiría 20 potrillos de las mejores sangres por decenas de millones de dólares en total, para luego de domarlos, enviarlos a los mejores entrenadores del país, buscando ganar las llamadas carreras "clásicas", aquellas de la Triple Corona y Breeders' Cup. Si sólo alguno de los 20 resultaba ser un buen potrillo, el establecimiento generaba ingresos por medio de ventas millonarias durante la carrera misma del animal, o de fructíferos resultados en la cría.<br />
<br />
Por medio de esta estrategia, era que habían adquirido a Creator, el ganador del Belmont Stakes de 2016. Y por medio de ella, sería que también comprarían al potro que introduciría sus nombres, y el de sus socios, en el grupo más selecto de propietarios de la hípica.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Cómo hemos dicho, WinStar era sólo uno de tres propietarios del pura sangre que acababa de arribar a Los Alamitos. Al establecimiento de cría y entrenamiento, se le sumaba el China Horse Club, que poseía un 25% de los derechos del potrillo, y el grupo inversor SF Bloodstock, con un 15%.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El "Club", un fideicomiso de membresía secreta cuyo precio de entrada es de alrededor de 1 millón de dólares, que cuenta con alrededor de 200 miembros, había sido fundado por el arquitecto y hombre de negocios malayo Teo Ah King. King, quién comenzó a interesarse por el deporte de reyes cuando fue contratado para diseñar el hipódromo árabe de Meydan, tiempo decidió fundar el poderoso y exclusivo Club en 2013, con la idea de impulsar la casi inexistente industria hípica en China. En pocos años, sus establos habían tomado a la hípica mundial por sorpresa, y para cuando adquirieron a Justify, sus pura sangres ya habían ganado carreras de grupo 1 en Australia, Singapur, Francia, Irlanda, Inglaterra y Estados Unidos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La sociedad con WinStar había surgido en 2016, cuando, como parte de una estrategia de expandir sus intereses en Norteamérica, representantes de King le habían ofrecido a WinStar formar una alianza para comprar algunos potrillos en conjunto. Los asiáticos tenían los millones, y WinStar el conocimiento del mercado y la infraestructura necesaria para poder potenciar el desarrollo de los pura sangres al máximo, lo cuál hacía de la sociedad una mezcla perfecta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpMYFn2gXiEmNkkQ-BE4MJ1i7xWAJlj6grmr3NVM4_4byYsRPW1dYE6xWU9jtlhWHm7QNYPETUBnalzUTaerkVhq_FQgHr3Z_yvjXvy5LFc9Jv-eAy94kxI5nSFIdkkR4a_DsXEbcgiwQ/s1600/justify+keeneland.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="366" data-original-width="622" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpMYFn2gXiEmNkkQ-BE4MJ1i7xWAJlj6grmr3NVM4_4byYsRPW1dYE6xWU9jtlhWHm7QNYPETUBnalzUTaerkVhq_FQgHr3Z_yvjXvy5LFc9Jv-eAy94kxI5nSFIdkkR4a_DsXEbcgiwQ/s640/justify+keeneland.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Un jóven Justify siendo paseado ante potenciales compradores en Keeneland</td></tr>
</tbody></table>
Troutt y Walden aceptaron la oferta, atraídos por la posibilidad de poder incrementar desde 20 a 30 el número anual de potrillos adquiridos por temporada. Y así fue que, en setiembre de ese año, representantes de ambas empresas, sumados a un agente hípico de SF Bloodstock, un pequeño grupo de inversión especializado en pura sangres formado por trabajadores del famoso empresario George Soros, que se había sumado a la sociedad recientemente, se juntaron en Keeneland, el centro de subastas más exclusivo de Norteamérica, a buscar potrillos de 1 año para la nueva sociedad.</div>
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Los tres grupos analizaron a los mejores potrillos de la subasta por separado, y, cuando compararon sus notas previo al remate, había unanimidad de opiniones sobre un hijo del recientemente fallecido Scat Daddy, que había llamado la atención de todos por igual.<br />
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"Era balanceado, tenía buenas extremidades, una gran espalda, y hermosa longitud y pescuezo" recordaría el gerente de WinStar, David Hanley, agregando que "Tenía una gran estatura, y era un potrillo que impresionaba cuando lo tenías enfrente. Para ser un caballo grande, era ligero de pies, con buen accionar y buena energía".<br />
<br />
Por su parte, el representante del China Horse Club, Michael Wallace, agregaría que "era un potrillo noble y hermoso, ligero de pies. Si íbamos a pujar duro por un caballo en los primeros días de las subastas, era él. Estaba un escalón por encima del resto."</div>
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El pedigree del potrillo no era nada de lo que quejarse tampoco. Su padre Scat Daddy era uno de los padrillos más prometedores y versátiles a nivel mundial, y su fama se encontraba en pleno despegue cuando un sorpresivo ataque al corazón le quitó la vida súbitamente a los 11 años, a fines de 2015. Había sido un caballo prometedor en sus tiempos de corredor, llegando incluso a ganar un par de grupos 1 como el Champagne Stakes a los 2 años y el Florida Derby a los 3 en una de las generaciones más talentosas que se recuerden, pero una grave lesión ocurrida durante el Kentucky Derby de 2007 había cortado en seco lo que sin dudas iba a ser una carrera de grandes logros en las pistas.<br />
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Retirado luego de esa carrera, Scat Daddy, cuyos derechos como reproductor habían sido adquiridos tiempo atrás por Coolmore, iniciaría su campaña como padrillo con un valor de 30.000 dólares por monta la temporada siguiente. Y si bien el valor bajaría a 10.000 dólares para la temporada 2011 debido a una desaceleración general del mercado, no tardaría en despegar una vez que su primera generación llegara a las pistas, cuando los hijos del zaino demostraran que podían correr y ganar en césped, en arena, en corto, en largo, y básicamente sobre el agua si se les pidiera.<br />
<br />
Cuando, una trágica mañana de diciembre de 2015, el padrillo cayera sin vida súbitamente al ser guiado por un peón de Ashford Stud desde su corral a las padrilleras, su valor por monta para la temporada siguiente ya había sido fijado en 100.000 dólares.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://www.kentuckyderby.com/uploads/news-images/justify2015glennwood.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="480" src="https://www.kentuckyderby.com/uploads/news-images/justify2015glennwood.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Justify, minutos después de nacer</td></tr>
</tbody></table>
Pero además del evidente atractivo del padre, la madre del potrillo, Stage Magic, tampoco se quedaba atrás. Era una hija del gran Ghostzapper con varias figuraciones en clásicos de grupo, cuyos dos únicos hijos en edad de correr prometían: el de 3 años, The Lieutenant, había ganado 2 carreras de 4 y parecía tener futuro clásico; y la menor, Holiday Music, había debutado recientemente llegando en segundo lugar en un hipódromo en Texas. El alazán, que era su tercer cría, había sido criado en Kentucky por el propietario de la yegua, John D. Gunther.<br />
<br />
Todo parecía indicar que era un potro con futuro, por más que con pura sangres nada es seguro.<br />
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Ingresó al ring del remate con el número 50 en la primer sesión de la subasta, y Walden y sus socios tuvieron que pujar hasta que llegar a la suma de medio millón de dólares para hacerse con él. Para hacerse una idea, sólo en esa sesión, que fue la primera de 13 de ese año, 19 animales se subastaron por sumas mayores, y sólo uno de ellos, Sporting Chance, es al día de hoy ganador de grupo 1.<br />
<br />
Enseguida después de adquirido, el potrillo fue subido a un trailer junto con las demás nuevas adquisiciones de WinStar en el remate, y trasladado hasta la división Hopewell de WinStar Farm a pocas millas del lugar, donde pasaría por el proceso de doma y entrenamiento inicial del establecimiento.<br />
<br />
En Hopewell, bajo el cuidado de Toby Richards y Heather Stark, el hijo de Scat Daddy aprendería a sentir una silla de montar en su lomo, y más tarde un freno en su boca. Y para cuando dejara la división de domas y comenzaran sus primeros entrenamientos, no demoraría en llamar la atención de los trabajadores de WinStar, quienes se impresionaron por su físico, inteligencia, y capacidades locomotivas.<br />
<br />
Con 2 años recién cumplidos, cuando aún se encontraba en sus primeras etapas de entrenamiento, el potro ya pesaba alrededor de 550 kilos, un peso que muchos caballos adultos jamás llegan a alcanzar en su prima. Pero a pesar de su tamaño, era ligero, como sus propietarios habían intuido al ver sus movimientos en las subastas, y ya se podía ver que el talento estaba ahí.<br />
<br />
Cierto día, ante la atenta mirada de Walden, del gerente general David Hanley, y del entrenador del centro Richard Burge, Justify, que entrenaba junto con otro potro en una recta de 800 metros en subida, dejó tan atrás a su compañero, y con tanta facilidad, que todos quedaron con la misma pregunta en los labios: ¿qué clase de potrillo era ese?<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl5a00AwT5ScmKVspnMdVuBkppnplWbkpaobqw44gerpeUH5oOcFg732Ml3CdPyQLRXI66ykmlxuzXZ2ofkSvMVwsvwWQrpknQFtpR53pzJQxtzbZAj87g01oQCB5oNA4XPuoeGTHU7CU/s1600/Justify-at-hopewell-oct-2016-1024x811.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="811" data-original-width="1024" height="505" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl5a00AwT5ScmKVspnMdVuBkppnplWbkpaobqw44gerpeUH5oOcFg732Ml3CdPyQLRXI66ykmlxuzXZ2ofkSvMVwsvwWQrpknQFtpR53pzJQxtzbZAj87g01oQCB5oNA4XPuoeGTHU7CU/s640/Justify-at-hopewell-oct-2016-1024x811.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Justify en Hopewell, donde pasó por sus primeros entrenamientos</td></tr>
</tbody></table>
Su precocidad ilusionaba a sus propietarios con un debut tempranero en las pistas, y por su tamaño, todo parecía indicar que solo podía mejorar con los meses. Sin embargo, durante un entrenamiento en marzo de 2017, cuando todavía estaba en WinStar, el alazán sufrió una lesión muscular, que determinó que debiera pasar dos meses en reposo, poniendo una pausa a su preparación y dilatando su debut.<br />
<br />
Una vez que hubo vuelto en forma, los entrenadores de WinStar creyeron que el caballo, al ser grande, desarrollaría su potencial con mayor facilidad en una pista donde pudiera dejar fluir sus gigantescas brazadas, a diferencia de la pista de entrenamiento del establecimiento, cuyas cortas rectas y curvas cerradas favorecían a los caballos más menudos. Así fue que, a mediados de setiembre, mientras algunos potrillos de su camada ya salían a la luz del público por las tardes, lo enviaron al hipódromo de Keeneland, a ser entrenado por Rodolphe Brisset, un joven entrenador francés que ese mismo año acababa de abrir su propio establo, tras pasar años trabajando como asistente para el legendario Bill Mott, cuidador de algunos de los mejores caballos de WinStar, como Tourist o Drosselmeyer.<br />
<br />
La intención de los propietarios del potro nunca fue dejarlo con Brisset para su etapa como corredor, como sí hicieron con otros potrillos a los cuales tenían en un poco menos estima, sino darle algún tiempo para desarrollar su enorme potencial en el óvalo de Kentucky, que quedaba a quince minutos en auto de WinStar y de la mirada de Walden, para luego transferirlo a los establos establos del legendario Baffert, el entrenador activo más exitoso en lo que se refiere a carreras "clásicas".<br />
<br />
Con Brisset, Justify pronto comenzó a demostrar de qué pasta estaba hecho, y, en el período de tres semanas desde el 19 de octubre hasta el 3 de noviembre, mientras los demás pura sangres de su generación se peleaban el cetro a Mejor Potrillo de 2 años en los clásicos de grupo 1 de fin de temporada, el enorme alazán realizaría sus primeros tres trabajos serios, el último de ellos una impresionante pasada de 600 metros en 36 segundos, sin casi esforzarse. Ya era hora de dar el siguiente salto.<br />
<br />
El alazán fue trasladado al aeropuerto de Keeneland y puesto en un avión rumbo a Los Ángeles, donde, en el hipódromo de Los Alamitos -conocido hasta hace pocos años por ser un hipódromo exclusivo de cuartos de milla-, lo recibiera Mike Marlow, el asistente de Baffert que gestionaba su equipo "B" en ese hipódromo.<br />
<br />
En la hípica moderna, donde los entrenadores son tan hombres de negocios como susurradores equinos y un pura sangre cruza un país en avión para competir en una carrera de un minuto y medio a 10.000 kilómetros de distancia, los asistentes son necesarios para que un entrenador con un establo del tamaño del de Baffert pueda dormir tranquilo en la noche, sabiendo que todas las bases estén siendo monitoreadas. En ese sentido, Marlow, un cuidador con décadas de experiencia, era uno de sus principales "mano derecha", y desde hacía varios años estaba encargado de gestionar el establo de Los Alamitos, donde el canoso compositor generalmente enviaba a sus potrillos más nuevos o de nivel inferior.<br />
<br />
La atenta mirada de Marlow había visto bajar de trailers similares al de Justify a otros diamantes en bruto como American Pharoah o el tordillo Arrogate, quienes meses después dejaban aquel hipódromo perdido para volar alto, apareciendo en reportajes internacionales, noticiarios en todo el país, y figurando en el círculo de ganadores de los mejores circos hípicos del globo con otras personas a su lado.<br />
<br />
Pero la triste realidad era que, sin que tuviera relación alguna con las capacidades del buen entrenador, ningún propietario que pagara los servicios de Bob Baffert quería a sus potrillos en el establo de Marlow. Todos los querían en Santa Anita, bajo la mirada del genio de cabello plateado, pues es sólo cuando un potro es trasladado ahí cuando sus dueños pueden tener la certeza de que el animal es tenido en alta estima.<br />
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Para Justify, ese momento iba a llegar poco menos de dos meses después de su llegada a Los Alamitos, cuando en enero de este año fuera transferido a Santa Anita, a realizar sus últimos preparativos de cara a su debut. Marlow, quién desde diciembre a mediados de enero había enviado al potro a la pista a realizar siete pasadas en la pista de Los Alamitos (exactamente una por semana), ya había estado hablándole del alazán a Baffert por un tiempo, llenándolo de alabanzas en cada uno de sus reportes posteriores. Viniendo de uno de sus ayudantes más experimentados, Baffert tenía sus sospechas de que el potrillo iba a ser bueno, pero nunca imaginó qué tanto.<br />
<br />
Para la primera pasada del potrillo en Santa Anita el 29 de enero, el entrenador no quiso dejar que el joven y prometedor jinete Drayden Van Dyke, quien entrenaba muchos de sus caballos, le diera rienda suelta al potrillo, y el animal recorrió 1000 metros en cómodos 1:01.20. Sin embargo, para el segundo entrenamiento del alazán una semana después, Baffert le pidió a Van Dyke que lo exigiera más a fondo, y Justify recorrió 1200 metros en increíbles 1:12.40, el mejor de todos los tiempos esa mañana.<br />
<br />
Cuando Baffert lo vio volver del trabajo en la pista sin siquiera resoplar fuerte, quedó convencido de que lo que veía era algo fuera de lo normal. "Los propietarios de mis potrillos siempre sueñan con que los llame para decirles que tienen un buen caballo." admitiría meses más tarde. "Ese día, hice unas cuantas llamadas".<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_CQTcXo6yGPVqShekZeM5OHd21U74mqrxFy913nVGpfvhWYK7f7gC_udl1Pr-7B7Clm66sDphGwFFCoFMtcFKmB6woJ74SuHERtxy4JT8SpS9ojHBIQ01ckRjsxdwbYd74WA-pZs2r48/s1600/justify+last+workout.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="708" data-original-width="882" height="512" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_CQTcXo6yGPVqShekZeM5OHd21U74mqrxFy913nVGpfvhWYK7f7gC_udl1Pr-7B7Clm66sDphGwFFCoFMtcFKmB6woJ74SuHERtxy4JT8SpS9ojHBIQ01ckRjsxdwbYd74WA-pZs2r48/s640/justify+last+workout.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Justify el 11 de febrero, en el último trabajo previo a su debut</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Como hacía semanas que Walden había empezado a chancearlo con Justify, preguntándole cada vez que hablaban por teléfono cuándo iba a sacarlo de Los Alamitos, el primer llamado de Baffert luego de esa segunda pasada fue para él: "Elliott, creo que tenemos algo especial", le dijo por el celular.<br />
<br />
Y Walden, si bien inicialmente emocionado al intuir que sus expectativas en torno al alazán estaban cada vez más cerca hacerse realidad, pronto adoptó una actitud de cautela, típica de quien ha estado alrededor de frágiles pura sangres por mucho tiempo. Sobre todo, cuando durante la conversación Baffert le notificó que "tenía un plan" para llegar con el potrillo al primer sábado de mayo en Churchill Downs.<br />
<br />
"Bob, no lo apures" fue la respuesta del CEO de WinStar, quién conocía los peligros de sobre-exigir a un joven potrillo demasiado temprano. No eran pocos los pura sangres de futuro promisorio que se habían arruinado por la avaricia de sus allegados, sobre todo ante la posibilidad de figurar en una carrera como el Kentucky Derby. Además, como Walden bien sabía, las posibildades de acabar de una vez por todas con la famosa maldición de Apollo tampoco eran muy grandes, si la experiencia de algo servía.<br />
<br />
De hecho, no había que remontarse mucho tiempo para acordarse de Bodemeister, uno de los mejores potrillos que Baffert había entrenado, el cual por un momento, cuando entró en la recta primero en el Derby de 2012, había amagado con convertirse en el primer ganador de la carrera en 130 años en no había competido a los 2 años. Lamentablemente para Baffert y para el jockey del potrillo, Mike Smith, el potro pagó caro las vertiginosas fracciones iniciales que había impuesto, y terminó siendo superado en los últimos metros de la carrera por I'll Have Another. Luego de sufrir un destino similar dos semanas en el Preakness, el animal nombrado por el hijo menor de Baffert sufriría una grave lesión, probablemente influida por las exigencias que se le habían impuesto en tan poco tiempo, y jamás volvería a pisar una pista.<br />
<br />
Pero Justify no era Bodemeister, y Baffert ya estaba empezando a darse cuenta de ello. "Elliott, este potrillo es algo especial. No te preocupes, tengo un plan" fueron sus palabras.<br />
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El velo que cubría a Justify de los ojos del mundo hípico estaba a punto de ser quitado.<br />
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<i>(Continuará en aproximadamente una semana, con la segunda entrega: "Corriendo contra la historia").</i></div>
Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-60845882171691711552014-08-30T13:18:00.000-03:002014-08-30T15:51:20.917-03:00Tom Durkin: El último adiós a un poeta del turf <i>"Secretariat is moving like a TREMENDOUS machine! ... Here comes Secretariat to the wire, an unbelievable, an amzing performance!"</i><br />
<br />
¿Quién no recuerda aquel clásico<i> </i>relato de Chic Anderson en el Belmont Stakes ganado por Secretariat en 1973? Aquellas palabras han alcanzado un grado tal de inmortalidad, que hoy en día son casi tan memorables como la carrera en sí, y casi más de 40 años después, no somos pocos los que podemos recitar los últimos 600 metros de aquel épico Belmont casi de memoria.<br />
<br />
Pues bien, si Chic Anderson era un relator excelente, qué decir del gran Tom Durkin, el sexagenario relator-poeta que mañana, luego de más de 40 años de actividad, dejará el micrófono para siempre. Con él se van años y años de memorias, de carreras que no hubieran sido lo mismo sin sus emocionantes y perspicaces frases acompañando la acción. Mentiría si dijera que no tuvo nada que ver en mi fanatismo por la hípica norteamericana, porque en un principio, cuando yo poco sabía de esto, fueron sus relatos de las carreras más importantes de las últimas décadas los que más me movieron.<br />
<br />
<a href="http://media.cmgdigital.com/shared/img/photos/2012/04/07/cc/c1/Tom_Durkin_850989a.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://media.cmgdigital.com/shared/img/photos/2012/04/07/cc/c1/Tom_Durkin_850989a.jpg" height="224" width="320" /></a>Desde Alysheba hasta Rachel Alexandra, pasando por Cigar y por Tiznow, su increíble don para capturar el momento con frases inolvidables lo convirtió en una verdadera leyenda. Pero probablemente fue otra de sus cualidades la que hizo que revolucionara el relato hípico. Al haber estudiado teatro en su juventud, Durkin siempre entendió que cada carrera es una historia que contar: cada una tiene un principio, un desarrollo en el que el drama va aumentando paulatinamente, y un clímax final. Incluso, según su visión de la hípica, en algunos casos las carreras también tienen "héroes" y "villanos": su forma de relatar a Cigar, a Holy Bull o a Rachel Alexandra, caballos amados por el país entero y casi siempre enormes favoritos en sus carreras, no era la misma que su forma de relatar una carrera normal en Aqueduct (aunque a ésta también le ponía emoción, lo hacía de otra forma). Aunque hoy muchos relatores hayan incorporado esto, Durkin fue el pionero en hacerlo, y con él llegó la transformación del antiguo relator que se limitaba a describir los hechos fríamente, al relator "moderno", ese que le pone su cuota de fanatismo, e incluso opina en pleno relato. Todo esto, sumado a su inconfundible voz, a su don para inventar frases en milésimas de segundos, a su gran sentido del humor (probablemente lo que lo impulsó a la fama de la que también goza entre las audiencias "no turfísticas") y a su gran profesionalidad (cada mañana estudia un "diccionario" personal de cientos de páginas con sinónimos, antónimos, y diferentes frases típicas que pueden ser usadas en una carrera) son las cualidades que, en mi opinión, hacen de Durkin el mejor relator hípico de todos los tiempos.<br />
<br />
Comenzó relatando carreras de cuartos de milla en ferias rurales a los 21 años (para ser contratado minió en la entrevista de trabajo, diciendo que era el asistente del relator de Arlington Park). Y sólo 13 años después, en 1984, tras haber llevado su voz por varios hipódromos de purasangres en Florida y Kentucky, dio el saltó a la fama nacional al convertirse en el relator oficial de un naciente evento que cambiaría a la hípica norteamericana para siempre: la Breeders' Cup. Con ese primer gran trabajo (en el que estuvo hasta 2005) le llegaron momentos inolvidables, como sus épicos relatos de Alysheba y Ferdinand, Personal Ensign, Sunday Silence y Easy Goer, o Cigar. Pero eso no fue todo, porque desde 2001 Durkin también se desempeño como el relator oficial de las tres carreras de la Triple Corona para la <i>NBC, </i>un cargo que ocupó hasta la temporada 2010, cuando renunció inesperadamente, citando estrés. Quienes lo conocen, dicen que su relato del Derby de 2009, en el que no vio al sorprendente ganador Mine That Bird hasta faltando 50 metros para el disco, tuvo mucho que ver en esa decisión.<br />
<br />
Además de todo esto, cabe mencionar que, desde 1990, Durkin ha sido la voz oficial de NYRA, un puesto que le permitió relatar todas las carreras de los hipódromos de Aqueduct, de Belmont Park, y de Saratoga, el hipódromo ícónico del turf americano y el lugar donde Durkin (que vive a 6 cuadras de allí) siempre había soñado relatar. Es allí, en Saratoga, donde mañana, tras varias décadas de emocionarnos con su voz, Durkin dejará el relato para siempre. Para los fanáticos de sus relatos como yo, su lugar dejará un vacío imposible de llenar...<br />
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<i>(A continuación dejo un ranking con las que son, para mí, algunas de los mejores relatos de Tom Durkin. He tenido que dejar grandes momentos afuera, pero seleccionar sólo 12 de los mejores relatos de un relator de esta calidad no fue nada fácil. Además, hay que tener en cuenta que, siendo muchas de las frases de Durkin rimas, mucho se pierde en la traducción)</i><br />
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<b>12- <i>"Afleet Alex just run right by Giacomo like he was standing still!"</i> - 2005 Belmont Stakes</b><br />
"¡Afleet Alex acaba de pasar por al lado de Giacomo como si (Giacomo) estuviera quieto!" El estupor en la voz de Durkin captura a la perfección uno de los movimientos más electrizantes de la historia de la Triple Corona.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/1P4tZ-wVCXQ?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<b><br /></b>
<b><br /></b>
<b><br /></b>
<b>11-<i> "He was as fast as SECRETARIAT!" </i>- 2001 Kentucky Derby</b><br />
"Fue igual de rápido que Secretariat!" En el primer Derby de Durkin, Monarchos corrió el Derby más rápido desde Secretariat en 1973, y Durkin no sólo estuvo atento al suceso (algo que a muchos relatores se les pasaría en plena carrera), sino que lo llenó de emoción.<br />
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<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/_UMhYwri-go/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/_UMhYwri-go&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/_UMhYwri-go&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<b><i><br /></i></b>
<b><i><br /></i></b>
<b><i><br /></i></b>
<b>10- <i>"Lion Heart is all heart! Smarty Jones is all out!" </i>- 2004 Kentucky Derby</b><br />
"¡Lion Heart es puro corazón! ¡Y Smarty Jones lo deja todo!" Una de las frases más memorables de Durkin en el triunfo más importante de uno de mis caballos favoritos.<br />
<b><br /></b>
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/HqdItLlti6c?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<b><br /></b>
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<b>9- <i>"Oh my...This is the greatest comeback since Lazarus!"</i> - 1998 Breeders' Cup Mile</b><br />
"Oh Dios...está es la reaparición más impresionante desde Lázaro" Así describió Durkin el triunfo de Da Hoss en la Breeders Cup Mile de 1998 luego de que el zaino hubiese corrido solo una carrera en los 2 años anteriores.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/KPBnlRMcyi0?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<b>8- <i>"Here, indeed, is a SUPERSTAR!"</i> - 1991 Breeders' Cup Juvenile</b><br />
"¡Esto, ciertamente, es una superestrella!" fue el relato de Durkin al ver por primera vez en vivo al sensacional Arazi, en la recordada Breeders' Cup Juvenile de 1991.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/VwlNybRNnOk?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<b>7- <i>"And it's gonna be...A FILLY IN THE BELMONT!"</i> - 2007 Belmont Stakes</b><br />
"Y va a ser...¡una potranca en el Belmont!" exclamó Durkin emocionado, al ver a Rags To Riches vencer a Curlin y convertirse en la primer hembra en ganar el Belmont Stakes en 102 años.<br />
<b><br /></b>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/nQcGAJhC3wg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<b><br /></b>
<b><br /></b>
<b><br /></b>
<b>6- <i>"Was it Real Quiet or was it Victory Gallop? A picture is worth a thousand words. This photo is worth 5 million dollars! Oh, no! History in the waiting!" - </i>1998 Belmont Stakes</b><br />
"¿Fue Real Quiet o fue Victory Gallop? Una foto vale por mil palabras... ¡Esta foto vale 5 millones de dólares! ¡Oh no! ¡Estamos al borde de la historia!" Real Quiet buscaba convertirse en el primer triple coronado en 20 años, y con ello obtener un premio de 5 millones de dólares ofrecido por Visa. Pero su rival Victory Gallop estaba pronto para arruinarle la tarde. Colada entre ellos, una de las mejores frases del grandioso Tom Durkin...<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/pIRP4UbrCg8?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<b><br /></b>
<b><br /></b>
<b><br /></b>
<b>5- <i>"Borrego! Borrego is inhaling horses one at a time with a sensational blitz on the far turn...Borrego CA-TA-PUL-TING past the field! (...) Borrego just blew them away and he is IN HAND...IN HAND for the final furlong!"</i> - 2005 Jockey Club Gold Cup</b><br />
¡Borrego! Borrego está engullendo rivales uno tras otro con una aceleración impresionante en el codo... ¡Borrego pasa al lote como impulsado por una catapulta! ¡Borrego simplemente los dejó parados y corre sin exigencias!...¡sin exigencias en el último furlong!" Nada más que decir, sólo que, como con casi todos los demás videos, la magia del relato de Durkin puede perder poder con la traducción.<br />
<b><br /></b>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/iUbnpreuD4Q?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<b>4- <i>"But there is cause for CONCERN!"</i> - 1994 Travers Stakes</b><br />
"¡Pero hay una causa de procupación!" Ya lo hemos dicho, en la traducción se pierde parte de la magia, pues Durkin juega con el nombre de Concern ("preocupación" en inglés), el rival del favorito del pueblo, Holy Bull. Este es un típico ejemplo del <i>approach </i>heroe-villano con el que Durkin solía jugar.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/7Jpgz0jtbJg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<b>3- <i>"And here he is: The unconquerable, invincible, unbeatable Cigar!"</i> - 1995 Breeders' Cup Classic</b><br />
"¡Y aquí está: el inquebrantable, invencible, imbatible Cigar!" Problemente haya sido pensado antes de la carrera, pero lo cierto es que han pasado casi 20 años de aquel Classic de Cigar, y aún hoy el "slogan" de Durkin sigue vigente.<br />
<b><br /></b>
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/ydT4SRxZT1Y?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<b>2- <i>"Tiznow wins it for America!"</i> - 2001 Breeders' Cup Classic</b><br />
"¡Tiznow lo gana para Estados Unidos!" Podremos ser estadounidenses o no, pero lo cierto es que el relato de Durkin de aquel Classic, corrido apenas un mes después de los ataques del 11 de setiembre en un hipódromo de Nueva York, y definido por un caballo norteamericano y otro propiedad de un jeque árabe, es simplemente sensacional.<br />
<b><br /></b>
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<b>1- <i>"The two Derby winners, hit the wire together!"</i> - 1987 Breeders' Cup Classic</b><br />
"¡Los dos ganadores del Derby, llegan al disco juntos!" Fue una de las mejores carreras en la historia de la Breeders Cup, en la que los ganadores del Kentucky Derby de los dos años anteriores llegaron al disco cabeza a cabeza. El sonido del clamor de la multitud más la emocionada vos de Durkin elevan la emoción a límites inimaginables.<br />
<b><br /></b>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-77793745632752818912014-05-30T12:57:00.004-03:002014-05-30T12:59:36.750-03:00Recordando... Sunday Silence y Easy Goer<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIkGeIMlkwBCUpsBlBiOvhuTuEGXDxZVjC7ZFaMAKchtuja_SnG6vyA1ImNIq4xzl4OMLcZlzwrz0phP3Nzk-IX8SBmhYRC-rbNBC6h-L61gicC6t0CCkDWt3zj7U0MRfH4Mbzh7g4O_c/s1600/Sunday-Silence-Preakness-Head-On-72dpi.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIkGeIMlkwBCUpsBlBiOvhuTuEGXDxZVjC7ZFaMAKchtuja_SnG6vyA1ImNIq4xzl4OMLcZlzwrz0phP3Nzk-IX8SBmhYRC-rbNBC6h-L61gicC6t0CCkDWt3zj7U0MRfH4Mbzh7g4O_c/s1600/Sunday-Silence-Preakness-Head-On-72dpi.jpg" height="400" width="316" /></a></div>
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<i>Sunday Silence, Easy Goer. </i><br />
<i><br /></i>
<i>Han pasado veinticinco años, y </i><i>aún resulta imposible nombrar a uno sin referirse al otro. </i><i>Veinticinco años, y el solo recuerdo de sus dos cuerpos recorriendo la recta flanco a flanco sigue erizando la piel de los fanáticos hípicos como si fuera la primera vez. </i></div>
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<i><br /></i></div>
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<i>Se vieron las caras por primera ocasión el primer sábado de mayo de 1989 en Churchill Downs, y por última apenas seis meses después, en la Breeders' Cup Classic de Gulfstream Park, conocida como "La Carrera de la Década". Sin embargo, puede afirmarse casi con certeza que, salvo el caso de Affirmed y Alydar, ninguna otra rivalidad en la historia del turf ha hecho latir los corazones de los aficionados con tanta fuerza como la suya. </i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Los dos potrillos habían sido criados en establecimientos vecinos de Paris, Kentucky, pero sus orígenes eran casi opuestos: Sunday Silence era el “patito feo”, un zaino negro y desgarbado al que nadie quería en las subastas; mientras que Easy Goer, por su parte, parecía estar destinado desde el momento de su nacimiento a ser el caballo perfecto. </i><br />
<i><br /></i>
<i>Juntos, sin embargo, nos regalarían una de las mayores rivalidades en la historia del deporte.</i></div>
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<b>Easy Goer</b></div>
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Con los años lo terminarían llamando “El Héroe de Nueva York”, pero Easy Goer había nacido en Paris, Kentucky, en las verdes pasturas del histórico Claiborne Farm. Propiedad del famoso Odgen Phipps, patriarca del turf neoyorkino y presidente del Jockey Club Norteamericano, el alazán con la mancha blanca en la frente era un hijo de Alydar por Relaxing, una hija del legendario Buckpasser (el mejor caballo que había tenido Phipps) que no sólo había sido múltiple ganadora de grupo 1 y campeona en las pistas, sino que también había producido a la ganadora de grupo 1 Cadillacing, que también era hija de Alydar. </div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7506iqkXywnhuJVi1aP63VQ5a7CVz6SyYt7ibp9FT6DHMD65FqpLWcHBpapuhBSDZNKEJaxyjBRMII1x998V8xFKty6ReesF4-a4trpAmFyglKFzpYqg63kJb_I-WGRRqK2WQbDtX6YA/s1600/Relaxing-EasyGoer.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7506iqkXywnhuJVi1aP63VQ5a7CVz6SyYt7ibp9FT6DHMD65FqpLWcHBpapuhBSDZNKEJaxyjBRMII1x998V8xFKty6ReesF4-a4trpAmFyglKFzpYqg63kJb_I-WGRRqK2WQbDtX6YA/s1600/Relaxing-EasyGoer.jpg" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Easy Goer y su madre Relaxing</td></tr>
</tbody></table>
Phipps, probablemente el criador con más influencia en la historia del turf norteamericano, y sin dudas uno de los miembros de la realeza del deporte, había sido el dueño del gran Bold Ruler, padrillo famoso por ser el padre del Secretariat, el más grande campeón de todos los tiempos. Un Secretariat al que Phipps había visto nacer, sólo para perderlo en una tirada de moneda ante Penny Chenery, dueña de la madre del gran campeón. O peor aún: Phipps había ganado la tirada de moneda, pero había elegido a otro caballo en vez de a Secretariat, en una decisión de la que se arrepentiría por el resto de sus días. Para 1986, cuando naciera el hijo de Relaxing, el veterano criador, a pesar de ser venerado en el mundo entero, jamás había ganado un Kentucky Derby, y todavía seguía esperando la de ese campeón que le diera el único título que le faltaba.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ya desde el primer momento en que tocó el piso al nacer, muchos pensaron que aquel alazán iba a ser ese caballo. Porque Easy Goer era tan grandioso, tan increíblemente perfecto, que resultaba imposible no emocionarse pensando en su futuro. Absolutamente todo en él -desde su pedigree, que era producto de varias generaciones de la mejor sangre de Phipps, hasta su imponente aspecto físico, pasando por su personalidad-, invitaba a soñar con la gloria eterna, y eso fue lo que hicieron sus allegados. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y como su entrenador Shug McGaughey expresaría años más tarde, a pesar de que las ilusiones en torno al hijo de Alydar habían sido enormes ya desde un principio, una vez que fue puesto sobre una pista, cada uno de sus trabajos alrededor del óvalo no hizo más que incrementar las esperanzas en torno a él. Antes incluso de su debut ya muchos hablaban de aquel gran alazán de Phipps como una seria promesa, y no eran pocos los fanáticos y periodistas que por aquel tiempo ya se animaban a apodarlo “Big Red”, en alusión a su parecido físico con Secretariat.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga06qu-o1SBtVAMq331bWhaC4YMg7xzGvVwnf9khyphenhyphenemo91gJORgmWQAswKVaU2ijdrXwdlSN6iJrHMsFaqMk8xAOCqVbq8u30idM9Aj6fIg95WSgZfySqZgoiWWnmwUnWOoBzJA1BCWnA/s1600/easy+goer+-+cowdin+stakes.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga06qu-o1SBtVAMq331bWhaC4YMg7xzGvVwnf9khyphenhyphenemo91gJORgmWQAswKVaU2ijdrXwdlSN6iJrHMsFaqMk8xAOCqVbq8u30idM9Aj6fIg95WSgZfySqZgoiWWnmwUnWOoBzJA1BCWnA/s1600/easy+goer+-+cowdin+stakes.jpg" height="317" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Ganando el Cowdin con facilidad</td></tr>
</tbody></table>
Pero, al igual que en la primera carrera de Secretariat, el debut de Easy Goer ese primero de agosto de 1988 en Belmont Park no estaría exento de complicaciones. Partiendo como el enrome favorito en una carrera para perdedores sobre 1200 metros, el nieto materno de Buckpasser -que como en toda su carrera sería montado por el célebre Pat Day-, tuvo todo tipo de problemas en el trayecto, pero una vez que vio la luz arremetió como un rayo, y llegó a sólo un hocico de la victoria.<br />
<br />
Sería una dura derrota para sus allegados, pero la revancha no tardaría en llegar: apenas 18 días más tarde, esta vez sobre la arena del histórico Saratoga, Easy Goer empezaría a demostrar su verdadero potencial, saliendo de perdedor con extrema facilidad sobre 1400 metros. Luego, el alazán ganaría una condicional sobre 1300 metros en Belmont Park por 5½ cuerpos y llegando a sólo 1/5 de segundo del récord de pista de 1:15 1/5, para después añadir a su palmares otros fáciles triunfos en el Cowdin (Gr.1) y el Champagne Stakes (Gr. 1), ambos en Belmont Park. En éste último, Easy Goer encontró la luz al entrar en la recta, y en un pestañeo ya se había separado de sus rivales, estirando diferencias con cada una de sus enormes brazadas para llegar al disco con 4 cuerpos de ventaja y en un excelente guarismo de 1:34 4/5, el cuarto mejor en los 122 años de historia de la carrera. </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tan impresionantes habían sido sus victorias que para cuando a principios de noviembre el imponente alazán llegó a Churchill Downs para disputar la quinta edición de la Breeders' Cup Juvenile (Gr. 1), era el mayor favorito en la historia de la competencia. Además, por si esto fuera poco, el hijo de Alydar también saldría a la pista esa tarde pagando incluso menos que las otras dos grandes estrellas de la Breeders' Cup de ese año: el venerado Alysheba, otro gran hijo de Alydar que intentaba retirarse como el caballo más rico de la historia por medio de una victoria en el Classic; y la invicta Personal Ensign, que al igual que Easy Goer era propiedad de Phipps y entrenada por McGaughey, y que buscaba ganar el Distaff para convertirse así en el primer pura sangre en 80 años en retirarse como campeón invicto.</div>
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<br /></div>
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Ningún potrillo desde Devil’s Bag, y antes que el Secretariat, había elevado tanto los ánimos de la afición norteamericana cómo lo había hecho Easy Goer en aquel otoño de 1988, y, aún antes de aquel Juvenile, el hijo de Alydar ya era considerado un enorme favorito para el Derby y la Triple Corona del año siguiente. El dominio que ejercía sobre sus rivales de turno, así como sus tiempos y la facilidad con que todo lo hacía resultaban sorprendentes, y cuando el gran alazán entró a las gateras aquella lluviosa tarde de noviembre, hasta el más novato de los fanáticos del hipódromo sabía que aquel caballo era lo más cercano a una reencarnación de Secretariat que fueran a ver en sus vidas. </div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha0DTI49jVECuklnJV96zhsXOScMv9vWxHOBMt3DWzlrNKmOaFHi_8FH130OVOBmhp6BGFED87kRSfzYgKji5-nGHeu3cQbYEkIstGYpNfZgSigX-bZ2uOcONBOuF8C6USxhFQC9NFys4/s1600/wood+memorial1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha0DTI49jVECuklnJV96zhsXOScMv9vWxHOBMt3DWzlrNKmOaFHi_8FH130OVOBmhp6BGFED87kRSfzYgKji5-nGHeu3cQbYEkIstGYpNfZgSigX-bZ2uOcONBOuF8C6USxhFQC9NFys4/s1600/wood+memorial1.jpg" height="320" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Desprendiéndose en la recta del Wood Memorial</td></tr>
</tbody></table>
Sin embargo, ese día el pupilo de McGaughey jamás se sintió cómodo en la pista fangosa de Churchill Downs, y para el estupor de los miles de fanáticos que esperaban verlo vencer con holgura, terminaría llegando al disco segundo, 1 cuerpo por detrás del puntero Is It True, un pupilo de D. Wayne Lukas al que ya había vencido fácilmente en tres de sus cuatro victorias previas. Terminada la carrera, Pat Day le atribuiría la derrota al estado de la pista, alegando que el potrillo nunca se había sentido a gusto corriendo en ella. Y aunque el sabor amargo de aquella derrota seguiría sobrevolando el ambiente hípico durante los siguientes meses, lo cierto es que Easy Goer no iba a perder ni un ápice de credibilidad en la mente de los fanáticos. En enero del año siguiente sería elegido como el "Mejor Potrillo de 2 Años" de la temporada, y, cuando tras la Breeders' Cup McGaughey lo llevara al estado de Florida para un merecido descanso invernal, el alazán seguiría siendo el enorme favorito de cara al Kentucky Derby del año siguiente.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y si en el otoño de 1988 Easy Goer había sido dominante, cómo expresar lo que fue durante los primeros cuatro meses de 1989. Después de pasar unos meses recuperando energías y desarrollando aún más su imponente físico, el alazán volvió a las pistas a principios de marzo en los 1400 metros del Swale Stakes, en Gulfstream Park, arremetiendo por afuera para ganar por casi 9 cuerpos en fantásticos 1:22 1/5, el mejor tiempo del año para la distancia en ese hipódromo. Luego, el hijo de Alydar viajó a Nueva York, y, en una de las performances más espectaculares en la historia ganó el Gotham Stakes (Gr. 2) de Aqueduct por 13 cuerpos, corriendo los 1600 metros de la carrera en un tiempo récord de pista de 1:32 2/5, a solo 1/5 de segundo del memorable récord mundial de Dr. Fager y casi 1 segundo más rápido que el <i>“stakes record”</i> de Secretariat. Incluso al día de hoy, ningún potrillo de 3 años ha recorrido la milla en un tiempo más rápido que el que marcó Easy Goer aquella tarde. Pero lo que lo hacía todo aún más increíble, era que el pupilo de McGaughey no parecía siquiera estar esforzándose.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Wood Memorial (Gr. 1) corrido también en Aqueduct dos semanas después del Gotham, terminó por ser otro trámite, con Easy Goer desprendiéndose fácilmente de sus rivales para ganar por 3 cuerpos, en lo que iba a ser su última preparatoria de cara a la "carrera de las rosas". No fue una performance tan espectacular como la del Gotham, pues esta vez el alazán había llegado a más de 3 segundos del récord de Aqueduct para los 1800 metros. Pero la pista estaba muy profunda ese día, y aunque Pat Day parecía haber guardado muchas energías para Kentucky, Easy Goer igual había recorrido los últimos 200 metros de la carrera en excelentes :12 1/5.</div>
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Invicto en tres presentaciones ese año, y con un promedio de margenes de victoria de exactamente 8 1/4 cuerpos en esa temporada, el notable hijo de Alydar se tomó un par de días de descanso luego del Wood Memorial. Y cuando el miércoles después de la carrera McGaughey lo subió a un avión con rumbo a Churchill Downs, tanto los fanáticos como los expertos se frotaban las manos, pues hacía más de 10 años, desde los tiempos del gran Spectacular Bid, que ningún potrillo llegaba al Kentucky Derby con tantas expectativas de Triple Corona.<br />
<br />
Lo que nadie sabía, era que aquel fantástico hijo de Alydar estaba pronto a encontrarse con su propia versión de Affirmed.</div>
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<b>Sunday Silence</b></div>
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Un zaino oscuro, casi negro excepto por una larga mancha que le cruzaba la frente, Sunday Silence era un hijo de Halo y Wishing Well, por Understanding. Al igual que su futuro rival, había sido criado en Paris, Kentucky, y nada más ni nada menos que por Arthur B. Hancock III, cuyo abuelo Arthur B. Hancock había creado en 1910 el histórico Claiborne Farm, el lugar de nacimiento de Easy Goer. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hancock III era el primogénito del famoso Arthur “Bull” Hancock II, el hombre que había convertido a Claiborne en uno de los mejores criaderos de purasangres del mundo, reconocido, entre otras cosas, por ser el lugar de nacimiento del gran Secretariat. Sin embargo, tras la muerte de Bull en 1972, una junta de consejeros amigos del difunto, liderados por Ogden Phipps, el dueño de Easy Goer, decidió dejarle la dirección de Claiborne a su hermano menor, Seth Hancock, que a pesar de tener solo 23 años parecía más tranquilo y responsable que Arthur. Arthur jamás llegaría a asimilar semejante golpe, y pasado el tiempo intentaría demostrar que Phipps y los demás que se habían equivocado, creando su propio establecimiento, Stone Farm, ubicado al lado de Claiborne, y en donde en 1986 nacería Sunday Silence.</div>
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<br /></div>
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Y si Easy Goer era el caballo que todos querían, Sunday Silence era lo opuesto. Su pedigree no era nada malo; de hecho, era bastante bueno: Halo ya había demostrado ser un buen padrillo, sobre todo al engendrar a Devil's Bag, uno de los mejores potrillos de 2 años de todos los tiempos, y Wishing Well era una múltiple ganadora clásica con más de U$S 300.000 en premios acumulados. Sin embargo, el aspecto del potro, que era alto, desgarbado, y con rodillas defectuosas, no resultaba muy atractivo para nadie, y Arthur, que lo vio por primera vez galopando en el campo a los pocos días de nacer, parecía ser el único en ver algo en él.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Luego de que el animal casi mueriera de un extraño virus antes de cumplir el año de vida, Ted Keefer, un consejero de su dueño y criador Thomas Tatham, fue a verlo a Stone Farm, y enseguida le recomendó ponerlo en venta lo antes posible, no sin antes decirle a Arthur que "la única vez que este caballo tenga un manto de rosas encima va a ser el día que lo entierren". </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6PzLB-Iq3QRS7XlHuvo5FiDHL3-GS0HazXptaiJltWwRAgaJrnTVy2QjkzaMuGrOQjKjn0PrCRgshpFbhpAIIY75kZ7vMPkoBKSVI2HWKWrePJatJFeObRde4d6yvUBPa5QfqGEvwZXM/s1600/sunday+silence+keeneland+1987.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6PzLB-Iq3QRS7XlHuvo5FiDHL3-GS0HazXptaiJltWwRAgaJrnTVy2QjkzaMuGrOQjKjn0PrCRgshpFbhpAIIY75kZ7vMPkoBKSVI2HWKWrePJatJFeObRde4d6yvUBPa5QfqGEvwZXM/s1600/sunday+silence+keeneland+1987.jpg" height="288" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Desgarbado y feucho, Sunday Silence no atrajo compradores en Keeneland</td></tr>
</tbody></table>
Siguiendo el consejo de Keefer, Tatham puso a Sunday Silence a la venta, inscribiéndolo en las subastas de Keeneland del verano de 1987. Sin embargo, cuando Hancock, que estaba en el remate, vio que el oscuro iba a ser adquirido por apenas U$S 10.000, pensó que su amigo estaba haciendo un pésimo negocio, y decidió empezar a pujar hasta quedárselo por solo U$S 17.000. Una vez que recibió el ticket de la compra, se lo llevó a Tatham, explicándole que el potrillo habría sido prácticamente regalado de no haber sido por su intervención, y esperando que su amigo le pagara la compra y le agradeciera el gesto. Pero Keefer fue insistente con su jefe, y el criador le dijo al dueño de Stone Farm que no quería saber nada con el hijo de Wishing Well. Así, Hancock, que por aquellos días estaba sumido en un mar de deudas, no tuvo más remedio que quedarse con Sunday Silence.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al año siguiente, cuando el hijo de Halo ya hubo sido domado, su nuevo propietario decidió intentar hacer un negocio de aquella compra impulsiva y errónea, y lo llevó a una subasta en California, donde esperaba venderlo por al menos U$S 50.000. Sin embargo, por segunda vez el hijo de Wishing Well no fue del agrado de nadie, y Hancock, al ver que se iba a ir por un precio muy inferior al que él esperaba, decidió “re-comprarlo” y quedárselo, pagando U$S 32.000 por el oscuro, y haciendo lo que en el momento le pareció un pésimo negocio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero aunque todo lo que podría haber salido mal con el hijo de Halo ya parecía haber salido mal, su propietario jamás imagino el nuevo golpe que el destino le estaba por asestar. El conductor del tráiler que llevaba a Sunday Silence desde California hasta Nueva York, donde Stone Farm preparaba a sus potrillos para las carreras, sufrió un infarto mientras conducía por una carretera en el sur de Texas, falleciendo en el instante y provocando que el vehículo, con el joven caballo adentro, volcara en medio de la ruta. Varios de los otros pura sangres que viajaban en el trailer perdieron la vida en el accidente, pero aunque Sunday Silence logró sobrevivir, todos pensaron que jamás iba a poder llegar a correr. Pasó diez días en una clínica en Oklahoma, y luego fue llevado a Stone Farm, donde, en lo que Hancock luego describiría como "un milagro", el oscuro se recuperó totalmente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decidieron llevarlo a California, donde lo pusieron al cuidado de Charlie Whittingham, probablemente el entrenador más exitoso y venerado de todos los tiempos, que por ese entonces, con 75 años, ya integraba el Salón de la Fama y que acababa de ganar su primer Kentucky Derby con Ferdinand hacía dos años, en 1986. Whittingham, al que todos apodaban “El Águila Calva”, sabía lo que era tener un campeón en sus manos, y no tardó mucho en darse cuenta que aquel oscuro flaco y desgarbado tenía un talento sobrenatural. “Este negrito sí que puede correr” le dijo a Hancock la primera vez que lo llamó por teléfono, a lo que éste, que se encontraba en problemas financieros, decidió venderle un 50% del caballo. Luego Whittingham iba a terminar vendiendo vendiendo la mitad de sus intereses en el hijo de Halo a Ernest Gaillard, y así, casi como sin quererlo, los tres dueños del potrillo crearían la sociedad que pasaría a la historia como “H-G-W Partners”. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaGGR44c1XWRiWAbuz9SpoOPm-2_XBd_XyzbCUHXT2G9Ec4aEas7AUxJAGsD_yWdlEj2kQFVnXZ8CobZ01maaBUcVUtR9hhhzDUmNIgtDMw7WCug3yWIl3EZfbfK3J6DxbfxhyED_7u3c/s1600/5520070925_1992f21e41.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaGGR44c1XWRiWAbuz9SpoOPm-2_XBd_XyzbCUHXT2G9Ec4aEas7AUxJAGsD_yWdlEj2kQFVnXZ8CobZ01maaBUcVUtR9hhhzDUmNIgtDMw7WCug3yWIl3EZfbfK3J6DxbfxhyED_7u3c/s1600/5520070925_1992f21e41.jpg" height="400" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Whittingham (derecha, saco azul), camina con su estrella</td></tr>
</tbody></table>
Sunday Silence debutó a fines de octubre de 1988 en Santa Anita Park, y, al igual que Easy Goer, lo hizo perdiendo. Montado por Pat Valenzuela, un joven de talento inigualable pero con un pasado de drogas y alcohol, el zaino, precedido de grandes trabajos matutinos, partiría como el enorme favorito de aquella carrera para perdedores corrida sobre 1300 metros. Sin embargo, a pesar de mostrar una gran aceleración en el codo, el potrillo iba a regalar la carrera tras correr erráticamente durante toda la recta, llegando al disco segundo, a sólo un pescuezo del ganador. Esas dos características, la de correr más que sus rivales en el codo y la de zigzaguear en la recta, lo iban a acompañar al zaino a lo largo de toda su carrera.</div>
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Volvió a competir a las dos semanas, esta vez en Hollywod Park, saliendo de perdedor en gran forma al ganar por 10 cuerpos en 1:09 2/5 para los 1200 metros, a pesar de haberse abierto notoriamente en la recta. Pero Whittingham no encontraba la forma de enderezar al oscuro, y en la que sería su última carrera de 1988, Sunday Silence volvería a a zigzaguear en la recta, para llegar segundo a apenas una cabeza del muy acreditado Houston, un veloz hijo de Seattle Slew que con apenas 1 año de vida había costado U$S 2,9 millones en Keeneland, y que había llegado a aquella condicional tras debutar ganando por 13 cuerpos. </div>
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Tras un descanso de varios meses, Sunday Silence empezaría su campaña como potrillo de 3 años el segundo día de marzo de 1989. Esa tarde, mientras los ojos del mundo hípico se posaban en la costa este, donde 48 horas después iba a retornar el campeón de la temporada anterior Easy Goer en el Swale Stakes, el oscuro de Hancock vencería cómodamente por casi 5 cuerpos en una condicional sobre la pista fangosa de Santa Anita. Después de eso, Whittingham, convencido de que el zaino podía llegar al Derby, lo anotaría para correr en el San Felipe Stakes (Gr. 2), un histórico clásico corrido sobre 1700 metros en Santa Anita. Iba a ser la primera ocasión en la que el hijo de Halo competiera corriendo alrededor de dos codos, y además se tendría que ver las caras con Music Merci, un talentoso hijo de Stop The Music que a los 2 años había obtenido el prestigioso Del Mar Futurity (Gr. 1), y que llegaba al San Felipe después de ganar el San Rafael Stakes (Gr. 2) por 9 cuerpos, lo que lo perfilaba como uno de los favoritos en la previa del Kentucky Derby. </div>
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<br /></div>
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<a href="http://0.tqn.com/d/horseracing/1/0/e/Y/sunday1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://0.tqn.com/d/horseracing/1/0/e/Y/sunday1.jpg" height="285" width="320" /></a>Eso fue lo que evitó que Sunday Silence partiera como el favorito de la carrera. Pero no fue motivo suficiente para que el nieto de Understanding despachara a Music Merci y al resto del lote con extrema facilidad, para ganar el San Felipe por 1 3/4 cuerpos en un tiempo de 1:42 3/5 y dejar a sus allegados con la certeza de que poseían un potrillo con altas probabilidades de ser actor principal el primer sábado de mayo en Churchill Downs.</div>
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<br /></div>
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Sin embargo, a pesar de sus admirables tabuladas, para el día del Santa Anita Derby (Gr. 1), corrido menos de un mes después sobre 1800 metros, la atención del público no estaría centrada en el negro hijo de Halo. En cambio, la gran mayoría de los fanáticos esperaba por una nueva actuación magistral de Houston, el pupilo de D. Wayne Lukas que ya sabía lo que era vencer a Sunday Silence, y que llegaba a su última preparatoria de cara al Kentucky Derby invicto en tres presentaciones y tras una contundente victoria por 10 1/2 cuerpos en el Bay Shore Stakes (Gr. 2) de Aqueduct. De salir victorioso ante Sunday Silence nuevamente, el apuesto hijo de Seattle Slew viajaría a Churchill Downs como uno de los favoritos de cara al Derby, y como el único potrillo de 3 años en todo el país con el potencial necesario para hacerle carrera al gran Easy Goer. </div>
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Lo que nadie sabía, era que Sunday Silence iba a robarse el show esa tarde.</div>
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Después de golpearse levemente con Houston en la largada, el hijo de Halo se ubicaría tercero de éste y de Music Merci en los tramos iniciales de la carrera, y, al menos hasta el momento en que dejaron el opuesto, parecía que cualquiera de los tres buenos potrillos podía llegar a ganar. Pero solo hasta ahí.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpUg3IjmmM1mbZ7jh7ZixnskF5V07VHV7rMM7rUXcjdpLkSMLrP8hlBpW_XRCN5cY3D9bbAgNeuaCrDEITTDdE-eOdEyXkgcEf970T72CMm6nF6f7EducINJ6Bs7paNfGhSiezoaVfUAw/s1600/SundaySilence202.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpUg3IjmmM1mbZ7jh7ZixnskF5V07VHV7rMM7rUXcjdpLkSMLrP8hlBpW_XRCN5cY3D9bbAgNeuaCrDEITTDdE-eOdEyXkgcEf970T72CMm6nF6f7EducINJ6Bs7paNfGhSiezoaVfUAw/s1600/SundaySilence202.jpg" height="297" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Ganando el Santa Anita Derby por margen récord</td></tr>
</tbody></table>
Porque en el preciso instante en que dejaron la recta opuesta, Valenzuela dejó ir a Sunday Silence, y el zaino empezó a mostrarle al mundo lo que era capaz de hacer en los codos. Con su jinete inmóvil sobre los estribos, el caballo cambió de mano con la velocidad de un rayo, y antes de que Cordero o Pincay –a bordo de Houston y Music Merci respectivamente– pudieran darse cuenta, ya los había dejado atrás. Houston, el potrillo de los 3 millones de dólares, no tardó en quedarse sin restos, y empezó a perder posiciones ante los que venían frescos desde el fondo. Pero estos tampoco parecían poder lidiar con Sunday Silence, que para cuando cruzaron el palo de los 400 metros ya llevaba un un cuerpo y medio de ventaja sobre Music Merci. Un cuerpo y medio que pronto se convirtieron en dos, y después en tres. Tanta era la facilidad con la que se desprendía del lote el hijo de Halo, que para cuando entraron en la recta final, y aún faltando 300 metros para el disco, el relator Trevor Denman exclamaría impresionado: <i>“Pat Valenzuela hasn’t moved! I think the Derby is over!”</i>.<br />
<br />
Ya en el derecho, Sunday Silence se cerró un poco al recibir un fustazo en el anca derecha, pero eso no lo detuvo, y el pingo continuó alejándose de sus competidores sin piedad, como si quisiera humillarlos mas que vencerlos. Llegó al disco 11 cuerpos por delante de su más cercano escolta, Flying Continental, en lo que aún hoy continúa siendo el margen de victoria más amplio en la historia de la carrera. Y su tiempo para los 1800 metros, aunque no fue descomunal, fue un muy buen guarismo de 1:47 3/5.</div>
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Terminada la carrera, las cámaras no tardaron en enfocar a Whittingham, que, para sorpresa de muchos, en ese momento tenía una expresión seria, y no de júbilo cómo era de esperarse. Como diría Dave Johnson en la transmisión televisiva, el “Águila Calva” lucía de esa forma porque tenía un ojo puesto en Churchill Downs, y el otro fijo en Easy Goer.</div>
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<b>El Kentucky Derby: comienzo de una rivalidad </b></div>
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Como escribiría la <i>Blood-Horse</i> años más tarde, lo único que significaba la aplastante victoria de Sunday Sunday en Santa Anita era que Easy Goer "iba a tener al menos un digno rival en su carrera por la Triple Corona". Pues, por más brillante que hubiese sido la performance del hijo de Halo en la costa oeste, el alazán de Phipps parecía absolutamente imbatible llegando a Churchill Downs.<br />
<br />
A los ojos del público, aquel alazán era una especie de adonis equino hecho realidad, un caballo perfecto enviado desde arriba para cortar con un maleficio a la Triple Corona que ya llevaba 11 años sin ser obtenida. Y ni siquiera aquel oscuro fogoso, que corría con una pasión sinigual y cuya historia y personalidad lo perfilaban como el antagonista perfecto de Easy Goer, iba a poder permitir que el hijo de Alydar cumpliera con su destino. La carrera iba a ser promocionada como un duelo del este contra el oeste, como aquellos que décadas atrás habían protagonizado Affirmed y Alydar o Swaps y Nashua, pero eso era prácticamente un tema de marketing, ya que casi nadie parecía dudar que Easy Goer iba a ser el ganador aquel primer sábado de mayo. Incluso, no eran pocos los que ya hablaban de Triple Corona.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPUCb8s_83WmHh9UFtWV-sZYVJSCs4v1dYOY7HAVj0-QaFqW9Jx1N34cM9FhqiZPAp98cvPlNh2gun_i4XFOF1nOpotwYy6iBCYy2r72hcgyNHNKGzrd_5VP1U-w4pq928OLYBXOP3q8U/s1600/Sin+t%C3%ADtulo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPUCb8s_83WmHh9UFtWV-sZYVJSCs4v1dYOY7HAVj0-QaFqW9Jx1N34cM9FhqiZPAp98cvPlNh2gun_i4XFOF1nOpotwYy6iBCYy2r72hcgyNHNKGzrd_5VP1U-w4pq928OLYBXOP3q8U/s1600/Sin+t%C3%ADtulo.jpg" height="267" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">La largada del Kentucky Derby</td></tr>
</tbody></table>
Sin embargo, cuando el día de la carrera amaneció frío y lluvioso, las dudas empezaron a sobrevolar el aire de Churchill Downs. Salvando su problemático debut, la única otra ocasión en que Easy Goer había sido derrotado había sido en Churchill Downs la tarde del Juvenile, corrido sobre una pista fangosa, el mismo estado en que estaría la cancha para el Derby. ¿Era aquel el talón de Aquiles del gran hijo de Alydar? ¿O aquel Juvenile había sido simplemente una aberración de la naturaleza? Nadie parecía saberlo con certeza, pero tanto Pat Day como Shug McGaughey estaban mucho menos confiados que antes de la lluvia, y de pronto aquella carrera, que días antes parecía ya estar sentenciada en favor de Easy Goer, volvía a parecer al menos un poco abierta.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al momento de la largada, Easy Goer y su buen compañero de yunta Awe Inspiring eran los favoritos del Kentucky Derby, pagando a dividendos de 4/5. Sunday Silence se mantenía como el enemigo a vencer, y pagaba 3/1. </div>
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<br /></div>
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A pesar de que ninguno de los dos potrillos tuvo la mejor largada, pronto ambos pudieron encontrar posiciones de acecho perfectas. Entrando al primer codo, Houston lideraba la marcha, con Sunday Silence corriendo en la cuarta ubicación a más de cinco cuerpos, mientras que Easy Goer se ubicaba en la quinta colocación, sin perder de vista a su rival y escoltándolo de cerca. </div>
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<br /></div>
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Pero ya en la recta opuesta, se hizo evidente que el hijo de Alydar no estaba en su día. A pesar de los estímulos de Day, el alazán parecía no estar adaptándose bien a la superficie fangosa, y le costaba mantener el ritmo de Sunday Silence. Éste último, en cambio, se sentía de maravilla, y entrando al segundo y último codo, con poco impulso por parte de Valenzuela, empezó a ganar ubicaciones, alejándose con extrema facilidad de Easy Goer y acercándose cada vez más a la punta. Antes de entrar al derecho, ya se encontraba en la segunda ubicación a un pescuezo de los líderes Northern Wolf y Houston, mientras que Easy Goer, que dejaba el alma en la arena de Churchill Downs, había quedado relegado en la sexta ubicación, tres cuerpos por detrás.</div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl_t5EzFzFtUmnaUp5khDfAcz38jbZDeUWzBoufKtKqQ34MZOVQ-Xp6W4VXQJOpv4cHg9Y7Fn2m6M_cHWpM3S_sxi2RKemz8yejd43lIGNulETtVsrQeSlRCMm_A7zL6buTenixvf6HWg/s1600/maxresdefault.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl_t5EzFzFtUmnaUp5khDfAcz38jbZDeUWzBoufKtKqQ34MZOVQ-Xp6W4VXQJOpv4cHg9Y7Fn2m6M_cHWpM3S_sxi2RKemz8yejd43lIGNulETtVsrQeSlRCMm_A7zL6buTenixvf6HWg/s1600/maxresdefault.jpg" height="242" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Sunday Silence gana el Derby con facilidad, y atrás, Easy Goer lo deja todo</td></tr>
</tbody></table>
Entrando en la recta final del Kentucky Derby, Sunday Silence no tuvo problemas para hacerse con la punta, dejando parados Northern Wolf y Houston con un impresionante cambio de ritmo. Estiro más de un cuerpo de ventaja en pocos metros, y aunque empezó a zigzaguear incesantemente en la recta y a mirar a los costados, corría tanto más que sus rivales que aún así seguía incrementando su liderazgo. Más atrás, Easy Goer, que ya antes de entrar en la recta había empezado a ser castigado por el látigo de Pat Day, arremetía guapamente en medio de otros rivales. Y aunque nunca llegaría a ser una amenaza para Sunday Silence, el alazán iba a llegar al disco segundo a 2 ½ cuerpos del oscuro, algo que saliendo del codo había parecido imposible. </div>
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<br /></div>
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Terminada la carrera, habría muchísima tela para cortar: el caballo perfecto acababa de ser derrotado en la carrera más famosa del mundo por el potrillo al que nadie quería; y Arthur Hancock III, al que Ogden Phipps había impedido heredar Claiborne Farm, se había tomado una dulce revancha.<br />
<br />
Y aunque las excusas de los allegados y fanáticos de Easy Goer no tardarían en llegar, sobre todo las concernientes al estado de la pista, la revancha tendría que esperar dos semanas más, hasta el día del Preakness Stakes (Gr. 1), la segunda gema de la Triple Corona. Un Preakness al que aún hoy, pasados más de 25 años, muchos recuerdan como la mejor carrera de caballos de nuestra era.</div>
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<br /></div>
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<br />
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<b>Un Preakness para la historia</b></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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Si bien el triunfo de Sunday Silence sobre Easy Goer en Churchill Downs había sido contundente, la gran mayoría de los aficionados aún creía que el hijo de Alydar era el próximo “superhorse” de la hípica norteamericana. Era de público conocimiento que el fango de Churchill Downs no era de su agrado, y muchos creían que en una pista rápida como la de Pimlico el nieto de Buckpasser iba a demostrar su verdadero potencial; que si Sunday Silence volvía a zigzaguear en la recta del Preakness como lo había hecho en el Derby, esta vez lo pagaría muy caro. </div>
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<br /></div>
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La mañana de la carrera, Hancock leyó que 97 de 100 periodistas que cubrían la carrera habían elegido a Easy Goer como el favorito del Preakness. Esto, sumado al hecho de que Sunday Silence había perdido un par de días de entrenamiento por un problema en una de sus patas, no hizo más que preocupar al dueño del oscuro. El Águila Calva, aunque ya no tan confiado como en el Derby, igual intentó tranquilizarlo, expresándole que el caballo no podía llegar en mejores condiciones.</div>
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<br /></div>
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Para el momento en que los 8 competidores de aquel Preakness entraron en las gateras, la afición récord de 90.145 personas había vuelto a elegir como amplio favorito a Easy Goer, que pagaba incluso menos que en el Derby, a 3/5. Nuevamente, Sunday Silence partía como el enemigo, esta vez con dividendos de 2/1. </div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkfgiKi1MM5wN34Rg5Tt8FrAE2oEYzSJpXWVBDcHuCfkfd9qursGlFbMAM6hOZs_3cbXs1A3D_pVe5D30O4JXNz-k5WFuTIlVpoPnu7CmAMwRZzM1Vb-iNoS3hntSpl_ZZoHhusPTILOc/s1600/kjb.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkfgiKi1MM5wN34Rg5Tt8FrAE2oEYzSJpXWVBDcHuCfkfd9qursGlFbMAM6hOZs_3cbXs1A3D_pVe5D30O4JXNz-k5WFuTIlVpoPnu7CmAMwRZzM1Vb-iNoS3hntSpl_ZZoHhusPTILOc/s1600/kjb.jpg" height="312" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Para el estupor de todos, Sunday Silence vuelve a ponerse a la par de Easy Goer</td></tr>
</tbody></table>
Easy Goer no tuvo la mejor de las largadas, pero no tardó en recomponerse, y ya en la recta ganó varias posiciones, para lograr ubicarse justo detrás de Sunday Silence entrando al primer codo. El oscuro, que había partido mejor que su rival, estaba cuarto a solo tres cuerpos del puntero Houston, y pronto tuvo a Easy Goer, que corría mucho más cómodo que en el Derby, respirándole en el anca. En la recta opuesta, Sunday Silence aceleró el ritmo, pero su rival no tardó en seguirlo, y ambos pasaron como balas por afuera del segundo y el tercero. Y cuando solo les quedó Houston por delante, se hizo evidente que aquella carrera iba a ser un mano a mano entre los dos rivales.<br />
<br />
Pat Day, que había visto como Sunday Silence había acelerado en el último codo de Churchill Downs, no quiso entrar en la curva detrás de él, y al salir del opuesto decidió aflojarle las riendas a Easy Goer, impulsándolo a pasar al oscuro por afuera como una bala rojiza. Luego, una vez que el alazán hubo dejado atrás a su rival, Day decidió cerrarlo en las narices del hijo de Halo, generando que Valenzuela tuviera que frenar de golpe, y que Sunday Silence perdiera impulso en un momento vital de la carrera.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOXaZJnial_x0aQRLBie53FQpgdBpDrbeywHcNSOtTnuPewkJBeh_hd9xHfKUW2Ibbx2c4DbVfaa8zQP38XOtdoyUkE6ksFQqvLWtsU85XulSzeUUtxK3tEPHjZ9I-Cm6T4wi_e5PZNIQ/s1600/a90b5c9bc3886d3fe1dc1967a952f56a.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOXaZJnial_x0aQRLBie53FQpgdBpDrbeywHcNSOtTnuPewkJBeh_hd9xHfKUW2Ibbx2c4DbVfaa8zQP38XOtdoyUkE6ksFQqvLWtsU85XulSzeUUtxK3tEPHjZ9I-Cm6T4wi_e5PZNIQ/s1600/a90b5c9bc3886d3fe1dc1967a952f56a.jpg" height="320" width="279" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">En la recta del Preakness</td></tr>
</tbody></table>
El zaino quedó más de dos cuerpos atrás de su rival tras la repentina frenada, y en ese momento todo el mundo pensó que estaba liquidado. Arthut Hancock, en el palco, bajó los binoculares resignado; y Pat Day, a bordo de Easy Goer, envió a su conducido raudamente a por la punta, pasando a Houston y -en una decisión de la se arrepentiría toda su vida-, sin preocuparse por guardar ningún resto para la recta.<br />
<br />
Porque, antes de que nadie pudiera prepararse, y para el estupor de los espectadores, Sunday Silence había vuelto en un pestañeo, utilizando el codo a su favor para ubicarse por afuera de Easy Goer incluso antes de entrar al derecho. Sus orejas estaban echadas hacia atrás, y su pescuezo estirado en el esfuerzo, como si el hecho de que su rival lo hubiese obligado a frenar no hubiese hecho más que enfadarlo. "Aún hoy me sigo emocionando al recordarlo con las orejas hacia atrás, volviendo sobre Easy Goer con determinación" diría Hancock hace un par de meses.<br />
<br />
Faltando 400 metros, y todavía antes de entrar en la recta, el zaino tomó la punta por afuera de un estupefacto Pat Day y de Easy Goer, que a pesar de no haber podido recibir ningún respiro, igual encontró fuerzas para reaccionar por adentro, poniéndose a la par de su rival. Y así, cabeza a cabeza, los dos grandes potrillos ingresaron en la recta final.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Easy Goer había ganado la gran mayoría de sus carreras arremetiendo por afuera, y en ese momento se encontraba en una posición desconocida y que, según posteriores declaraciones de Day, no era de su agrado. Igual, el bravo alazán batalló duramente, llegando a estirar una cabeza de ventaja sobre Sunday Silence a mitad de la recta. El hijo de Halo volvió a acelerar, impulsado por la fusta de Valenzuela, en un intento desesperado por mantenerse a la par de su rival, que a su vez tampoco quería dejarlo pasar. Faltando 150 metros, era imposible de decir cuál de los dos iba a ganar ese Preakness.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbLALHFHV_TxpD9FSDkxsct3MN20n0R76zg7mdS0NlP3djG7TRxRP-DafqboceUYjrYz4GWT7B6BBtggGJ8Aufcu-68z8WnX9QeCAerM__RUnW26oONXza5nzIb6E0lyr1nxxniQkjYXg/s1600/sunday-silence-1-700w.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbLALHFHV_TxpD9FSDkxsct3MN20n0R76zg7mdS0NlP3djG7TRxRP-DafqboceUYjrYz4GWT7B6BBtggGJ8Aufcu-68z8WnX9QeCAerM__RUnW26oONXza5nzIb6E0lyr1nxxniQkjYXg/s1600/sunday-silence-1-700w.jpg" height="252" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Sunday Silence gana el Preakness más memorable de la historia</td></tr>
</tbody></table>
En los últimos yardas, aún cabeza a cabeza uno con el otro, Valenzuela cerró levemente a Sunday Silence, obligando a Easy Goer y Day a acercarse aún más a la baranda interior. El alazán, impulsado desesperadamente por su jinete, intentó resistir, pero sus fuerzas estaban casi enteramente dedicadas a correr, y sólo pudo atinar a doblar la cabeza en dirección del oscuro. Y así, cuerpo contra cuerpo, como dos boxeadores que se niegan a tirar la toalla, los dos fantásticos pura sangres recorrieron los últimos metros del Preakness más épico de todos los tiempos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Llegaron al disco convertidos en uno, flanco a flanco, cabeza a cabeza, el caballo perfecto y el “patito feo”. Y, por lo menos al principio, muy pocos pudieron adivinar cuál había sido el ganador.<br />
<br />
Cuando por fin salió la foto, el resultado no tardó en levantar cejas: Sunday Silence había vuelto a vencer a Easy Goer, ganando la segunda gema de la Triple Corona por apenas un hocico, en lo que fue el Preakness más peleado de la historia. Por segunda vez en dos semanas, el pupilo de Whittingham había desafiado a la lógica. Pues no sólo había vuelto a vencer al gran Easy Goer, sino que ésta vez lo había hecho sobre una pista rápida y neutral. Y ahora, viajaba a Nueva York para intentar convertirse en el primer Triple Coronado de los últimos 11 años.</div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<b>El Belmont: dulce venganza</b></div>
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Para McGaughey, la derrota sufrida en el Preakness fue aún más dolorosa que la del Kentucky Derby. Esta vez no había un terreno barroso al que culpar, y eso era lo que ponía nervioso al entrenador de Phipps. Pero, así como sabía que Sunday Silence lo había vencido en dos ocasiones, ahora, por lo menos, McGaughey tenía la certeza de que el zaino de Hancock no era un rival imposible para Easy Goer. Sólo un hocico los había separado en el disco de Pimlico, y tanto el entrenador como Pat Day estaban convencidos de que si su potrillo hubiese sido el que corría por fuera, el Preakness habría sido suyo.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://gallery.bloodhorse.com/images/TCSpoilers/EasyGoerBelmont1989SD.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://gallery.bloodhorse.com/images/TCSpoilers/EasyGoerBelmont1989SD.jpg" height="256" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">"Easy Goer parecía un tren que Sunday Silence acababa de perder"</td></tr>
</tbody></table>
Ahora, era tiempo de que Easy Goer se cobrara la revancha, ya que, como muchos opinaban, si el alazán de Phipps no vencía a su rival en el Belmont, no sería capaz de vencerlo nunca. Belmont Park era la pista favorita de Easy Goer, el lugar donde había aprendido a correr y en donde ya había capturado dos carreras de grupo 1. Además, sus codos largos y estirados neutralizarían una de las mayores fortalezas de Sunday Silence, y todo indicaba que si Easy Goer podía llegar al tiro derecho final a la par de su oscuro rival, la larga recta terminaría por favorecer sus monstruosas brazadas. Por si todo esto fuera poco, era de público conocimiento que Easy Goer, al tener un cuerpo grande y musculoso, necesitaba menos tiempo de recuperación que su esbelto rival, que ya antes del Belmont mostraba signos de cansancio por la agotadora Triple Corona. Además, Whittingham seguía teniendo que lidiar con problemas en una de sus patas, e incluso fue pateado por el hijo de Halo el día antes de la carrera.<br />
<br />
Todo parecía indicar que las estrellas se alineaban en favor de Easy Goer; pero sin embargo, a pesar de lo ya mencionado, el Belmont Stakes (Gr. 1) marcó la primera vez -y única- en su carrera que el hijo de Alydar no partió como favorito. Mientras Sunday Silence entró a las gateras pagando dividendos de 4/5, Easy Goer salió a 8/5. Por tercera vez consecutiva, los apostadores estaban equivocados.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ_17QvCqTTRuuokenlpvPCVSf_uqadA0jU89gLIL_mGRRdp-eJq6hlf4DsRzoSaJtqLLlfQZawwf6wHXgRQBhr5MxlTYW5BAtOj3EeFsfdZZ2cbBWZN2CvgXvbLDXlvxFXh6oksbXEUw/s1600/1989Easy_Goer.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ_17QvCqTTRuuokenlpvPCVSf_uqadA0jU89gLIL_mGRRdp-eJq6hlf4DsRzoSaJtqLLlfQZawwf6wHXgRQBhr5MxlTYW5BAtOj3EeFsfdZZ2cbBWZN2CvgXvbLDXlvxFXh6oksbXEUw/s1600/1989Easy_Goer.jpg" height="320" width="316" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">El alazán de Phipps se toma una dulce revancha</td></tr>
</tbody></table>
Ambos potrillos largaron en forma normal, y pronto Sunday Silence se ubicaría segundo, a un par de cuerpos del puntero Le Voyageur, con Easy Goer pegado en la tercera ubicación. Así se mantendrían hasta bien ingresado el último codo, cuando Valenzuela mandó al zaino a por la punta, pasando con facilidad a Le Voyageur. Esta vez, sin embargo, Easy Goer no tardaría en seguir al hijo de Halo, y cuando cruzaron el palo de los 400, poco antes de ingresar en la recta, los dos potrillos estaban a la par.</div>
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Pero aquellos que esperaban una repetición del duelo del Preakness, o tal vez una versión moderna de la batalla entre Affirmed y Alydar, iban a quedarse mudos de asombro. Porque apenas se puso a la par de Sunday Silence, Easy Goer despegó como un cohete, dejándolo rápidamente atrás, e ingresando a la recta ya con dos cuerpos de ventaja. Cómo bien describiría la <i>Blood-Horse</i> años después, el hijo de Alydar parecía “un tren que Sunday Silence acababa de perder”. Continuó estirando diferencias durante toda la recta, destrozando con cada una de sus magníficas brazadas los sueños de Triple Corona que acarreaba su archirrival, y terminó llegando al disco 8 cuerpos por delante del agotado hijo de Halo, estableciendo un fantástico tiempo de 2:26 para los 2400 metros. En toda la historia del Belmont Stakes, sólo Secretariat había recorrido esa distancia en un tiempo menor.</div>
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Finalmente, el gran alazán había logrado redimirse de su némesis.</div>
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<b>Caminos diferentes, legados diferentes</b></div>
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Terminada la Triple Corona, Sunday Silence lideraba el marcador en 2 a 1 sobre Easy Goer, lo que por el momento lo convertía en el favorito para el premio de mejor potrillo de tres años de 1989. Sin embargo, ambos potrillos tomarían caminos diferentes como preparación al Breeders Cup Classic (Gr. 1) de noviembre, y, una vez que ambos volvieran a enfrentarse, Sunday Silence llegaría nuevamente, y por más increíble que parezca, en la posición de tener que probar que podía vencer a Easy Goer.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://gallery.bloodhorse.com/images/SuperDerby/a17a1049-b785-4d12-adce-899e0b32198b_medium.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://gallery.bloodhorse.com/images/SuperDerby/a17a1049-b785-4d12-adce-899e0b32198b_medium.jpg" height="322" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Sunday Silence ganando el Super Derby</td></tr>
</tbody></table>
El pupilo de Whittingham había vuelto a las carreras en California un mes y medio después del Belmont, dejando escapar una ventaja de cuatro cuerpos sobre Prized para perder el Swaps Stakes (Gr. 2) por ¾ cuerpo. Se recuperaría dos meses después en el Super Derby (Gr. 1) de Louisana Downs, venciendo con facilidad a Awe Inspiring por 6 cuerpos, en lo que sería su última preparatoria de cara al anticipado Classic de Gulfstream Park. El “Águila Calva” creía que, con pocas carreras y extensos períodos de inactividad en el medio, su pupilo llegaría a lo que sería la batalla por el cetro de "Caballo del Año" bien descansado y en las mejores condiciones para vencer a Easy Goer. </div>
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McGaughey, por su parte, tenía un plan diferente para el hijo de Alydar. Un plan mucho más ambicioso. </div>
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Después de darle un merecido descanso de dos meses, decidió correrlo ante los mejores caballos adultos de Norteamérica en el prestigioso Whitney Handicap (Gr. 1) de Saratoga. Bloqueado detrás de un muro de caballos entrando en la recta, el nieto materno de Buckpasser se haría un lugar, y aceleraría magníficamente para dejar a los ganadores de grupo 1 Forever Silver y Cryptoclearance casi 5 cuerpos atrás, en un tiempo que estuvo a solo 2/5 de segundo del récord de pista. Sólo dos semanas después, Easy Goer volvería a aparecer en la misma pista, como el gran favorito del histórico Travers Stakes (Gr. 1), para acelerar vertiginosamente en el codo y llegar al disco con una ventaja de 3 cuerpos, arañando el récord de pista de 2000 metros de General Assembly.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQZWtOo6QCe7RK54E2b7tY6R7-oqaIBgMyTTAYLpBx16WnqVgjKnSzfSJHWqh8KlVVP7qxyemfJht_jxj1-28wUeqTInxuHpu287cuXIF8rTRgd50oj3NPsJP-5yIc1MHMJfGGxAg44qE/s1600/423.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQZWtOo6QCe7RK54E2b7tY6R7-oqaIBgMyTTAYLpBx16WnqVgjKnSzfSJHWqh8KlVVP7qxyemfJht_jxj1-28wUeqTInxuHpu287cuXIF8rTRgd50oj3NPsJP-5yIc1MHMJfGGxAg44qE/s1600/423.jpg" height="292" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Easy Goer el día del Travers</td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
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Su mayor prueba sería el Woodward (Gr. 1), corrido sobre una pista fangosa en Belmont Park. Pero el hijo de Alydar, a pesar de la superficie, lograría una contundente victoria de 2 cuerpos sobre los adultos. Finalmente, correría en los 2400 metros del Jockey Club Gold Cup (Gr. 1), también sobre la arena Belmont Park. En lo que sería su última preparación de cara al Breeders’ Cup Classi (Gr. 1) –para el cual ya era considerado un amplio favorito–, Easy Goer se haría con la punta a mitad del codo, y estiraría su ventaja hasta llegar al disco 4 cuerpos adelante de Cryptoclearance, con Forever Silver y el resto del lote de caballos adultos a más de 15 cuerpos. Fue su última carrera de cara al Classic, y no pudo haber sido una más impresionante.</div>
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<b>"La Carrera de la Década"</b></div>
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Desde su creación en 1984, el Breeders’ Cup Classic (Gr. 1) tuvo como objetivo enfrentar a lo mejor con lo mejor, en un escenario neutral que permitiera decidir qué caballo merecía el cetro de "Caballo Del Año". De hecho, los dos últimos vencedores (Ferdinand en 1987 y Alysheba en 1988), habían sido coronados como los mejores del país luego de sus sendas victorias en la carrera.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBrE9VBmgq3PvL0r9p5bpmWpspvwAF1ABgMCHOr8rC0Yc1HuJm7f79rPqFPaXMvu8Bf0ws5NxcyAij-3HjXLyoavCv66yrLvBILDDGUHNL4U4UJwdZ3OIq7Ub2boDhRSHdklOdfnCFzHY/s1600/422821_396831677013336_396798373683333_1411283_1446311497_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBrE9VBmgq3PvL0r9p5bpmWpspvwAF1ABgMCHOr8rC0Yc1HuJm7f79rPqFPaXMvu8Bf0ws5NxcyAij-3HjXLyoavCv66yrLvBILDDGUHNL4U4UJwdZ3OIq7Ub2boDhRSHdklOdfnCFzHY/s1600/422821_396831677013336_396798373683333_1411283_1446311497_n.jpg" height="266" width="400" /></a>Easy Goer y Sunday Silence ya le habían demostrado al mundo su grandeza, tanto enfrentándose el uno al otro como venciendo a terceros. Sin embargo, solo podía haber un Caballo del Año 1989, y cuál de los dos era más digno de ese cetro se decidiría el sábado 5 de noviembre, cuando los dos magníficos potrillos se enfrentaran por última vez sobre la arena de Gulfstream Park.</div>
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No por nada se la llamó “La Carrera de la Década”. </div>
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Easy Goer, el “Héroe de Nueva York”, venía de registrar una de las mejores campañas para un potrillo de 3 años de todos los tiempos, ganando cinco grupos 1 en forma consecutiva y venciendo a los mejores caballos adultos del país en 3 oportunidades. De ganar ese Classic terminaría por redondear un segundo semestre perfecto, uno que no sólo le traería el cetro de Caballo del Año, sino que también lo colocaría entre los mejores pura sangres de la historia.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr5N4DY-XYeq6oGf-wBJUjtTzPajEIh8_lOMaNU7u5E6hlL_uc5R289tiYOtbBaP88h8N87YdjGCBhXdO5WNvNn_p56x-Tx2Lrs4bxMAFDSQlYLVKYOWBXbhRNDqnxO_Hajpg-9nJ5Q3s/s1600/216645_1027705420532_1887_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr5N4DY-XYeq6oGf-wBJUjtTzPajEIh8_lOMaNU7u5E6hlL_uc5R289tiYOtbBaP88h8N87YdjGCBhXdO5WNvNn_p56x-Tx2Lrs4bxMAFDSQlYLVKYOWBXbhRNDqnxO_Hajpg-9nJ5Q3s/s1600/216645_1027705420532_1887_n.jpg" /></a>Pero para eso, tendría que vencer a Sunday Silence, el único potrillo que lo había vencido en lo que iba del año, y uno que ya lo había hecho en dos oportunidades. El pupilo del “Águila Calva” llegaba a esa batalla final bien descansado, y si había un caballo capaz de vencer a Easy Goer, no cabían dudas de que ése era el.</div>
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<br /></div>
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El alazán de Phipps sería el gran favorito de la carrera, largando a dividendos de 1/2, y Sunday Silence partiría nuevamente como la segunda opción, esta vez a 2/1. Pero habían transcurrido algunos cambios desde la última vez en que se enfrentaran. Pat Valenzuela había sido suspendido previo a la Breeders’ Cup por una recaída en su lucha con las drogas, y la responsabilidad de la monta del hijo de Halo había recaído sobre el experimentado Chris McCarron. Este, que nunca había montado al potrillo, al menos oficialmente, era consciente de que “estaba en un caballo que <i>podía</i> vencer a Easy Goer”; a pesar de que los trabajos de Sunday Silence previo a la carrera habían sido brillantes –llegó a pasar la milla en 1:33 2/5 una mañana en Del Mar-, tanto el jinete como Whittingham sabían del enorme escollo que significaba tener que enfrentar al alazán de McGaughey.</div>
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No iban a haber tantas predicciones para ese Classic, como sí las hubo en Churchill Downs previo al Derby. Ya todos sabían de la calidad de ambos potrillos; de sus fortalezas y de sus debilidades. Ésta última vez, sólo quedaba la carrera que lo decidiría todo. La que dejaría los nombres de Sunday Silence e Easy Goer grabados para siempre en los libros de historia.</div>
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</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh46XH8AAR-vqRe7N0moxLKxoh_zzY9rSuY8TrmtE0hOcJOIc7fYtOX3Fv3r_wVKPHOlaH1yWWbpHCRfWHSmdE13UlTqToHDajkaneQXTguO9s-4naDSmt_79gAF6r3PlA0QTva3E1CTRY/s1600/sundaysilenceclassic.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh46XH8AAR-vqRe7N0moxLKxoh_zzY9rSuY8TrmtE0hOcJOIc7fYtOX3Fv3r_wVKPHOlaH1yWWbpHCRfWHSmdE13UlTqToHDajkaneQXTguO9s-4naDSmt_79gAF6r3PlA0QTva3E1CTRY/s1600/sundaysilenceclassic.jpg" height="312" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Llegando al disco en el Classic</td></tr>
</tbody></table>
Easy Goer largó un poco lento desde la baranda interior, y enseguida después se alejó visiblemente de la misma, quedando relegado en la sexta ubicación. Según posteriores declaraciones de su jockey Pat Day, el alazán estaba como dormido, y no demostraba ninguna disposición a correr en esos metros iniciales; cuando entraron al codo se ubicaba a seis cuerpos de su rival Sunday Silence, y a once del puntero Slew City Slew. En la recta opuesta, Sunday Silence empezó a ganar ubicaciones quedando tercero por detrás del puntero y de Blushing John, y todos creyeron que, con su rival tan atrás, todo iba a ser muy fácil para el hijo de Halo.</div>
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<br /></div>
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Pero fue en ese preciso momento, poco antes de entrar al último codo, que Easy Goer empezó a encontrar su mejor ritmo, y los gritos de los miles de fanáticos se elevaron al cielo cuando el nieto materno de Buckpasser, ante la recordada exclamación del relator Tom Durkin <i>("Now he's beggining to roll!")</i> empezó a acelerar, pasando rivales como cohete hasta lograr ponerse a la par de su archirrival. Esa era la carrera que todos habían ido a ver.</div>
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Slew City Slew le dejó el lugar a un determinado Blushing John a mitad del codo, y pronto McCarron encontró el momento con el que había estado soñando durante las últimas semanas. Conocedor de la capacidad que tenía su conducido para correr los codos, el astuto jinete estimuló a Sunday Silence a acercarse al nuevo puntero, y el hijo de Halo despegó, acercándose al líder y alejándose nuevamente de Easy Goer y Pat Day a falta de 400 metros para el disco.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsv-CcmVibzrRZHxXZbqFMMazR8jpGeLKX6JlzEL1IgZaMjHc_aTyBUJcFnnUTNkiGCZUT2QR4LXdCd9cngcqNbaz5FJXezmfiv-jFU99WUrpnyCMxEdUsBZhhng1s_0WB6CJpOeWobUI/s1600/tumblr_lsx9iwBA4b1qknummo1_400.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsv-CcmVibzrRZHxXZbqFMMazR8jpGeLKX6JlzEL1IgZaMjHc_aTyBUJcFnnUTNkiGCZUT2QR4LXdCd9cngcqNbaz5FJXezmfiv-jFU99WUrpnyCMxEdUsBZhhng1s_0WB6CJpOeWobUI/s1600/tumblr_lsx9iwBA4b1qknummo1_400.jpg" height="305" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Una vez más, Sunday Silence prevalece sobre Easy Goer</td></tr>
</tbody></table>
Cuando entraron en la recta, Sunday Silence se puso a la par de un guapo Blushing John, con claras intenciones de dejarlo por el camino, mientras que, Easy Goer, que había quedado cuatro cuerpos atrás, cambiaba de mano y comenzaba su feroz atropellada. Los gritos de los fanáticos se hicieron alaridos, los corazones empezaron a latir con más fuerza, y la emoción recorrió el cálido aire de Gulfstream Park cómo nunca antes lo había hecho, a medida que las grandes brazadas de Easy Goer acortaban la distancia que lo separaban de Sunday Silence. El valiente Blushing John era un inesperado actor de reparto, y dejaba todo para no perder pisada, pero con Sunday Silence ya adelante y Easy Goer arremetiendo con ferocidad, todos sabían que iba a terminar tercero.<br />
<br />
Faltaban menos de 200 metros, y la carrera aún no estaba decidida. En un momento parecía que Easy Goer no llegaría a pasar a Sunday Silence antes del disco, y justo en el siguiente el hijo de Alydar encontraba más fuerzas y se acercaba como un bólido a su oscuro rival. En la punta, Chris McCarron le pedía con todas sus fuerzas a su potrillo que aguantara tan solo unos metros más, y el pupilo del Águila Blanca guapeaba de lo lindo.</div>
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<br /></div>
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Finalmente llegaron al disco, con Sunday Silence prevaleciendo por sólo un pescuezo sobre Easy Goer, en un excelente tiempo de 2:00 1/5. Como debía ser, llegaron juntos.</div>
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Tanto Sunday Silence como Easy Goer volvieron a competir al año siguiente. Sin embargo, ninguno de los dos volvió a ser el mismo.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAm6zKye3jt3c4DxaSii9U5ecEKxBkHlBRGLMvxunklxqdw6Vo8XHbFagFcatlqZorAM3bk3zFVoFBz86N9rjaRtE2AM7TW3hVFKIVohyphenhyphen20S5yGX_bRE1HVsJu4Kh1jgDi38BnKwxPoq8/s1600/easy+goer.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAm6zKye3jt3c4DxaSii9U5ecEKxBkHlBRGLMvxunklxqdw6Vo8XHbFagFcatlqZorAM3bk3zFVoFBz86N9rjaRtE2AM7TW3hVFKIVohyphenhyphen20S5yGX_bRE1HVsJu4Kh1jgDi38BnKwxPoq8/s1600/easy+goer.jpg" height="400" width="263" /></a>Easy Goer ganó un clásico menor en Belmont Park a mediados de mayo de 1990 por casi 8 cuerpos, y llegó al Met Mile (Gr. 1) doce días después como el gran favorito. Sin embargo, el hijo de Alydar terminaría llegando tercero a 2 cuerpos del futuro Caballo del Año Criminal Type, en lo que sería la única carrera de su vida en que no llegaría ni primero ni segundo. Un mes y diez días más tarde, en la última actuación de su carrera, Easy Goer se redimiría de esa derrota con un espectacular triunfo en el Suburban Handicap (Gr. 1) de Belmont Park, en el que llegaría a menos de un segundo del récord de pista de Alysheba. Posteriormente, una lesión en una pata lo alejaría para siempre de las pistas, y el alazán de Phipps sería retirado con un récord de 14 carreras ganadas (9 de grupo 1), 5 segundos y 1 tercero sobre 20 actuaciones. En toda su carrera, nunca fue vencido por más de 2 ½ cuerpos, y solo el mítico Citation logró vencer a los caballos adultos más veces que él a los 3 años. Aún hoy, su campaña de 1989 es considerada por muchos como la mejor de la historia en no recibir un título de campeonato.<br />
<br />
El hijo de Alydar dejaría este mundo demasiado temprano, falleciendo sorpresivamente en 1994 y dejando escasa descendencia. De todos modos, una de sus hijas, My Flag, propiedad de Odgen Phipps y producto del cruzamiento con la legendaria Personal Ensign, terminaría ganando 4 carreras de Grupo 1, entre ellas el Breeders’ Cup Juvenile Fillies (Gr. 1) de 1995, y pariendo a Storm Flag Flying, la campeona 2 años de 2002 y también ganadora del Juvenile Fillies de ese año.</div>
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Sunday Silence, que luego de su victoria en el Classic de 1989 fuera coronado como Caballo del Año y Mejor Potrillo de 3 Años, volvería a las pistas en junio de 1990, ganando el Californian Stakes (Gr. 1) por ¾ de cuerpo. Finalmente, terminaría su carrera llegando segundo a una cabeza de Criminal Type -el único caballo que los venció a ambos- en la Hollywood Gold Cup (Gr. 1), para retirarse con 9 victorias (5 de grupo 1) y 5 segundos puestos sobre 14 carreras corridas, y una ventaja de 3 a 1 sobre Easy Goer.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinAWQARI9it_1pjSELKsp701BdC0BEj83HKYDI07xAjusQ1KfFb50Z-lLPbtL3K97UhvE9LxD7PggsMawNsN6gucURLX6Yi1MXvVEN_NQM_CQYWvHpJx-sS7cWeMBwdtQIAlib7ZILLC0/s1600/tumblr_lzn6gggiwG1rpqyioo1_400.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinAWQARI9it_1pjSELKsp701BdC0BEj83HKYDI07xAjusQ1KfFb50Z-lLPbtL3K97UhvE9LxD7PggsMawNsN6gucURLX6Yi1MXvVEN_NQM_CQYWvHpJx-sS7cWeMBwdtQIAlib7ZILLC0/s1600/tumblr_lzn6gggiwG1rpqyioo1_400.jpg" height="400" width="257" /></a>Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y nada confirma tanto esta frase como el caso del gran hijo de Halo y Wishing Well. Una vez retirado de las pistas, el campeón al que nadie había querido en las subastas comenzó su carrera como reproductor en 1991, prestando servicios en el Stone Farm de Paris, Kentucky, el lugar donde había nacido. Sin embargo, y al igual que en casi toda su vida, el zaino negro fue prácticamente ignorado, ésta vez por los criadores. Dado el poco interés que recibía, Hancock no tardó en aceptar una oferta del criador japonés Zenya Yoshida, quién se llevó al padrillo a prestar servicios en su Shadai Stallion Station, del otro lado del pacífico. Allí, Sunday Silence volvería a de mostrarle al mundo, por una última vez, que había sido subestimado. En el país nipón, el antiguo Caballo del Año florecería, y no tardaría en convertirse en uno de los mejores padrillos de la historia, tanto asiática como mundial. Lideró la estadística japonesa por 13 años consecutivos, desde que su primera generación de corredores cumplió los 3 años en 1995 hasta 2007, cinco años después de su fallecimiento. Su sangre no sólo corre por las venas de los últimos dos ganadores de la Triple Corona nipona (Deep Impact y Orfevre), sino que además, por cada generación de corredores que produjo, al menos uno resultó ganador de grupo 1, llegando en el año 2000 llegó a producir un récord de 7 ganadores del máximo nivel. Nuevamente, el caballo al que nadie quiso había llegado a la cúspide.</div>
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<i>Han pasado casi 25 años desde la tarde en que Sunday Silence y Easy Goer se vieron las caras por última vez, y su fantástica rivalidad todavía sigue generando disputas entre la afición hípica norteamericana. Sunday Silence salió victorioso más veces en los enfrentamientos entre ambos, pero el palmares de Easy Goer por fuera de la rivalidad supera ampliamente al del hijo de Halo, y eso no hace más que alimentar las discusiones.</i><br />
<i><br /></i>
<i>Si me preguntan a mí, creo que es imposible decidir cuál de los dos fue el mejor. Porque por más que tal vez Easy Goer fuera el más talentoso en términos generales, había algo en su corajudo rival que parecía neutralizar las fortalezas del alazán. Sunday Silence no era tan llamativo como el hijo de Alydar, pero compensaba sus pocos defectos con una guapeza sin igual, y parecía sacar lo mejor de sí al enfrentarlo. </i><br />
<i><br /></i>
<i>Si tuviera que comparar su rivalidad con alguna otra, lo haría con la de los tenistas Federer y Nadal. Easy Goer era Federer, el potrillo cuasi-perfecto que ganaba todo y a todos, siempre y cuando no se tuviera que enfrentarse a su némesis, Sunday Silence, que como Nadal no era tan lujoso ni brillante como su archirrival, pero sí valiente y decidido.</i><br />
<i><br /></i>
<i>En mi opinión, Sunday Silence fue el que más beneficiado se vio por la rivalidad. Pues por más que de no haber sido por Easy Goer el zaino probablemente hubiese sido el duodécimo triple coronado de la hípica norteamericana, el hecho de que haya vencido al notable alazán de Phipps tantas veces hizo que se ganara un respeto que tal vez no hubiese recibido de no haberlo enfrentado nunca. En cambio, con Easy Goer la cosa es distinta, ya que de no haber sido por Sunday Silence, el hijo de Alydar no solo hubiera realizado la mejor campaña por parte de un potrillo de 3 años en toda la historia, sino que también hubiese ganado la Triple Corona, retirándose como una leyenda de la altura de Secretariat, Man O' War o Citation. </i><br />
<i><br /></i>
<i>Para terminar, voy a contar una anécdota que ilustra a las claras la rivalidad:</i><br />
<i><br /></i>
<i>Cierto día de 1988, cuando Arthur Hancock III ya había sido informado por Whittingham que el hijo de Halo tenía talento, el dueño de Stone Farm se encontró en una restaurante de Kentucky con su hermano menor Seth Hancock, cabeza de Claiborne Farm. La conversación, como siempre sucedía entre los dos, no tardó en derivar a los caballos, y fue ahí que Arthur mencionó las esperanzas que tenía en el potrillo negro: “Parece que tenemos uno realmente bueno en California” le dijo orgulloso a Seth; a lo que su hermano menor respondió, con gesto apenado: “Qué lástima. Porque los empleados de Claiborne andan diciendo que Phipps tiene este año al mejor potrillo que crió en su vida”.</i></div>
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<i>Como dije, esta conversación, previa a que alguno de los dos potrillos alcanzara la fama mundial que luego ambos obtendrían, enseña a la perfección la historia de la fantástica rivalidad entre ambos: Sunday Silence fue siempre subestimado, y quizás hasta su muerte no se lo haya apreciado toda su valía; mientras que Easy Goer, por su parte, era lo opuesto, un caballo de orígenes perfectos que estuvo destinado desde su nacimiento a las mayores hazañas.</i><br />
<i><br /></i>
<i>Sus nombres, sin embargo, permanecerán por siempre ligados en la historia del turf.</i><br />
<i><br /></i>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-75488154532376117442014-05-26T06:00:00.003-03:002020-12-18T21:59:02.587-03:00Recordando... Afleet Alex<div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8oS5x3OjtTOO4BFrTe81BnOKNgJzY4QKQaWr1vl3y8O2088RWiPVn0GinAoXDFhsOxt9mushDeixUkrbL05Bx65r30g1kHCpn8EdCHsOLhLlkHW2mr-AXAb4yn15Mggrh_cccBTWJs4o/s1600/efpovin.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8oS5x3OjtTOO4BFrTe81BnOKNgJzY4QKQaWr1vl3y8O2088RWiPVn0GinAoXDFhsOxt9mushDeixUkrbL05Bx65r30g1kHCpn8EdCHsOLhLlkHW2mr-AXAb4yn15Mggrh_cccBTWJs4o/s1600/efpovin.jpg" width="250" /></a><i>En 2005, apenas un año después del intento de Triple Corona de <a href="http://cruzandoeldisco.blogspot.com/2014/05/recordando-smarty-jones.html">Smarty Jones</a>, y solo unos meses antes del surgimiento del recordado Barbaro, un potrillo pequeño y poco atractivo, pero con uno de los corazones más nobles que se recuerden, revolucionaría nuevamente al mundo hípico. Su nombre era Afleet Alex, y, en esa primavera de 2005, al igual que Funny Cide dos años antes y que el ya nombrado Smarty Jones, volvería a demostrar que, al menos en el turf, los campeones pueden llegar a surgir del lugar menos esperado.</i></div>
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<i>Nacido en un desconocido establecimiento en Florida, el potrillo casi había perdido la vida antes de siquiera dar un paso. Y luego, al ser considerado demasiado feo como para ser exitoso, sería comprado y vendido en más de una ocasión. </i><br />
<i><br /></i>
<i>Sin embargo, una vez que el zaino fuera puesto a correr en una pista, el caballo iba a demostrar que su talento no tenía igual, y pronto todo el país, e incluso el mundo, estaría hablando de sus electrizantes corridas. Y aunque por esas cosas del destino la mítica Triple Corona le sería esquiva, en los doce meses que duró su corta carrera, Afleet Alex dejaría un legado imborrable.</i></div>
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<i>Ésta es su magnífica historia; espero que les guste.</i></div>
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Su nombre era Afleet Alex, y había nacido el 9 de mayo del año 2002, en un establecimiento de Ocala, Florida, propiedad de John Martin Silvertand. Silvertand, un ex-piloto inglés de la R.A.F. que años atrás también había trabajado años conduciendo el jet privado del famoso grupo de rock Fleetwood Mac, llevaba el turf en las venas; de hecho, su familia había construido y administraba el hipódromo inglés de Southwell, cerca de Nottinghamshire. Tal vez por eso, fue que, cuando en 1990 John se mudó a los Estados Unidos, una de las primeras cosas que hizo fue comprar algunas yeguas de carrera, y el establecimiento donde ahora vivía junto con su esposa Carolyn y su hija de 9 años, Lauren, que había sido adoptada por el sexagenario matrimonio en Rumania. Sería allí, en aquellas praderas de Ocala, donde también, aquel día primaveral de 2002, iba a nacer el potro por el que Silvertand pasaría a la historia.</div>
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Era un hijo del joven y hasta entonces desconocido padrillo Northern Afleet, que en sus días de corredor había ganado algunas carreras de grupo 2 y figurado en clásicos de grupo 1 sobre la milla. Y su madre Maggy Hawk, una de las primeras yeguas que había comprado Silvertand al llegar a Norteamérica, era una hija del múltiple ganador de grupo 1 Hawkster, que aún al día de hoy mantiene el récord mundial para 2400 sobre césped.</div>
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El potrillo nació sano, y no tardó en ponerse de pie, lo que siempre era una buena señal. Sin embargo, su madre, que no había tenido problemas con sus anteriores crías, no quería saber absolutamente nada con él, y se negaba a producir leche para amamantarlo. Esto era una pésima noticia, ya que, al no tomar leche el recién nacido tampoco recibía calostro, un anticuerpo sin el cual las crías solo tienen un 10% de probabilidades de sobrevivir.<br />
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhddla4_nKihsatoh2_cl5IoN4ByKM-tD1vU3ZV4SV-3B3PjW_5Unpm9nsXTgB4Yk4hvjQ6SUvhCAR9jGEotcJntLEFhVtSPFetywxitJ_odIFRel_IJZFWxq4FPAyfpP474eBi5U5-Ycc/s1600/afleet+alex+&+lauren+silvertand.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhddla4_nKihsatoh2_cl5IoN4ByKM-tD1vU3ZV4SV-3B3PjW_5Unpm9nsXTgB4Yk4hvjQ6SUvhCAR9jGEotcJntLEFhVtSPFetywxitJ_odIFRel_IJZFWxq4FPAyfpP474eBi5U5-Ycc/s1600/afleet+alex+&+lauren+silvertand.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Lauren Silvertand alimentando a un pequeño Afleet Alex</td></tr>
</tbody></table>
Silvertand, desesperado ante la situación de perder a un potrillo, se vio obligado a salir en busca de una madre sustituta que fuera capaz de alimentarlo. Pero el tiempo que llevaba buscar una yegua y trasladarla al establecimiento iba a ser de al menos diez días, y la cría no podía pasar tanto tiempo sin recibir calostro.</div>
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Fue entonces cuando Lauren, la hija de Silvertand, se encargó de esterilizar una botella de cerveza <i>Coors Lite, </i>para luego alimentar al potrillo con leche ella misma. No era lo mismo que beber la leche de su madre, pero, en contra de todos los pronósticos, Afleet Alex creció fuerte y sin problemas, demostrando ya desde pequeño lo que todos sabrían con los años: que era un luchador.</div>
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Dos años después, a principios de 2004, mientras Afleet Alex recién empezaba a aprender a correr, cinco amigos de la zona de Philadelphia decidieron comprar un caballo de carreras. Uno de ellos, Chuck Zackney, que era el que más sabia de caballos, tenía una buena relación con Tim Ritchey, un joven entrenador de la zona que en aquel momento estaba establecido en Delaware Park. En abril, Zackney se juntó con Ritchey, y le pidió si podía conseguirles un buen potrillo, algo que les permitiera disfrutar de buenos ratos entre amigos y familia. Ritchey aceptó, y un mes después, en mayo de 2004, compró al hijo de Northern Afleet en las ventas de Fasig Tipton para potrillos de 2 años en entrenamiento, en el hipódromo de Timonium.</div>
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El entrenador sabía la historia del caballo, y así se la contaría años después al periodista Steve Haskin: “John Silvertand había perdido al potrillo en un lanzamiento de moneda fruto a un previo acuerdo de crianza con otro criador, John Denver. Por ese entonces el potrillo ya era considerado un “patito feo”, y a los pocos meses Denver lo vendió en privado por U$S 150.000 a Joseph Allen. Lo domaron y lo mandaron a entrenar, pero los mismos asesores que habían impulsado a Allen a comprarlo fueron quienes le aconsejaron deshacerse de él. Y ahí estaba, en las ventas de Fasig Tipton.”</div>
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“Lo encontré muy atlético e inteligente; era un caballo muy tranquilo” agregaría el entrenador: “Los otros potrillos se movían asustados e iban dando saltos por ahí. El simplemente estaba quieto como una estatua, y miraba a los demás caballos como diciendo: <i>"¿qué diablos hacen?"</i> Eso realmente me impresionó”.</div>
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Ritchey estaba dispuesto a desembolsar U$S 125.000 para quedarse con el potrillo; sin embargo, eso no fue necesario, ya que solo había una sola persona pujando con él. Para su asombro, el entrenador de Delaware Park se lo quedó por U$S 75.000, la mitad del valor por el cual su anterior dueño lo había comprado, y unos cuantos miles de dólares menos de lo que Ritchey estaba dispuesto a pagar.</div>
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Cash Is King Stables tenía su primer caballo.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt2jnJz-xHwXurwNnWFq4ZTZy7kfYLqCfE-b4Kg9zw_d0zlA9PZyXPHz0OIUy-jH7cEDu386bb3wCo58QlleuW6XGbR59VnOa_sWI5FUCgoaseNJs9kWyWmKQ7IahpKKFefIxAQF_MKww/s1600/Horse_Afleet_Alex-_2big.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt2jnJz-xHwXurwNnWFq4ZTZy7kfYLqCfE-b4Kg9zw_d0zlA9PZyXPHz0OIUy-jH7cEDu386bb3wCo58QlleuW6XGbR59VnOa_sWI5FUCgoaseNJs9kWyWmKQ7IahpKKFefIxAQF_MKww/s1600/Horse_Afleet_Alex-_2big.jpg" width="244" /></a>Pero aunque los cinco amigos de Philadelphia tenían un buen potro, como los trabajos matutinos de Afleet Alex no tardaron en demostrar, había un par de ellos que, en el fondo, dudaban de las capacidades del desconocido entrenador que Zackney había contratado. "¿Cómo dijiste que se llamaba?" le preguntaban a Zackney, al tiempo que se preguntaban por qué no podrían haber enviado a su potrillo con D. Wayne Lukas o Bobby Frankel, verdaderas leyendas del deporte.</div>
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Pero cuando Afleet Alex, montado por un joven desconocido llamado Jeremy Rose, ganara sus dos primeras carreras en Delaware Park, por 11 1/4 y 12 cuerpos respectivamente, las cosas empezarían a cambiar.</div>
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La facilidad con la que el potrillo había dominado a sus rivales en esas dos carreras -en ninguna había sido siquiera exigido por Rose-, sumado a los excelentes tiempos que había marcado en ambas, hacían creer que el pequeño zaino era demasiado bueno para un hipódromo regional como Delaware Park. Por eso, Ritchey no lo dudo, y comenzó a trazar un plan para sacarlo de aquella pista desconocida, y ponerlo a competir ante los mejores pura sangres de su generación.<br />
<br />
De este modo, a mediados de julio, luego de que el caballo ganara su segunda carrera, el entrenador decidió trasladarlo al mítico hipódromo de Saratoga, en el norte del estado de Nueva York, donde desde tiempos inmemoriables compiten los mejores potrillos de 2 años de Norteamérica. Si todo salía según lo planeado por Ritchey, "Alex" empezaría por correr en el Sanford (Gr. 2) a fines de julio y el Hopeful (Gr. 1) en agosto, ambos en ese hipódromo, para luego viajar a Belmont Park a correr en el Champagne Stakes (Gr. 1), que era a principios de octubre. Finalmente, si no surgían imprevistos y el hijo de Northern Afleet demostraba estar a la altura, cerraría el año participando del Breeders' Cup Juvenile (GI), la carrera para potrillos de 2 años más importante del planeta.</div>
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El día del Sanford, corrido sobre 1200 metros en Saratoga, Afleet Alex sería cotizado favorito de la carrera, pagando $3,00. Los comentarios acerca de ese petiso volador que pintaba para crack ya se hacían escuchar entre los <i>turfmans</i>, pero muchos eran cautos, sobre todo porque el caballo no había vencido a rivales muy renombrados en Pennsylvania, y porque ninguno de sus allegados (ni sus dueños, ni su jinete, ni su entrenador), eran conocidos más allá de los circuitos regionales. Como mencioné anteriormente, Saratoga era la "meca" de los potrillos de 2 años en Norteamérica, y el salto de calidad que tendría que pegar Afleet Alex para vencer a sus rivales del Sanford tendría que ser grande.<br />
<br />
Montado nuevamente por Rose, que había viajado ese día desde Delaware, el zaino largó bien, aunque nunca se había caracterizado por tener mucha velocidad en el inicio. Ya a los pocos metros, el lote se empezaría a estirar, y Afleet Alex quedaría ubicado en el en medio del lote de 11 competidores, detrás del líder Lunarpal y de cuatro potrillos más. Éstos volaban en la punta, y presionándose mutuamente, pasaron los primero 400 metros en rápidos :22.29, mientras que el zaino de Ritchey, con un sereno Jeremy Rose encima, esperaba en la sexta ubicación, a más de 4 cuerpos.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4QZVHFtl8WH9CdS1oumSVTnDa92SB5BTnDg1Liqyh3Vl3obUuJHvLrLwY7R18aQL7wdFx272-znLn6QB62uNH8bGb6LOZUVbjoPK7fNBC45Uk-i6grjBO_6sQyUkz4L0EzUbZB5IVSr0/s1600/hopeful.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="311" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4QZVHFtl8WH9CdS1oumSVTnDa92SB5BTnDg1Liqyh3Vl3obUuJHvLrLwY7R18aQL7wdFx272-znLn6QB62uNH8bGb6LOZUVbjoPK7fNBC45Uk-i6grjBO_6sQyUkz4L0EzUbZB5IVSr0/s1600/hopeful.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Ganando el Sanford Stakes en tiempo record</td></tr>
</tbody></table>
Así entraron en el codo, con varios competidores disputándose el primer lugar. Sin embargo, a medio codo, cuando aún faltaban 600 metros de carrera, Afleet Alex, impaciente, empezó a pedirle rienda a su jinete, desesperado por tomar la delantera. Rose sabía que todavía era demasiado temprano, pero su conducido parecía estar con buenas energías, por lo que decidió abrirlo un poco para darle espacio, y le aflojó las riendas.<br />
<br />
El zaino despegó, y, haciendo muestra de la increíble aceleración que con el tiempo se volvería su marca registrada, rodeó a los cinco rivales que tenía adelante en menos de 100 metros, a pesar de haber corrido cinco cuerpos abierto de la baranda interior, y de no haber sido siquiera exigido por su jinete. Antes de haber entrado en la recta, ya era el puntero de la carrera por medio cuerpo.<br />
<br />
El hecho de haber corrido tan abierto durante el codo, sumado a que su aceleración había sido demasiado temprano en la carrera, hacía pensar que Afleet Alex, como cualquier caballo normal, sentiría el cansancio en la recta final. Y de hecho, eso fue lo que pareció en un principio, cuando los rivales a los que acababa de pasar como una bala, se le vinieron a los pocos metros de haber ingresado al derecho.<br />
<br />
Pero, como pronto iba a verse, aquel petiso estaba lejos de ser un potrillo normal.<br />
<br />
Ni bien pasaron el palo de los 200 metros para el disco, el relator de Saratoga Tom Durkin, expresó que la carrera "estaba para cualquiera", pues eso era lo que todo el mundo pensaba. Sin embargo, en un hecho tan increíble como inusual, Afleet Alex, tras recibir el primer latigazo de su vida por parte de Rose, aceleraría por segunda vez. <i>"Afleet Alex...¡Aclerando! ¡En forma sorprendente!"</i> exclamaría Durkin, impresionado: <i>"Se está despegando, para liderar por 2 1/2 cuerpos!" </i>agregaría, mientras el hijo de Northern Afleet se encaminaba casi sin esfuerzo hacia su primera victoria clásica, dejando a los jinetes de sus rivales, que segundos antes habían pensado que ya lo tenían, completamente atónitos. Cuando llegó al disco, 5 1/4 cuerpos adelante del segundo, no solo había corrido los últimos 400 metros de la carrera en fantásticos :23.74, sino que había establecido un nuevo tiempo récord para la carrera (1:09.32), quebrando así el registro establecido por Executioner 34 años antes.<br />
<br />
Pronto, no había <i>turfman </i>en el país que no hubiera escuchado el nombre de Afleet Alex, y las ofertas por el que una vez fuera un "patito feo" empezaron a llover: primero por U$S 1 millón, y cada vez más altas, hasta llegar incluso a los U$S 2 millones. Sin embargo, los socios de Cash Is King Stables, de común acuerdo, concordaron en que, si la idea desde el principio había sido divertirse, entonces no había necesidad de tornar aquello en un negocio. Sin siquiera mirar la cantidad ofrecida, rechazaron todo lo que se les puso sobre la mesa, y se dedicaron a disfrutar de su naciente estrella.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://cdn.bloodhorse.com/images/content/AfleetAlexHopefulAC.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="256" src="http://cdn.bloodhorse.com/images/content/AfleetAlexHopefulAC.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">El día del Hopeful, pasando a sus rivales sobre el disco</td></tr>
</tbody></table>
El potrillo no los defraudó, y, en su siguiente salida a pista, sobre una cancha que parecía una piscina, ganó el Hopeful por un pescuezo y guapeando de lo lindo.<br />
<br />
La carrera había sido una pesadilla en su mayor parte, pues el zaino, que nunca antes había corrido en el fango, no se sintió nada cómodo cuando el barro levantado por las patas de los punteros empezó a golpearlo en los ojos y la cabeza. De hecho, en el momento en el que Jeremy Rose tuvo que empezar exigirlo con la fusta, incluso antes de entrar en la recta, todos pensaron que iba a sufrir la primera derrota de su vida.<br />
<br />
El jinete logró abrirlo cuando apenas quedaban 350 metros por correr, y aunque Afleet Alex pareció recuperar la compostura, aún le quedaba mucho terreno por descontarle a los dos punteros si quería mantener su invicto. Poco después de entrar en la recta, el zaino los tenía a más de 6 cuerpos, y a pesar de lo mucho que Rose lo exigía con el látigo en el anca derecha, no parecía estarse acercando.<br />
<br />
Entonces, cuando faltaban solo 150 metros para el disco, Rose cambió la fusta de mano, y empezó a castigar a Afleet Alex en el lado izquierdo. El potrillo, que nunca antes había sentido el látigo en ese lugar, reaccionó instantáneamente al estímulo, abriéndose de repente hacia la derecha, como asustado, pero también acelerando en forma impresionante. Rose, viendo como el caballo empezaba a acortar distancias con los punteros a pasos agigantados, le dio un par de fustazos más de ese lado, obligándolo a mantener la aceleración. Y luego, cuando vio que el animal ya había tomado el impulso necesario, volvió a cambiar la fusta de mano, obligándolo a cerrarse sobre los punteros con un par de golpes en el anca derecha.<br />
<br />
A falta de 70 metros, Afleet Alex aún seguía tercero, a 1/2 cuerpo del segundo, y a casi 2 del puntero Devils Disciple. Sin embargo, por ese entonces ya había agarrado tanta velocidad, que, incluso antes de que el potrillo pasara a sus dos rivales, Rose ya había escondido la fusta, impulsándolo solamente con sus brazos. En el disco, sería la victoria por menor margen en la joven vida de Afleet Alex, pero no por eso menos impresionante que sus demás triunfos.<br />
<br />
Ya consagrado en el máximo nivel, y considerado por la enorme mayoría de los expertos como el mejor potrillo del país, el hijo de Northern Afleet terminaría su campaña ese 2004 con las dos primeras derrotas de su carrera.<br />
<br />
En el Champagne de Belmont Park, en el que Afleet Alex se enfrentaba a la otra estrella juvenil de Saratoga -el también invicto Proud Accolade-, el caballo se vio atascado entre muchos rivales en la recta, y cuando Jeremy Rose por fin pudo liberarlo, su arremetida llegaría demasiado tarde. A pesar de que el zaino, que había sido cotizado amplio favorito por encima Proud Accolade, era una bala en los metros finales de la recta, no le iba a alcanzar, y llegaría a ¾ de cuerpo del mencionado hijo de Yes It's True, perdiendo así su invicto.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNVWKlSU4F1XP666s1ipunB8OMdct76J-xal6WcoKJIIkvzZqx4HEefm7Ulv-Isso6jJrANTqO0YXj4HDoN2BeE09_noMYtEp1gW5dbgcRlLbi6ZN0PHKs_BxZ40F9k5Kzda3hQYOxjo0/s1600/Champagne.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNVWKlSU4F1XP666s1ipunB8OMdct76J-xal6WcoKJIIkvzZqx4HEefm7Ulv-Isso6jJrANTqO0YXj4HDoN2BeE09_noMYtEp1gW5dbgcRlLbi6ZN0PHKs_BxZ40F9k5Kzda3hQYOxjo0/s1600/Champagne.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">En el Champagne, Afleet Alex sería derrotado por el invicto Proud Accolade</td></tr>
</tbody></table>
Y en el Juvenile, corrido sobre la pista de Lone Star Park, en Texas, el inexperiente Rose se vería superado tácticamente por un experto como el italiano Frankie Dettori. Pensando que sus mayores rivales eran los favoritos Roman Ruler y Proud Accolade, el joven jinete se olvidó del desconocido Wilko, que pagaba más de $28 a ganador. De este modo, ni bien entraron en la recta, y al ver que Proud Accolade ya no tenía chances, Rose pensó que sus únicos obstáculos para obtener la victoria eran los punteros, Roman Ruler y Sun King, y obligó a Afleet Alex a batallar con ellos por el primer puesto. El potrillo, como de costumbre, guapeó valientemente; sin embargo, cuando faltando apenas 150 metros ya parecía que la victoria sería suya, Wilko apareció por afuera como por arte de magia. La arremetida del hijo de Awesome Again sería demasiado para el pupilo de Ritchey, que iba a terminar llegando al disco segundo, a poco menos de 1 cuerpo del vencedor.</div>
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No había sido el final de temporada que Ritchey y los socios de Cash Is King habían soñado. Y a pesar de que Afleet Alex había sido el pura sangre de su generación que más dinero había ganado en la temporada -cerca de U$S 600.000-, el petiso terminaría perdiendo el cetro de "Mejor Potrillo de 2 Años" ante el invicto Declan's Moon.</div>
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<br /></div>
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Pero, si bien siempre era doloroso perder un premio como ese, tanto Ritchey como los dueños del potrillo sabían que su mayor objetivo, el mítico Kentucky Derby, seguía estando al alcance de sus manos. De hecho, a pesar de sus dos derrotas al cierre de la temporada 2004, al empezar el año siguiente Afleet Alex era uno de los mayores favoritos de los expertos en la previa de la carrera.<br />
<br />
Todos los inviernos, Ritchey solía trasladar su establo a Oaklawn Park, en Arkansas, la pista que se había hecho más conocida por ser el lugar en donde Smarty Jones había corrido sus preparatorias para el Derby del año anterior. Hacia allí sería llevado Afleet Alex luego del Juvenile, para que, luego de unos meses de merecido descanso, el caballo empezara a prepararse para el Kentucky Derby.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNtwwP_Tws1M7dD8aTOel6eI1rOxNoBybW2s99Lx8TSOJqhoK95u8IwuqxT2JSboqdySlUntQbFTCFdIyqow1_1-lYSua1MNEbH6QO8-_TIybhhyfZLuuU59SDkq4W_gp2gWWMQgIWcHo/s1600/allsportwilkowinsjuvenile.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNtwwP_Tws1M7dD8aTOel6eI1rOxNoBybW2s99Lx8TSOJqhoK95u8IwuqxT2JSboqdySlUntQbFTCFdIyqow1_1-lYSua1MNEbH6QO8-_TIybhhyfZLuuU59SDkq4W_gp2gWWMQgIWcHo/s1600/allsportwilkowinsjuvenile.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Llegando segundo de Wilko en el Juvenile</td></tr>
</tbody></table>
Iba a ser por ese entonces, cuando Afleet Alex ya se encontraba radicado en Oaklawn Park, que Ritchey iba a realizar un cambio drástico en el entrenamiento de su potrillo estrella; un cambio que lo transformaría en el centro de las burlas de los demás cuidadores, pero que, como el futuro demostraría, iba a ser determinante en el éxito del caballo.</div>
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Luego de darse cuenta que el exceso de energías del hijo de Northern Afleet hacía que se aburriera estando tanto tiempo quieto en el box, el joven entrenador, tras meditarlo largamente, decidió empezar a sacarlo a la pista dos veces por día en vez de una, algo totalmente inédito. Por las mañanas lo hacía dar un par de vueltas a la pista, lo que le aumentaba la resistencia, y por la tarde lo trabajaba en partidas rápidas, ejercitando su velocidad.</div>
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<br /></div>
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"Obviamente, no es algo que se pueda hacer con cualquier caballo, pero a él realmente lo ha beneficiado este método" explicaría Ritchey, para luego, ya en tono de broma, comentar que: "Hubo incluso un par de entrenadores en Oaklawn que se me acercaron y me dijeron: ‘Amigo, tienes dos potrillos casi idénticos’."</div>
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Afleet Alex no iba a estar pronto para el día del Southwest Stakes, el primero de los 3 clásicos preparatorios para el Derby que ofrecía Oaklawn Park. Por lo tanto, el potrillo tendría que comenzar su campaña como 3 años un poco después, más exactamente a principios de marzo, corriendo el Mountain Valley Stakes, un clásico listado sobre 1200 en la misma pista. El hijo de Northern Afleet, montado como siempre hasta entonces por Jeremy Rose, ganaría fácil por 2 3/4 cuerpos en un tiempo de 1:09.52, y obteniendo un excelente Beyer Speed Figure de 106, lo que hacía presagiar que había vuelto de su descanso invernal en mejor estado que nunca.<br />
<br />
Pero aunque todo iba de maravilla, para la siguiente carrera del caballo, el Rebel Stakes (Gr. 3), corrido dos semanas después sobre 1700 metros, Ritchey y los socios de Cash Is King iban a tomar una decisión díficil, pero lógica: reemplazar al joven e inexperiente Jeremy Rose, que estaba completamente enamorado de Afleet Alex, pero que cuyo talento era limitado, por el exitoso John Velazquez, considerado por muchos como el mejor jinete del país.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://cdn.bloodhorse.com/images/content/AfleetAlexMtnValleyCoady.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="256" src="http://cdn.bloodhorse.com/images/content/AfleetAlexMtnValleyCoady.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Ganando el Mountain Valley en su primera salida del 2005</td></tr>
</tbody></table>
Sin embargo, a pesar de que el cambio de monta para el Rebel parecía sensato y de que todos esperaban una fácil victoria del Afleet Alex, el zaino sufriría una derrota tan inesperada como contundente, llegando último a más de 12 cuerpos del ganador Greater Good.<br />
<br />
Todo había parecido ir de forma normal durante gran parte de la carrera, con Afleet Alex persiguiendo al puntero Rockport Harbor durante toda la recta opuesta y el último codo. Pero cuando, faltando 500 metros Velazquez había empezado a exigir al gran favorito para que se acercara al líder, el caballo, a pesar de dejarlo todo, no había logrado acortar distancias. Luego, ya en la recta, y para el asombro de todos los presentes, el hijo de Northern Afleet no sólo no aceleraría, cosa que era su costumbre, sino que sería pasado por todo el resto del lote. Cuando llegó al disco, último y a paso de tortuga, no eran pocos los que pensaron que estaba seriamente lesionado, y que probablemente había quedado descartado de cara al Derby, para el que faltaban menos de 2 meses.<br />
<br />
Pero los análisis realizados luego del Rebel dieron como resultado que Afleet Alex sufría de una infección pulmonar, lo que, a pesar de haber causado su mal desempeño en la carrera, podía solucionarse con una semana de antibióticos.<br />
<br />
Ritchey se encargó del problema, y, cuando el potrillo volvió a los entrenamientos con energías, decidió anotarlo en el Arkansas Derby (Gr. 1), corrido a mediados de abril sobre 1800 metros. El único problema era que John Velazquez, dejando de lado a Afleet Alex, había optado por correr al cotizado Bandini en el Bluegrass Stakes (Gr. 1), corrido el mismo día en Keeneland. Ésto dejo a Ritchey y a los dueños del caballo en medio de una encrucijada: podían volver con Jeremy Rose, o apostar por otro jinete de renombre.<br />
<br />
Finalmente, iban a terminar volcándose por Rose; el joven de Pennsylvania no solo había desarrollado una especie de vínculo espiritual con Afleet Alex, sino que había sido el primero en ir a visitarlo luego de su derrota en el Rebel. Además, si de algo estaban seguros Ritchey y los propietarios del zaino, era de que Rose nunca se les iba a ir con otro caballo si las cosas no marchaban bien.</div>
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<br /></div>
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Fue así que, a mediados de abril, Afleet Alex, montado nuevamente por Jeremy Rose, volvería a las pistas, en la que iba a ser su última carrera antes del Kentucky Derby de aquel año. Y aunque el público esperaba que el potrillo estuviera recuperado -de hecho, lo hicieron el favorito de la competencia por sobre el ganador del Rebel, Greater Good, y sobre el prometedor Flower Alley-, lo que seguro no esperaban era que el hijo de Northern Afleet fuera a correr el mejor Arkansas Derby de todos los tiempos.<br />
<br />
Tras largar bien, el nieto de Hawkster se ubicaría quinto en los tramos iniciales de la competencia, a más de 4 cuerpos del líder Baston Challenge, que establecería parciales moderados de :23.03 y :47.91 para los 400 y 800 metros respectivamente. Así se mantendría la carrera durante toda la recta opuesta y una parte de la curva. Pero, como en el día del Sanford unos meses atrás, llegaría un momento en que la impaciencia de Afleet Alex sería demasiado para su jinete. A medio codo, todavía con 550 metros por correr, Rose, con los brazos casi acalambrados de tanto aguantarlo, decidiría soltarle las riendas a su conducido, que, haciendo uso de la electrizante aceleración por la que siempre será recordado, despegaría como un cohete.<br />
<br />
A pesar de correr más de cuatro cuerpos alejado de la baranda interior, Afleet Alex demoraría apenas 100 metros en rodear a los cuatro rivales que tenía adelante, y, cuando ingresara a la recta, ya tendría una ventaja de 1 cuerpo sobre Canteen, que en ese momento estaba segundo. Pero, al igual que en el Sanford, luego de ver ese movimiento no fueron pocos los que pensaron que el potrillo estaba completamente "cocinado": no había pura sangre vivo capaz de correr tan rápido en el codo y luego aguantar el ritmo en la recta.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS7gBfNDgcjPTpUPdkeotjV9vbSi8P-cPqBQT6DBNZIV5yBC9zmj84IjtsyhcbnDydASJYgUPdfyrmEvC1Fo9Glrq1S78hB6y6I3Pdr85bYHH0dgsTl5gBIhdUt7P9Z4X9E7Ssl42jSyc/s1600/ark+derby.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS7gBfNDgcjPTpUPdkeotjV9vbSi8P-cPqBQT6DBNZIV5yBC9zmj84IjtsyhcbnDydASJYgUPdfyrmEvC1Fo9Glrq1S78hB6y6I3Pdr85bYHH0dgsTl5gBIhdUt7P9Z4X9E7Ssl42jSyc/s1600/ark+derby.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Ganando uno de los mejores Arkansas Derby de la historia</td></tr>
</tbody></table>
Pues bien, para el estupor de todos los espectadores que habían llenado Oaklawn Park, Afleet Alex no solo aguantaría el ritmo, sino que lo agilizaría.<br />
<br />
Ni bien hubo ingresado en la recta, y aún sin haber sido tocado por la fusta, el hijo de Northern Afleet cambió de mano y, acelerando nuevamente, dejó a Canteen y a Flower Alley -que empezaba a arremeter- en su estela de arena. En 150 metros les sacó cinco cuerpos, que unas pocas yardas más adelante se transformaron en seis, y luego en siete. Y mientras el histórico relator de Oaklawn Park Terry Wallace comentaba que aquel era "uno de los Arkansas Derby más impresionantes en la historia", el pequeño zaino continuaba estirando diferencias a cada segundo, corriendo furiosamente hacia el disco a pesar de que ya había dejado de ser exigido hacía rato.<br />
<br />
En la línea de llegada, serían 8 cuerpos exactos los que separarían a Afleet Alex de su escolta Flower Alley, que era un caballo espectacular -de hecho, más adelante en la temporada ganaría fácilmente el histórico Travers Stakes (Gr. 1), para luego llegar segundo a sólo 1 cuerpo del "Caballo del Año" Saint Liam en el Breeders' Cup Classic (Gr. 1)-, pero que esa tarde se había topado con un pura sangre distinto, especial, como lo era el gran hijo de Northern Afleet.<br />
<br />
Y si la carrera del pupilo de Ritchey ya había sido espectacular a simple vista, cuando mas tarde se publicaran las gráficas oficiales, los aficionados tendrían una razón más para sorprenderse, pues el caballo había corrido los últimos 200 metros de la competencia en un tiempo casi irreal, :11.74. De hecho, de no haber sido por los lentos parciales iniciales de la carrera, Beyer Speed Figure de 108 que había obtenido -que ya de por sí era notable-, hubiese sido aún mejor.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero aunque hoy pueda sonar increíble, y más aún sabiendo lo impresionante que fue aquel Arkansas Derby, lo cierto es que Afleet Alex no fue el favorito de aquella edición del Kentucky Derby. Es más, pagando $4,50, el hijo de Northern Afleet ni siquiera estuvo cerca de pagar lo que el favorito de la carrera, y los expertos hípicos que estaban en desacuerdo se contaban con los dedos de una mano.<br />
<br />
Porque, por muy bueno que pareciera Afleet Alex en la previa de aquel Derby, por aquellos días todo parecía girar en torno al que muchos consideraban como el futuro <i>superhorse</i> de la hípica norteamericana: Bellamy Road.<br />
<br />
Un caballo gigantesco y oscuro, casi completamente negro, el imponente hijo de Concerto había ganado 4 de sus 5 carreras, todas en forma dominante, y llegaba a Kentucky tras ganar el Wood Memorial (Gr. 1) por 17 1/2 cuerpos, en la que fuera probablemente la mejor performance en un preparatoria al Derby de todos los tiempos. Porque además de que su margen de victoria había sido el más alto en la historia de la carrera, su tiempo para los 1800 metros (1:47.16) había roto el récord de pista de Aqueduct -ostentado desde 1972 por el legendario Riva Ridge-, y su Beyer Speed Figure de 120 sería el más alto en la historia para un potrillo de 3 años previo a la "Carrera de las Rosas". Tan impresionante había sido la actuación, que los términos "fenómeno", "imbatible" y hasta "futuro triple coronado" no demorarían en volverse comunes entre la prensa especializada.<br />
<br />
Por si todo esto fuera poco, el potrillo, que había ganado su única otra carrera de ese año por 15 3/4 cuerpos, era propiedad nada más ni nada menos que de George Steinbrenner, un veterano multimillonario que desde hacía más de 3 décadas era el dueño de los New York Yankees. Steinbrenner, que por años había tenido pura sangres, había hecho de los Yankees una de las franquicias más exitosas en la historia de los deportes, y era considerado una de las personalidades más famosas y polémicas de Norteamérica. Ahora, con aquella "bestia" negra, buscaba una de las pocas cosas que en la vida se la habían hecho esquivas: el trofeo del Kentucky Derby.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL52GNoKqZ9iAzUxxTFLsyl9BaAHEmXxA2paS8v6rbc0oDMJTaZ__vX0qGbPOM7OHyGUxHoP3JX4ySKT_dDzA0Xpv2Dl9LPWgmVPPyrihVhDtdmfJJIXH5SuAwTAibGpMAjguM2GpyZhQ/s1600/bellamy+road+wood.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL52GNoKqZ9iAzUxxTFLsyl9BaAHEmXxA2paS8v6rbc0oDMJTaZ__vX0qGbPOM7OHyGUxHoP3JX4ySKT_dDzA0Xpv2Dl9LPWgmVPPyrihVhDtdmfJJIXH5SuAwTAibGpMAjguM2GpyZhQ/s1600/bellamy+road+wood.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">El impactante Bellamy Road pintaba como la nueva gran estrella del turf</td></tr>
</tbody></table>
De no haber sido por la presencia de Afleet Alex entre los 20 participantes de aquel año, es probable que Bellamy Road hubiese partido como el mayor favorito en la historia del Kentucky Derby. Sin embargo, el pupilo de Ritchey le robaría algunos boletos al hijo de Concerto, que, a pesar de todo, aun saldría a la pista como el enorme favorito del público, pagando apenas $2,60.<br />
<br />
Por aquel entonces, la prensa ya se había encargado de difundir la increíble historia de Afleet Alex, que hacía poco había sido agregada de un nuevo y emocionante capítulo, gracias a la vinculación del potrillo con el “Alex Lemonade Stand”. Un puesto de limonada creado en hacía cinco años por Alexandra “Alex” Scott, una niña de apenas 4 años que padecía de un cáncer terminal, el "Alex Lemonade Stand" tenía como objetivo recaudar fondos para la investigación de una cura para la enfermedad. Alex finalmente había fallecido a los 8 años en agosto de 2004, pero su madre, Liz, decidiría continuar con el puesto de limonada, con el objetivo de recaudar 1 millón de dólares.<br />
<br />
Cuando, en la previa del Derby, Zackney y los otros dueños de Afleet Alex se enteraron de la fantástica historia de la niña, decidieron donar parte de las ganancias del "Alex" equino para la fundación, ayudando a difundir la historia de la difunta niña y su puesto de limonada. (De hecho, durante la Triple Corona de 2005 el ALS lograría rebasar holgadamente la suma de 1 millón de dólares que Liz se había propuesto recaudar.)</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por si todo esto fuera poco, John Silvertand, aquel que una vez había perdido en un lanzamiento de moneda al potrillo que su hija había alimentado con una botella de cerveza, también había sido diagnosticado con un cáncer terminal en 2003, y por los médicos le habían dicho que no viviría más de un año. Pero como el pequeño zaino al que había visto nacer, Silvertand había desafiado a la lógica, e increíblemente en 2005, dos años después de aquello, seguía con vida. Los socios de Cash Is King se habían enterado de su condición a fines del año anterior, y desde ese entonces lo habían invitado a todas las carreras de Afleet Alex, haciéndolo sentirse parte de aquello. Y a medida que la campaña del potrillo progresaba, el criador había decidiría cortar con la quimioterapia, dejándolo todo “en manos de Dios”, para poder disfrutar de aquella experiencia como era debido. "No hay forma de que yo deje este mundo, al menos mientras Afleet Alex siga corriendo" diría emocionado el criador inglés que, la tarde del 7 de mayo de 2005, sentado en uno de los palcos de Churchill Downs, vería cumplido su sueño de tener un potrillo criado por él corriendo en la carrera más famosa del mundo.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si Afleet Alex hubiese ganado aquel Derby, hoy, ya sabiendo lo que luego sucedería luego en el Preakness y en el Belmont, me animaría a afirmar que el hijo de Northern Afleet se hubiese probablemente convertido en probablemente el pura sangre más mediático y legendario de todos los tiempos, tal vez más incluso que el mismísimo Secretariat. El poder emocional de su historia era simplemente increíble, y el talento y las aceleraciones del potrillo estaban a la altura.<br />
<br />
Sin embargo, como siempre se dice, el Kentucky Derby, al ser una carrera tan atípica y con tantos participantes, no siempre es ganado por el mejor caballo. Ese año, la cosa fue tal cual.<br />
<br />
Porque Afleet Alex, sin la mejor conducción por parte de Rose, que corría su primer Derby, vino demasiado cerca del puntero Spanish Chestnut, una "liebre" del talentoso arremetedor Bandini, que corrió algunos de los parciales más rápidos en la historia de la Carrera de las Rosas.<br />
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</div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBfiXtTsgf9lq7TRxn_nZtEkxBJGw-9IYMOGdWe1giPqPmOF0tEks3i8H79hokeLrcLltkjGwEipZ9F07T4EwYSnBPj_pM5PRRjsqSQJqcAwElYUdTKgsueyUzLhAuoSdppbES9Mxq4x4/s1600/kentucky-derby-1-P.jpeg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBfiXtTsgf9lq7TRxn_nZtEkxBJGw-9IYMOGdWe1giPqPmOF0tEks3i8H79hokeLrcLltkjGwEipZ9F07T4EwYSnBPj_pM5PRRjsqSQJqcAwElYUdTKgsueyUzLhAuoSdppbES9Mxq4x4/s1600/kentucky-derby-1-P.jpeg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Spanish Chestnut voló al inicio de aquel Derby, llevándose consigo a varios</td></tr>
</tbody></table>
Tanto Spanish Chestnut como Bandini eran propiedad de los magnates europeos Michael Tabor y Derrick Smith, cuyo establo, el famoso Coolmore Stud, era considerado el más exitoso de todos los tiempos a nivel mundial. Y aunque ambos potrillos estaban al cuidado de diferentes entrenadores -Spanish Chestnut con Patrick Biancone, y Bandini con Todd Pletcher-, y a pesar de que era sabido que Spanish Chesnut no tenía absolutamente ninguna chance de ganar el Derby, los propietarios del caballo obligarían a Biancone a anotarlo, con la anti-deportiva intención de "cocinar" a Bellamy Road -un reconocido puntero-, en favor de Bandini.<br />
<br />
¿El resultado? Spanish Chestnut correría los primeros 1200 metros del Derby en 1:09.59, el segundo tiempo más rápido en la historia del Derby, dejando sin chances no sólo a Bellamy Road -que iba a seguirlo a menos de 2 cuerpos-, sino que también liquidando las posibilidades de Afleet Alex, que, a pesar de ubicarse undécimo en la recta opuesta, estaría a sólo 6 cuerpos de distancia. Para hacer las cosas aún peor, Rose, que luego admitiría no haberlo conducido en forma acertada, quiso guardar terreno a toda costa. Y en vez de hacer que el potrillo rodeara a sus rivales por afuera -que era a lo que estaba acostumbrado-, el joven jinete intentó abrirse un camino por el medio del lote, obligando en más de una ocasión a su conducido a frenar, doblar, esquivar rivales, y luego volver a arrancar.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://www.oceanportracingreport.com/2005%20Kentucky%20Derby%20Churchill%20Downs%20Giacomo06b.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="248" src="http://www.oceanportracingreport.com/2005%20Kentucky%20Derby%20Churchill%20Downs%20Giacomo06b.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Como siempre, Afleet Alex guapearía hasta el disco</td></tr>
</tbody></table>
Cuando Afleet Alex, ya en la recta y faltando solo 200 metros, por fin encontró una abertura, el cansancio de los golpes y de los rápidos parciales iniciales le había empezado a pasar factura. Y aunque el bravo petiso guapeó de lo lindo, lo que hizo pensar que podía llegar a ganar, desde el fondo del lote apareció Giacomo, que pagaba $50.30 pero que estaba fresco como una lechuga. Montado por el veterano y legendario Mike Smith, que lo había traído muy alejado del ritmo suicida impuesto por Spanish Chestnut, el tordillo pasaría de largo a Afleet Alex, y también al sorprendente Closing Argument, para ganar la carrera por 1/2 cuerpo. <br />
<br />
Al igual que con Wilko en el Juvenile, el pupilo de Ritchey tendría que ver como un completo desconocido se aprovechaba de rápidos parciales iniciales para cerrarle las puertas de la gloria en las narices, y, a pesar de dejarlo todo, iba a terminar llegando tercero, a solo 1 cuerpo del ganador.<br />
<br />
Bellamy Road, que se había quedado sin chances al correr tan cerca de los parciales iniciales, llegaría séptimo, a más de 7 cuerpos del ganador. Y Bandini, por cuya causa aquel Derby iba a pasar a la historia como una completa aberración, llegaría penúltimo, a más de 30 cuerpos. Y detrás de Spanish Chestnut.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ya para el día del Preakness (Gr. 1), la segunda gema de la Triple Corona, corrido dos semanas después sobre 1900 metros en Pimlico, la historia sería diferente. Porque Afleet Alex y Jeremy Rose, que esta vez estaría brillante a lomos del zaino, nos regalarían una de las carreras más recordadas en la historia del turf.<br />
<br />
Cotizado favorito por sobre Giacomo (Bellamy Road no correría ese día), el hijo de Northern Afleet sería traído más lejos de la punta en esta ocasión, más específicamente décimo, a casi 10 cuerpos del líder High Limit. Sin embargo, pasada la mitad del último codo, Rose, que lo había traído siempre abrigado a la baranda interior, le soltaría las riendas, y el pequeño zaino explotaría.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El rugido de la multitud record de 115.000 fanáticos que había colmado Pimlico al ver aquel movimiento fue ensordecedor. Ahí iba el bravo Afleet Alex, pasando a sus rivales por adentro como una bala: primero uno, después otro, como si los demás potrillos fueran estatuas y no los mejores del país. Pasó volando por al lado de Giacomo, el ganador del Derby, que batallaba inútilmente por mantener el ritmo, y después tuvo que abrirse para rebasar a High Limit, que empezaba a quedarse sin restos. Todavía no habían entrado en la recta, pero ya se podía ver que el pensionista de Tim Ritchey iba a ganar ese Preakness por un margen colosal. Solo quedaba por delante de él el talentoso Scrappy T, que acababa de tomar la punta segundos antes; pero eso iba a ser por poco.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Metros antes de entrar a la recta, Jeremy Rose guió a su potrillo hacia la derecha, con la intención de pasar por detrás de Scrappy T. El hijo de Northern Afleet estaba corriendo a casi el doble de velocidad que el cansado puntero, y, en ese momento, al igual que todo el resto del mundo, Rose debió pensar que tenía el Preakness en el bolsillo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De pronto, sucedió lo inimaginable.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ramón Domínguez, que montaba a Scrappy T, golpeó a su conducido con la fusta en el anca izquierda, y no pudo evitar que su potrillo se abriera inesperadamente hacia la derecha al verse sorprendido por el latigazo; pero mucho menos pudo Jeremy Rose, que más que conducir a un pura sangre parecía que conducía un cohete, evitar que Afleet Alex colapsara a 60 kilómetros por hora contra el flanco izquierdo del puntero.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://imagizer.imageshack.us/v2/800x600q90/809/5hko.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="301" src="http://imagizer.imageshack.us/v2/800x600q90/809/5hko.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">El instante en que Afleet Alex, tras chocar con Scrappy T, se va abajo</td></tr>
</tbody></table>
El alarido de terror de la multitud debió de haberse escuchado desde la luna, al tiempo que hijo de Northern Afleet perdía el control de su cuerpo y rozaba con sus rodillas y hocico la arena de Pimlico. Su joven jinete, sorprendido por lo inesperado de la situación, solo pudo atinar a aferrarse con su vida a las crines del caballo. Y aunque pareció que iba a caer a la pista, sólo por uno de esos milagros de la vida, finalmente logró quedarse sobre las cruces del tenaz potrillo, que, manteniéndose increíblemente de pie, evito lo que pudo haber sido una de las peores catástrofes en la historia del turf.</div>
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Después, vendría lo más increíble de todo.</div>
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Afleet Alex, que había estado a solo milímetros de la muerte, y todavía con su jinete aguantando sobre los estribos, se puso de pie a la carrera, para el grito de los más de cien mil espectadores. Y luego, en una de las más fantásticas muestras de fuerza y guapeza vistas en la historia de los deportes, el corajudo petiso cambió de mano, acelerando como si recién hubiese largado, y yendo en busca de Scrappy T.<br />
<i><br /></i>
<i>"Afleet Alex, boy does he have some heart!" </i>exclamaba atónito el relator oficial de Pimlico, Dave Rodman, al ver como el valiente potrillo, todo cubierto de arena en su frente superior, empezaba a alcanzar nuevamente la línea de Scrappy T ya en la recta final. Después, a falta de 200 metros, Rose le pediría el resto; y el zaino, agachando la cabeza y golpeando el suelo furiosamente con sus cascos, aceleraría de nuevo, dejando atrás a su rival con pasmosa facilidad y encaminándose a una épica victoria.<br />
<i><br /></i>
<i>“How much the best is he!”</i> vociferaba Rodman, que ya no daba crédito a sus ojos, a medida que el sensacional potrillo y su joven jinete empezaron a estirar diferencias sobre Scrappy T en los metros finales: <i>"Afleet Alex... AWESOME!".</i></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitzSa4_hFGwbLA8-3RZ9ivDzB23SYEokT_ekAV7srPjPL9_y0TQ9ce3glPsI7RX5u_nDmLsFWZtdweCCjywl7qdXrO726fj0sYwz_3kJKLAVtpiOU_J0llbi5beqbXcnW4nVxntbrK37o/s1600/050521_preakness_tease_standard.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitzSa4_hFGwbLA8-3RZ9ivDzB23SYEokT_ekAV7srPjPL9_y0TQ9ce3glPsI7RX5u_nDmLsFWZtdweCCjywl7qdXrO726fj0sYwz_3kJKLAVtpiOU_J0llbi5beqbXcnW4nVxntbrK37o/s1600/050521_preakness_tease_standard.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Ganando un Preakness milagroso</td></tr>
</tbody></table>
<i><br /></i></div>
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Cuando llegó al disco, con Rose sobre sus cruces elevando su brazo derecho, celebrando tanto la victoria como el hecho de estar vivo, Afleet Alex le había sacado 4 1/2 cuerpos a Scrappy T y un atónito Ramón Domínguez. Más atrás, a 5 cuerpos, llegaría el tercero, Giacomo.</div>
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"Este potrillo correría sobre vidrios rotos si se lo pidiera" había dicho Rose el día antes de la carrera, sin imaginar que en aquel Preakness Afleet Alex iba a hacer por él algo mucho más increíble aún: "Tal vez, la pequeña Alex (Scott) me estaba sosteniendo con sus manos" agregaría, terminada la carrera, el emocionado jinete.</div>
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Y luego de la carrera, Silvertand, que había dudado en ir al hipódromo ese día por sentirse muy enfermo, se encontraba celebrando enfáticamente en el circulo de los ganadores: “Hay muchas cosas fantásticas de este mundo que no voy a llegar a ver; así que estoy muy agradecido de poder estar acá hoy”.</div>
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Tres semanas después de aquel Preakness, Afleet Alex ganaría el Belmont Stakes (Gr. 1) por 7 cuerpos de ventaja sobre Andromeda’s Hero, en una de las mejores actuaciones en la carrera de las últimas décadas. Y ese día, los extraños métodos de Ritchey no solo demostrarían haber sido útiles, sino que serían determinantes.<br />
<br />
Porque en el segundo de los largos codos de Belmont Park, cuando todos los otros potrillos empezaban a sentir el cansancio de tan larga carrera, Rose se encontraba frenando a Afleet Alex, y esperando el momento necesario para dejarlo ir. Y porque cuando el jinete finalmente se decidió a aflojarle las riendas al hijo de Northern Afleet, poco antes de entrar en la recta, el pequeño zaino respondería instantáneamente, haciendo uso de toda la potencia, velocidad y resistencia que por tanto tiempo le había fomentado su sabio entrenador.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5lXyWZu_25se53Ud4QMS3aSfd2FLvcyclfYxmTduKh3_aP4LtYpUkDyJ04wowVGwxrReoS_y49EChVo0wtFR2o5h-iBKYuAj2sCU5pPnea5tX3loP9YMlIr8qXVgT1IT_gpUntZfPRQ8/s1600/aa.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5lXyWZu_25se53Ud4QMS3aSfd2FLvcyclfYxmTduKh3_aP4LtYpUkDyJ04wowVGwxrReoS_y49EChVo0wtFR2o5h-iBKYuAj2sCU5pPnea5tX3loP9YMlIr8qXVgT1IT_gpUntZfPRQ8/s1600/aa.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Venciendo en el Belmont a lo crack</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Con una aceleración similar a la del Preakness, el nieto de Hawkster se abrió paso por entre los demás competidores casi sin esfuerzo, y, en el momento que pisaron el derecho humilló al ganador del Derby, Giacomo, que era el último rival que le quedaba por pasar.<br />
<i><br /></i>
<i>"And Afleet Alex just ran right by Giacomo like he was standing still!" </i>exclamaría sorprendido el relator Tom Durkin, cuando, en un pestaneo, el diminuto zaino le sacara 5 cuerpos al tordillo:<i> "</i><i>Afleet Alex opening up...what a TREMENDOUS burst of energy!" </i>continuaría, a medida que el hijo de Northern Afleet, recorriendo la recta entera a voluntad, aumentaba a pasos agigantados la ventaja sobre sus escoltas.<br />
<br />
El tiempo que pondría al llegar al disco, 2:28.75, no sería muy bueno, pero eso sería debido a los lentos parciales iniciales. Porque el caballo no solo había ganado el Belmont en forma impresionante, sino que había corrido el último cuarto de milla de la carrera en increíbles :24.50, el registro más rápido en desde Arts And Letters en 1969.</div>
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Sin embargo, a medida que el potrillo y su jubilante jinete se dirigían al circulo de ganadores, muchos tenían la imagen de los metros finales del Derby en la cabeza. Y por más que lo intentaran, no podían evitar pensar en lo que podría haber sido.<br />
<br />
<br />
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<br />
<br />
Un mes después del Belmont, cuando Afleet Alex se encontraba realizando sus ultimos preparativos de cara a su retorno en el Haskell (Gr. 1), el potrillo sufrió una fractura en su mano izquierda, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrjicamente. Y aunque en un principio se pensó que el hijo de Northern Afleet volvería para competir en el Breeders' Cup Classic (Gr. 1), al poco tiempo de volver a los entrenamientos se volvió a sentir en el mismo lugar, por lo que tuvo que ser retirado.</div>
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<br />
Su récord fue de 8 victorias, 2 segundos puestos y 1 tercero sobre 12 presentaciones, y obtuvo más de U$S 2.7 en premios. Además, entre sus logros se cuentan el haber obtenido 3 triunfos y 2 segundos puestos en carreras de Grupo 1, y los récords de tiempo tanto del Hopeful como del Mountain Valley Stakes. </div>
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Actualmente sirve como padrillo en el establecimiento Gainsway, en Kentucky, por un valor de U$S 12.500 la monta. Entre sus hijos se destacan Afleet Express, ganador del Travers Stakes (Gr. 1), Dublin, que al igual que su padre supo vencer en el Hopeful (Gr. 1), y Afleet Again, un tordillo que fuera propiedad nada más ni nada menos que de Cash Is King Stables, que, luego del éxito de su primera adquisición, se ha mantenido en el negocio de los purasangres.<br />
<br />
John Silvertand, su criador, falleció poco más de un año después del retiro del zaino, en enero de 2007. Ayudado por "la mejor quimioterapia de todas", como un amigo suyo llamó a Afleet Alex, el inglés había vivido 2 años más de lo que los médicos le habían dicho.<br /><br />
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“Nunca soñé con tener un caballo así” diría Ritchey con el tiempo.</div>
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Y Jeremy Rose, su jinete, lo describiría como “una bestia, un monstruo”. “Hubiese ganado la Triple Corona de no haber sido por mi monta en el Derby”.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgUNC5a9cHcCy82cQWwr5UAojPEhnSE2uX_Ex52Wi2D25JYD3ZPOjXDVaPBuoW9Z9PEm0e3m0gH0rwBAMdLbOhnOrB3BFGnQt1fy6sH6FIcSqNQ1IYYkqHvYMEC1h5R4qWdIFiv6PfdTw/s1600/prkness.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgUNC5a9cHcCy82cQWwr5UAojPEhnSE2uX_Ex52Wi2D25JYD3ZPOjXDVaPBuoW9Z9PEm0e3m0gH0rwBAMdLbOhnOrB3BFGnQt1fy6sH6FIcSqNQ1IYYkqHvYMEC1h5R4qWdIFiv6PfdTw/s1600/prkness.jpg" width="320" /></a></div>
De Joe Lerro, uno de los miembros de Cash Is King: “Nos llamaban propietarios de las ligas menores. Decían que teníamos un entrenador de ligas menores y un <i>jockey</i> de ligas menores. Pero, ¿saben qué? Nunca entendieron nada sobre lo que es tener el corazón de un campeón.”</div>
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Y el fallecido entrenador Bobby Frankel, que obtuvo el premio al mejor cuidador del país en 5 oportunidades, 4 en forma consecutiva, fue aún más lejos: “Afleet Alex era excepcional. Un potrillo que está a la altura de los grandes de la historia: de Affirmed, de Seattle Slew.”</div>
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Pero sería el gran escritor Steve Haskin quien, luego del Preakness, lograría sintetizar mejor la historia del gran Afleet Alex: “Este es un caballo que ha afectado más vidas humanas que cualquiera que se recuerde. Ha mantenido a su moribundo criador con vida. Ha mantenido la misión y la memoria de una valiente niña con vida. Ha mantenido las esperanzas de cientos de niños enfermos con vida. Ha mantenido el sueño de sus trabajadores dueños con vida. Y se ha mantenido a sí mismo y a su jinete con vida, luego de una de las mayores muestras de destreza y fuerza jamás vistas en la historia del deporte. Ahora (...), mantiene con vida uno de los más grandes cuentos de hadas en la historia del turf.”</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitWW69u0_zkvGrbAO80jyoKIo_sWx8Z-AVi2v2EMIui1cDmmeiSaMYXGXU-0ZSH2quRKC1OWsGOrFKqgeb4H13F70qKezet2YHFYyuI8jmNWqphcejjzE8hSqpvmfZg9LC4UBqidrVWok/s1600/53054826.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitWW69u0_zkvGrbAO80jyoKIo_sWx8Z-AVi2v2EMIui1cDmmeiSaMYXGXU-0ZSH2quRKC1OWsGOrFKqgeb4H13F70qKezet2YHFYyuI8jmNWqphcejjzE8hSqpvmfZg9LC4UBqidrVWok/s1600/53054826.jpg" /></a></div>
No me caben dudas de que, de haber nacido una década antes, o una después, Afleet Alex hubiese sido mucho más célebre de lo que fue durante aquella primavera de 2005, cuando sus increíbles victorias en el Preakness y el Belmont dejaron al mundo entero boquiabierto. Sin embargo, el hecho de haber saltado a la fama apenas un año después del caballo norteamericano más popular de las últimas tres décadas -Smarty Jones-, y sólo un año antes del trágicamente famoso Barbaro, sin dudas ha generado que el lugar en la historia del hijo de Northern Afleet se haya visto un poco opacado.</div>
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Así y todo, para los que alguna vez hemos visto alguna de sus impactantes carreras, la imagen de ese diminuto pero nobilísimo potrillo en furiosa atropellada -su cuerpo chato contra el piso, sus orejas echadas hacia atrás, y sus cascos golpeando la arena con violencia-, jamás se borrará de nuestras mentes...</div>
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Y ni que hablar que su Preakness, la carrera por la que pasará a la historia como uno de los pura sangres más guapos de la historia, seguirá en la memoria de los fanáticos hasta el fin de los tiempos.<br />
<br />
En lo personal, me queda solo por decir que Afleet Alex fue uno de los caballos que más disfruté de ver correr, y quizás el único que lo tenía absolutamente todo: velocidad, aceleración, resistencia, guapeza, y una magnífica historia de fondo. Además, creo firmemente que, de no haber sido por Spanish Chestnut y aquellos insólitos parciales iniciales en el Derby, el hijo de Northern Afleet hubiese ganado la Triple Corona a las risas. Porque a pesar de su físico algo extraño, aquel zaino no sólo tenía un talento innato pocas veces visto, sino que su corazón era aún más grande.<br />
<br />
Yo te recuerdo, Afleet Alex.</div>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-53295434959809736752014-05-19T10:24:00.003-03:002015-02-14T01:44:57.010-02:00Recordando... Smarty Jones <div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Con motivo del décimo aniversario de la Triple Corona de Smarty Jones, y aprovechando que California Chrome ha vuelto a poner el tema sobre el tapete, he decidido sacar este artículo de mis archivos, para publicarlo en su honor. </i><br />
<i><br /></i>
<i>Hay algo en la historia de éste pequeño alazán que siempre ha logrado cautivarme más que las otras. Más que la de Secretariat; más que la de Seattle Slew; incluso más que la de mi amado Invasor.</i><br />
<i>Esto no quiere decir, de ninguna manera, que los tres caballos que acabo de mencionar no hayan sido mejores que Smarty Jones en la pista, pues, si analizamos sus historiales, lo fueron. </i><br />
<br />
<i>Lo quiero decir es que, al menos desde mi punto de vista, la historia de Smarty Jones es -y seguirá siendo- única, no sólo por la por lo magnífica y trágica que es en sí misma, sino porque también es una especie de "combo" de las historias de todos mis otros pura sangres favoritos. A</i><i>l igual que Secretariat tres décadas antes, el caballo surgió en un tiempo de guerra -Secretariat en Vietnam, Smarty Jones en Irak-, y también cuando ya muchos pensaban que la mítica Triple Corona jamás volvería a ser conquistada; sus magníficas corridas no sólo fueron un rayo de esperanza para el público Norteamericano de la época, sino que lo convirtieron en una auténtica celebridad. Además, como</i><i> Seattle Slew, él pequeño alazán era un invicto de velocidades vertiginosas, y había vuelto a demostrar que no hace falta invertir millones ni ser un jeque para tener al mejor de todos los pura sangres. Si a esto le sumamos que, de la misma forma que Invasor, el potrillo provenía de un lugar que no acostumbra a ver nacer campeones, y que pronto cargaría sobre sus lomos las ilusiones de un país entero, el combo se vuelve brutal. ¿Hace falta más? Bueno, también podemos decir que la historia tiene un final tanto o incluso más desgarrador que la del único otro pura sangre que le pelea mi favoritismo, la magnífica Zenyatta...</i><br />
<i><br /></i>
<i>Pero, además de todo esto, y de otros factores que potencian aún más la historia (la grave enfermedad de su anciano propietario, el accidente que casi le quita la vida al potrillo aún antes de debutar, la historia de superación de su desconocido jinete), hay otro hecho que hace que Smarty Jones sea -junto con Zenyatta- uno de mis dos caballos preferidos. Y esto ya va por el plano personal.</i><br />
<i><br /></i>
<i>Para un uruguayo de recursos limitados como quien escribe, que cuyo sueño desde hacía años había sido viajar a Kentucky a visitar a los mejores padrillos del mundo, la noticia de que su pura sangre preferido arribaría a un haras ubicado a media hora de su casa era como un regalo caído del cielo. Con tantos otros padrillos en el planeta, y con tantos otros lugares para que pudieran ir, el hecho de que </i>justo<i> Smarty Jones arribara en modalidad de "shuttle", y </i>justo<i> al Uruguay, resultaba casi irreal, como para pellizcarse los brazos hasta dejarlos rojos. Lo fui a ver a Maroñas el día que desfiló públicamente para el público uruguayo, y luego, en dos ocasiones, asistí al Haras Cuatro Piedras para verlo en persona. De más esta decir que el solo recuerdo de la primera vez que lo palmeé en el pescuezo me pone la piel de gallina...</i><br />
<i><br /></i>
<i>Fue luego de esa primera visita al haras que escribí este artículo, que nunca hasta ahora había publicado en ningún lado. Lo he actualizado y retocado un poco, pero prácticamente es el mismo. Espero que disfruten al leerlo como yo lo hice mientras lo escribía. Pues aunque es bastante largo, cuenta lo que, al menos para mí, la historia más emocionante del turf.</i><br />
<br />
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPWinnO9r44l4tycDXKzi35NQvpA060diPjFdiuT0lr9IP1a-n2Rw6EzBR34pXbRfUNjYZDPXe92VVoe5lwkpliVw3c2KO9leJSYpVDxPl4C53m66feLNxcb1mU8oDvpiONHP1CXVr-bE/s1600/302498_195156970552081_100001733371349_469327_5711086_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPWinnO9r44l4tycDXKzi35NQvpA060diPjFdiuT0lr9IP1a-n2Rw6EzBR34pXbRfUNjYZDPXe92VVoe5lwkpliVw3c2KO9leJSYpVDxPl4C53m66feLNxcb1mU8oDvpiONHP1CXVr-bE/s1600/302498_195156970552081_100001733371349_469327_5711086_n.jpg" height="290" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div style="text-align: left;">
Smarty Jones en el Haras Cuatro Piedras (año 2011)</div>
</td></tr>
</tbody></table>
Costaba creer que aquel alazán que me miraba con ojos inteligentes alguna vez haya tenido a Norteamérica entera en vilo. Emanaba un gran poder, eso hay que decirlo, y era musculoso y bravucón, como si supiera que era diferente a los demás caballos. Pero ya no había helicópteros con camarógrafos revoloteando sobre su cabeza, ni miles de fanáticos que gritaran su nombre a viva voz. Ningún vehículo policial lo había escoltado hacía aquel pequeño haras en Progreso, Uruguay, y ni que hablar de que nadie salió a la ruta para aclamarlo como un héroe. De hecho, parado allí frente a mí aquella fría mañana de agosto de 2011 en el Haras Cuatro Piedras, sólo parecía un muy lindo padrillo.</div>
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<br />
Siete años atrás, la historia era otra.</div>
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Porque cuando el invicto Smarty Jones entró a la pista de Belmont Park la tarde del sábado 5 de junio de 2004, para el delirio de los más de 120.000 aficionados que se habían congregado para verlo correr, Norteamérica entera contuvo la respiración. Ningún potrillo desde Affirmed en 1978 había logrado obtener la mítica Triple Corona, llamada "el trofeo más esquivo de todos los deportes", y las desazones habían empezado a transformarse en moneda corriente durante los úlitmos años. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoNtxrmB-6M_LSFH8rBa4EC1hG9eMa1CGekU485H75pWHlXti87mWRsYCrc-wmN58AKdRTYorQhmMg_Mvzyqg7Wje1ccHpSHb4-VGpBs3Z0TuQk5kH4B2hcMp6XbncJle58UTbUVXeCLQ/s1600/smarty_jonesm.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoNtxrmB-6M_LSFH8rBa4EC1hG9eMa1CGekU485H75pWHlXti87mWRsYCrc-wmN58AKdRTYorQhmMg_Mvzyqg7Wje1ccHpSHb4-VGpBs3Z0TuQk5kH4B2hcMp6XbncJle58UTbUVXeCLQ/s1600/smarty_jonesm.jpg" height="249" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces, cuando muchos fanáticos empezaban a creer que nunca más verían un triple coronado, cuando hasta las esperanzas de los más optimistas empezaban a flaquear, había surgido aquel pequeño potrillo de Pennsylvania; ese que casi pierde la vida antes llegar a correr y por cuyos allegados nadie daba un peso, pero que ahora, casi como sin quererlo, se encontraba a las puertas de la inmortalidad. Desde sus primeras carreras en el desconocido hipódromo de Philadelphia Park, hasta sus increíbles victorias el Kentucky Derby y el Preakness, cada uno de sus pasos parecía haber sido cuidadosamente guiado por los dioses del turf, y aquella tarde de junio en Belmont Park, todos esperaban el mágico final para aquel cuento de hadas.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Previo a aquel Belmont Stakes, el alazán había salido en la portada de <i>Sports Illustrated</i>, protagonizado el famoso programa de biografías de <i>A&E</i>, y era moneda corriente en los noticieros de cadena nacional. Cerca de 10.000 fanáticos llegaron a colmar Philadelphia Park sólo para verlo entrenar una mañana de junio después del Preakness, y cuando el tráiler que lo trasladaba llegó a Nueva York escoltado por coches policiales, la gente de la ciudad salió a las calles a vitorearlo. Muchos expertos lo consideraban la reencarnación de Secretariat, un caballo alado que llegaba a salvar a la decadente industria hípica norteamericana, y así se lo trataba por aquellos días. De hecho, puede decirse que, durante aquellas cinco mágicas semanas de 2004, Smarty Jones fue uno de los caballos más famosos de todos los tiempos.</div>
<div style="text-align: justify;">
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<div style="text-align: left;">
</div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3Vh2YvNEYfQZslWf9e61Sv7P5QwxNnizRxatPN6Z-hlXKov_vYTd2rBqCu6px8gWhDsFcSKWGaubSoRe5OwxT2HNaOi8ypTRFRXJEueZ99kqK6e2GJ_iT5D9aOwZBcinP3evliAXDdEc/s1600/SloshinginMud.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3Vh2YvNEYfQZslWf9e61Sv7P5QwxNnizRxatPN6Z-hlXKov_vYTd2rBqCu6px8gWhDsFcSKWGaubSoRe5OwxT2HNaOi8ypTRFRXJEueZ99kqK6e2GJ_iT5D9aOwZBcinP3evliAXDdEc/s1600/SloshinginMud.jpg" height="266" width="400" /></a></div>
Ahora, para cualquier persona normal, era apenas un lindo caballo en medio del campo uruguayo, un padrillo que se pasaba los días entre galopes por su corral y el pequeño galpón circular donde realizaba sus “servicios”. Quienes lo conocen más, saben que disfruta mucho de sus baños matutinos, y que, a veces, cuando llueve y el terreno de su corral se pone barroso, le gusta ensuciarse un poco. Quién sabe, tal vez la sensación del fango en su cuerpo le traiga lejanos recuerdos de una tormentosa tarde de mayo en Churchill Downs, y de los gritos de 140.000 personas aclamándole cuando cruzó el disco primero en la carrera más famosa del mundo. Pues fue allí, en su victoria más recordada, donde la leyenda del gran Smarty Jones realmente comenzó. </div>
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Nació un 28 de febrero del año 2001 en el Someday Farm, un establecimiento de 40 hectáreas en Pennsylvania, propiedad de los veteranos Roy y Patricia Chapman, que habían empezado a criar caballos en 1980 pero que nunca en sus vidas habían ganado siquiera una carrera de grupo. Y nació como uno más de los otros 34.720 potrillos pura sangre que nacieron ese año en los Estados Unidos, con las patas largas y el anca cargada de sueños.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQZIK9ICPgjkfkn59dqqNFv1kaGh638jenuQ-wEsu9i6bLzR21gdzEinIVVDlpLkVDzd-0KOik3x_MtJMbsXcg67wb54XA5_22AbYQ2mLxnDGNNdDvb4-jvSXMnYANjOg05i72WYMd9OY/s1600/Smarty+Jones.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQZIK9ICPgjkfkn59dqqNFv1kaGh638jenuQ-wEsu9i6bLzR21gdzEinIVVDlpLkVDzd-0KOik3x_MtJMbsXcg67wb54XA5_22AbYQ2mLxnDGNNdDvb4-jvSXMnYANjOg05i72WYMd9OY/s1600/Smarty+Jones.jpg" height="254" width="320" /></a></div>
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Era un alazán de cuerpo pequeño y ojos despiertos; un hijo de Elusive Quality, que en sus épocas de corredor había sabido poseer el récord mundial de los 1600 metros sobre césped, y de I’ll Get Along, una hija del velocista Smile que era la yegua más ganadora que habían tenido los Chapman. Le pusieron Smarty Jones, un poco por la madre de su dueña Pat, Milly “Smarty Jones” McNair –que, al igual que Pat y el potrillo, había nacido un 28 de febrero– y otro poco por sus ojos avispados y su carácter fuerte.</div>
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En un principio, los Chapman tenían pensado ponerlo al cuidado de Bob Camac, un viejo amigo suyo que les venía entrenado caballos por años y que había sido quien había recomendado cruzar a I’ll Get Along con Elusive Quality, con la esperanza de sacar un buen millero. Sin embargo, en diciembre de 2001, Camac y su esposa fueron brutalmente asesinados en su chacra de Nueva Jersey por su hijastro, luego procesado y condenado a 28 años de prisión. </div>
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Quizás por lo trágico de éste hecho, o por el decadente estado de salud de Roy –padecía de un enfisema pulmonar, lo que lo obligaba a trasladarse en una silla de ruedas y a respirar por medio de un respirador artifical–, fue que los Chapman decidieron vender su establecimiento y a la mayoría de sus caballos, incluida su amada I’ll Get Along. Se mudaron a una residencia cercana pero mucho más pequeña, de apenas una hectárea y media, y se quedaron con dos potrillos, entre ellos Smarty Jones. "Había unos compradores que vinieron a mirar a los otros potros, y se querían llevar a <i>Smarty</i>, que estaba afuera en el campo con su madre" contaría años después Roy Chapman, "Pero yo, gracias a Dios, decidí quedármelo y no venderlo. El caballo tenía ese brillo en la mirada".</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibTehVp03GNByXqg7YXvS_BQ7_ufX-R3hQUFDZMNbBogys2Ct14zMWYvgPFKUBCFi0Vnv-2FuDYlAeXeX1MMiUVH8hBpNgYXB1Rkllldjj5WtmTbsPPSMsPgbBXSrE8s3fNSfCWMkzftk/s1600/original.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibTehVp03GNByXqg7YXvS_BQ7_ufX-R3hQUFDZMNbBogys2Ct14zMWYvgPFKUBCFi0Vnv-2FuDYlAeXeX1MMiUVH8hBpNgYXB1Rkllldjj5WtmTbsPPSMsPgbBXSrE8s3fNSfCWMkzftk/s1600/original.jpg" height="320" width="224" /></a></div>
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Lo pusieron al cuidado del joven y desconocido John Servis, un amigo del fallecido Camac que durante toda su vida había estado radicado en Philadelphia Park, y que no ganaba una carrera de Grupo 1 desde hacía 3 años.</div>
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El 27 de julio de 2003, cuando Smarty Jones llevaba apenas unos meses en los establos de Servis y las ilusiones en torno a él eran cada vez mayores, el pequeño alazán enloqueció durante un entrenamiento en las gateras y se golpeó accidentalmente la cabeza contra el techo de las mismas. Cayó al piso inmediatamente, desmayado, y con sangre corriéndole por los ollares, en un suceso tan nefasto que en el momento Servis pensó que estaba muerto. Sin embargo, el caballo volvió en sí, y, fue llevado a toda prisa a una clínica equina en Nueva Jersey, donde se le diagnostico una fractura en la zona del cráneo y otra encima del ojo izquierdo. Contra todos los pronósticos, logró salir del hospital en apenas tres semanas, y luego de un mes de recuperación en el campo, a mediados de setiembre de 2003 ya estaba nuevamente entrenando en Philadelphia Park.</div>
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El potrillo era un superviviente.</div>
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Debutó el 9 de noviembre de ese mismo año en una carrera para potrillos de 2 años perdedores, sobre una distancia de 1200 metros en la pista de Philadelphia Park. Lo montaba Stewart Elliott, un veterano jockey canadiense con un pasado oscuro de delitos y alcoholismo, que en sus 22 años de carrera había ganado más de 3000 competencias, pero jamás un clásico de grupo 1. Elliott había llegado a ese hipódromo de niño, y había alcanzado considerable éxito en la pista, pero, al igual que Servis y los Chapman, era un completo desconocido a nivel nacional.</div>
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El potrillo ganó por 7¾ cuerpos, corriendo a gusto la recta entera. </div>
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Apenas 13 días después, ya con las esperanzas enaltecidas, Servis decidió correrlo en el Pennsylvania Nursery Stakes, un clásico restringido para potrillos nacidos Pennsylvania, en la misma pista y también sobre 1200 metros.</div>
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</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh77aFMDLm09lMxWhNm8K_Nf4ckUmgk78Z88ENzevRUNEu_6HCDGX5sGhNa7EovkGCe4p3bxXj0m9iK2Noy_CTQgsFoKsPLbbC59-ZlLAgdv2_vx5DG_YC6BtQk5hOywY5PjZ5rEwvknJY/s1600/Smarty+Jones+-+Pennsylvania+Nursery+Stakes.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh77aFMDLm09lMxWhNm8K_Nf4ckUmgk78Z88ENzevRUNEu_6HCDGX5sGhNa7EovkGCe4p3bxXj0m9iK2Noy_CTQgsFoKsPLbbC59-ZlLAgdv2_vx5DG_YC6BtQk5hOywY5PjZ5rEwvknJY/s1600/Smarty+Jones+-+Pennsylvania+Nursery+Stakes.jpg" height="257" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">El día de su segunda victoria, el Pennsylvania Nursery Stakes</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El hijo de I’ll Get Along no defraudó: a pesar de largar un poco lento, no tardó en tomar la punta, y luego de eso se dedicó a estirar diferencias. Tanta era su superioridad sobre los otros 10 potrillos, que a pesar de haber corrido toda la recta sobrando, con Elliott inmóvil sobre sus cruces y frénandolo en los metros finales, Smarty Jones cruzó el disco 15 cuerpos adelante de su rival más cercano. Por si esto fuera poco, obtuvo un Beyer Speed Figure de 105, el más alto para su generación (a nivel nacional) en toda la temporada. Algo que hizo evidente lo que muchos ya pensaban: el alazán de los ojos inteligentes pertenecía a otras ligas.</div>
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<br /></div>
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“Cuando ganó su segunda carrera de esa forma, me di cuenta que Smarty Jones tenía el talento necesario para llegar al Kentucky Derby, y que yo solo tenía que trazar el camino correcto para llevarlo ahí.” diría Servis años más tarde.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por ese entonces Roy Chapman ya andaba en la silla de ruedas que lo acompañaría durante el resto de sus días, y respiraba con la ayuda de un tanque de oxígeno y una sonda en su nariz. Ese alazán era el caballo que había esperado por décadas, y debió darse cuenta que esa era la oportunidad de su vida. Quizás por eso, fue que decidió apoyar a Servis en la idea de arriesgarse económicamente y sacar al pequeño potrillo de esa pequeña pista perdida, para ponerlo en el radar nacional, y en el camino a la Triple Corona. </div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKg1YJnhRzjZP1rkb8If_PiDMgXhigu-sKavQvehXXBmcpgCB0iKsEoTWKpoI3uHHgnS-c57c87KRMqzYuzSgWrbmmN6RHaxsbGcQ5OO0p_QZYUO1qdWey8hyphenhyphenQnLZR5aqBbfDHUtukUtg/s1600/smarty_jones_count+fleet.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKg1YJnhRzjZP1rkb8If_PiDMgXhigu-sKavQvehXXBmcpgCB0iKsEoTWKpoI3uHHgnS-c57c87KRMqzYuzSgWrbmmN6RHaxsbGcQ5OO0p_QZYUO1qdWey8hyphenhyphenQnLZR5aqBbfDHUtukUtg/s1600/smarty_jones_count+fleet.jpg" height="256" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">En Aqueduct, ganando el Count Fleet</td></tr>
</tbody></table>
Como una prueba inicial, decidieron llevarlo a Nueva York, donde lo anotaron en la milla del Count Fleet Stakes, corrido el 3 de enero en Aqueduct. Smarty Jones, siempre con Elliott sereno sobre los estribos, mantuvo su récord intacto, corriendo cerca del puntero y despegándose al final para ganar por 5 cuerpos. </div>
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<br /></div>
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Luego de pasar ese primer escollo, en el que Smarty Jones demostró que podía vencer a caballos más talentosos que los de Philadelphia, Servis decidió trasladarlo al hipódromo de Oaklawn Park, en Hot Springs, Arkansas. Por ese entonces, al igual que hoy, Oaklwan tenía tres clásicos preparatorios para el Derby: el Southwest, sobre 1600 metros en febrero; el Rebel, de 1700 metros en marzo; y el Arkansas Derby (Gr. 2), que ofrecía una bolsa de 1 millón de dólares en premios y que se corría sobre 1800 metros en abril.</div>
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<br /></div>
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Servis era bien consciente de que el pedigree y el estilo de correr de Smarty Jones eran más los de un velocista o un millero que los de un fondista. Por eso, su intención al correr los tres clásicos era la de ir una carrera a la vez, para de esa forma ir comprobando si el potrillo era capaz de acarrear sus increíbles velocidades a medida que las distancias aumentaban.</div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTGV8492lSVtaOliUyIUs9hV2P9g4VoAfDYIZ_pwWCKyFxsKiVbbuxzOP5NH6NPPojnm0Lx2g8FC_jbOKDslYWC4yaotlCQ73-JU1vxP5X7vhSswfX9h55aHafzVjzbcbOFTH_JqZNfRA/s1600/smarty+jones+southwest.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTGV8492lSVtaOliUyIUs9hV2P9g4VoAfDYIZ_pwWCKyFxsKiVbbuxzOP5NH6NPPojnm0Lx2g8FC_jbOKDslYWC4yaotlCQ73-JU1vxP5X7vhSswfX9h55aHafzVjzbcbOFTH_JqZNfRA/s1600/smarty+jones+southwest.jpg" height="245" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Venciendo a Two Down Automatic en el Southwest</td></tr>
</tbody></table>
En el Southwest, fiel a su estilo, Smarty Jones largaría bien y se ubicaría segundo, en persecución del veloz puntero Wildcat Shoes, que pasó los primeros 800 metros en rigurosos :45.87. Y aunque el alazán no tendría problemas para deshacerse de ese rival en la recta, sí iba a tener que apelar a toda su guapeza cuando, ya en los metros finales, se le vinieron encima los arremetedores Two Down Automatic y Pro Prado (que cargaban, respectivamente, con 4,5 y 2,2 kilos menos que el pupilo de Servis). Sería la primera vez en su vida que el hijo de Elusive Quality tendría que ser realmente estimulado por Elliott; y aunque en un momento algunos pensaron que la carrera se le podía llegar a complicar, Smarty Jones logró repeler los ataques. Cuando llegó al disco, con una ventaja de 3/4 cuerpos, Elliott ya había bajado la fusta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pasado el susto, Smarty Jones volvería a Oaklawn un mes después, para correr en los 1700 metros del Rebel. Y aunque hasta el momento el caballo no había hecho nada mal y su récord invicto de 4 victorias imponía respeto, ese día los apostadores le darían la espalda, convencidos de que si en el Southwest había sufrido tanto los metros finales, los 100 metros más del Rebel serían su perdición. Así fue que, por primera vez en su corta carrera, Smarty Jones no partió como el favorito, sino que fue relegado a la tercera opción, detrás del también invicto Purge, y de Mr. Jester, que había ganado 4 de 7 carreras, y que venía de llegar segundo a apenas 1/2 cuerpo en el Risen Star (Gr. 3).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ni bien se abrieron las gateras, Purge salió a marcar la punta, con Smarty Jones persiguiéndolo a sólo un cuerpo, mientras Mr. Jester y Pro Prado se ubicaban un poco por detrás. Así recorrieron toda la recta opuesta, y gran parte del codo, con el hijo de Pulpit cómodo en la punta y el resto al acecho. Sin embargo, ya a mitad del codo Smarty Jones empezó a pedirle rienda a Elliott, y el canadiense decidió ir a por la punta, igualando la línea del líder a falta de 400 metros para el disco.</div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyeSBuH2pQllpn7W-XuKCaKhdmI7-xnmGypwUfKlOF9yX51NdG6HtpUsENBKQZ3OSj1lo0dryRdhD6CO2luIlesFQnbPMF2cxvNJYyacbAu2wU5qsW1bVQmF91Jj2VI-sVm3AtVAgjR9c/s1600/SmartyJonesRebelCP.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyeSBuH2pQllpn7W-XuKCaKhdmI7-xnmGypwUfKlOF9yX51NdG6HtpUsENBKQZ3OSj1lo0dryRdhD6CO2luIlesFQnbPMF2cxvNJYyacbAu2wU5qsW1bVQmF91Jj2VI-sVm3AtVAgjR9c/s1600/SmartyJonesRebelCP.jpg" height="285" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Ganando el Rebel por más de 3 cuerpos</td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Purge era un muy buen potrillo, uno que en el futuro ganaría varias carreras de grupo 2 e inclusive una de grupo 1. Pero, hasta ese momento de su vida, el hijo de Pulpit jamás había sido puesto a prueba, y sólo basto con una mirada de Smarty Jones para dejarlo en la lona. Así, lo que al entrar en la recta parecía que iba a ser un mano a mano entre los dos invictos, no tardó en convertirse en un monólogo del alazán de los Chapman, que, sin mucha exigencia por parte de Elliott, dedicó los últimos 200 metros de la carrera a sacarle cuerpos a Purge y al resto del lote. Cuando llegó al disco, 3 1/4 cuerpos adelante de sus rivales, no sólo les había demostrado a los apostadores que se habían equivocado enormemente al descartarlo, sino que había dejado en claro que los 1700 metros le sentaban de maravilla: además de haber corrido el Rebel más rápido de los últimos 17 años, había obtenido el registro <i>Thoro-Graph</i> más rápido en la historia para un potrillo de 3 años.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ya para el día del Arkansas Derby (Gr. 2), los detractores de Smarty Jones se contaban con los dedos de la mano, y el pupilo de Servis partió como el gran favorito de la carrera. Como segunda opción aparecía el prometedor Borrego, que viajaba desde Louisana, donde había llegado segundo en el Louisana Derby (Gr. 2). Y como tercer favorito estaba Purge, que volvía por la revancha.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La carrera tuvo un trámite bastante similar al del Rebel, con Purge marcando el camino en parciales bastante rápidos y Smarty Jones siguiéndolo desde cerca, un poco por delante de Borrego. Sin embargo, esta vez el hijo de Elusive Quality demoraría aún menos que en el Rebel en deshacerse de Purge. Ya a mitad del codo Elliott ya se encontró con que era el líder de la carrera, y, cuando Smarty Jones entró en la recta, sin aún ser exigido, ya le había sacado 3 cuerpos al cansado hijo de Pulpit. Sin embargo, sería Borrego el que arremetería con fuerza en los últimos metros, y aunque el pupilo de Servis sintió un poco el rigor de los parciales iniciales, Elliott jamás entró en pánico; solo impulsándolo con sus brazos, guió al invicto a su sexta victoria consecutiva, que en el disco fue por 1 1/2 cuerpos.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En un abrir y cerrar de ojos, Servis y los Chapman se encontraron no sólo con que su caballo iba a correr la carrera más famosa del mundo, el Kentucky Derby, sino que llegaba como uno de los favoritos a ganar, con un récord invicto de 6 victorias sobre 6 salidas a pista. </div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg6s5rtTzMMFnn8EfRgOFBCews7s4mkQbb9vR0jCQRmuXlqrUlu-CXwgAJAevPXpmvyw0rU2Wt1VajItHh8S-GaD8wyYpmTt0qB0kp3XXmWyZJEnsXA0e7my7RqScFRSwMuREXyzoWCzE/s1600/SmartyJonesArkansasDerbyCP.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg6s5rtTzMMFnn8EfRgOFBCews7s4mkQbb9vR0jCQRmuXlqrUlu-CXwgAJAevPXpmvyw0rU2Wt1VajItHh8S-GaD8wyYpmTt0qB0kp3XXmWyZJEnsXA0e7my7RqScFRSwMuREXyzoWCzE/s1600/SmartyJonesArkansasDerbyCP.jpg" height="284" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">La tarde de su victoria en el Arkansas Derby</td></tr>
</tbody></table>
Sin embargo, aunque hoy en día se pueda llegar a pensar que el hijo de Elusive Quality fue el enorme favorito de aquel Derby, la realidad es que, al menos en la previa, todos veían a aquella edición de la carrera como una de las mas abiertas de los últimos años. Con la excepción de Smarty Jones -que era el único invicto de los 18 participantes-, ningún potrillo llegaba al Derby habiendo ganado dos carreras consecutivas, y la gran mayoría de los favoritos ya se habían vencido los unos a los otros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y aunque esto pueda hacer pensar que no-elección de Smarty Jones como el favorito de la competencia fue una temeridad, la realidad es que en la previa había un gran número de dudas en torno al hijo de Elusive Quality. En primer lugar, muchos creían que sólo había vencido a potrillos de menor calibre que aquellos a los que iba a enfrentar en Kentucky -de los 18 competidores, Smarty Jones había enfrentado solo a Borrego y Pro Prado, y sólo el primero de estos dos parecía tener alguna chance de siquiera integrar el marcador-. Además, hay que entender que, aunque hoy en día la ruta al Kentucky Derby por Arkansas es muy común y una de las más exitosas, en aquel tiempo no lo era tanto. De hecho, el ultimo ganador del Arkansas Derby en ganar en Kentucky había sido Sunny's Halo, en 1983.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Muchos expertos opinaban también que, si Smarty Jones había sentido el cansancio en los metros finales del Southwest y el Arkansas Derby, la situación en el Kentucky Derby -en donde iba a correr 200 metros de lo que jamás había corrido- iba a ser mucho peor. Tampoco era nada nuevo que su pedigree, ya poco llamativo de por sí, era más el de un sprinter que el de un favorito a llevarse la carrera más famosa de Norteamérica.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSLXlDJpqDTu8MN-5iZs9UzHAI_bykxKhsqYWlUchOlJP_OiI2DgzBCfph0oQ_tPzz2vpLlwjrDbV9q2lRX5cPVzwl0Jv61LtdTBLq4SysKBMpQIQeGsQjjjdLeyIk7xL_B24whJCk2PQ/s1600/AE_SmartyJonesDerbyWork042404_2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSLXlDJpqDTu8MN-5iZs9UzHAI_bykxKhsqYWlUchOlJP_OiI2DgzBCfph0oQ_tPzz2vpLlwjrDbV9q2lRX5cPVzwl0Jv61LtdTBLq4SysKBMpQIQeGsQjjjdLeyIk7xL_B24whJCk2PQ/s1600/AE_SmartyJonesDerbyWork042404_2.jpg" height="400" width="320" /></a>Y por si todo esto fuera poco, había muchos otros factores históricos que parecían alinearse en contra del nacido en Pennsylvania. Desde Seattle Slew en 1977 que un invicto no ganaba el Kentucky Derby. Y había sido también en 1977 con aquel legendario caballo la última vez que una dupla de entrenador y jinete debutantes en el Derby ganaron la carrera. Servis nunca había asistido a un Derby, ni siquiera como espectador, y Stewart Elliott era un buen jinete en las áreas regionales, pero nunca había corrido una carrera de esa magnitud en su vida, y muchos se preguntaban cómo se enfrentaría a hombres con mil y un batallas en competencias de ese tipo. No faltaron los que criticaron a Servis por no haber elegido algún jinete más renombrado para correr a su pupilo, al menos en el Derby.</div>
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<div style="text-align: right;">
</div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Smarty Jones era talentoso, pero, ¿podría contra el favorito oficial del Derby, The Cliff's Edge, que venía de ganar el histórico Bluegrass Stakes (Gr. 1) en gran forma y que era entrenado por el dos veces ganador del Derby, Nick Zito? ¿o contra el bólido del oeste, Lion Heart, que era conocido por salir a hacer la punta y jamás mirar atrás? ¿o el talentoso Tapit, que solo había perdido una carrera en su vida, y que en su última salida había ganado el Wood Memorial (Gr. 1) mediante una electrizante arremetida desde la última ubicación? La tarea no parecía imposible, pero sí en extremo díficil para el hijo de Elusive Quality.</div>
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<br /></div>
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Para colmo de males, el día de la carrera amaneció con una de las peores tormentas eléctricas en la historia de Kentucky, y faltando apenas una hora para la largada, la pista estaba absolutamente cubierta de agua. Eso no sólo era un riesgo mayúsculo, sino que cambiaba por completo cualquier suposición previa, y levantaba un sinfín de preguntas en torno al favoritismo de Smarty Jones. ¿Cómo se iba a adaptar el invicto a la pista fangosa? ¿No era suficiente ya con el hecho de tener que enfrentar a los 17 mejores potrillos del país sin nunca haber corrido una carrera de Grupo 1, o que su jinete y su entrenador fueran absolutos novatos en competencias de este tipo? ¿Tendría la clase suficiente el alazán para ganar la carrera de su vida?</div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYBfEzGEYCoso-EbS3Ahi3hLTDw89OEVF_yV2ZBnbQITeXcgIztqgFCOjkWI5QWEUd5x36kpyvGzTNCt4wLZHSMR4_9VriowLVNSswUyY-ZuEEYRBx23FJ-A8JnWY50utvNh6YugCY2b0/s1600/kluetmeier03.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYBfEzGEYCoso-EbS3Ahi3hLTDw89OEVF_yV2ZBnbQITeXcgIztqgFCOjkWI5QWEUd5x36kpyvGzTNCt4wLZHSMR4_9VriowLVNSswUyY-ZuEEYRBx23FJ-A8JnWY50utvNh6YugCY2b0/s1600/kluetmeier03.jpg" height="227" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">La largada del Kentucky Derby</td></tr>
</tbody></table>
Al parecer, la mayoría de los espectadores pensaron que sí, porque al momento de la largada, Smarty Jones era el favorito de la edición número 130 del Kentucky Derby, pagando $4,10, con el veloz Lion Heart considerado la segunda opción, a $5,40.</div>
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<br /></div>
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Ni bien se abrieron las gateras, Lion Heart, como era de esperarse, salió como una bala hacia la punta, y antes de haber corrido 100 metros ya llevaba un cuerpo de ventaja sobre sus escoltas más cercanos. Smarty Jones era uno de ellos. El alazán había largado muy bien desde el cajón número 15, y Elliott lo había conducido serenamente hasta una posición cercana al veloz puntero. </div>
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</div>
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<br />
Cuando cruzaron el disco por primera vez, Lion Heart enseñaba el camino, pero apenas un cuerpo detrás suyo se agolpaban cinco competidores, todos flanco a flanco y batallando por el segundo puesto. Smarty Jones estaba en medio de los cinco, con Minister Eric y Read The Footnotes a su interior, y Pollard's Vision y Quintons Gold Rush apretándolo desde afuera. Por un momento pareció que el hijo de Elusive Quality iba a tener problemas de tráfico, pues hubo un par de choques, pero los dos rivales de adentro no tardaron en aminorar la marcha, y para cuando hubieron entrado en el primer codo Smarty Jones ya estaba libre del <i>sándwich</i> que había sufrido instantes antes.</div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_N_SrmSH1pA70BQuboXBQJiqngaRjuCDQBMM0UtNlowZKD9kYTDyT_JnWlYg3MtUpQNDIehlBI1N8bnePub9vuW7iTmQueyazCRokNfuueqE-eQ9qt33JUzQ6w6TZ2T6LTI8B3zcaBbs/s1600/81442648+(1).jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_N_SrmSH1pA70BQuboXBQJiqngaRjuCDQBMM0UtNlowZKD9kYTDyT_JnWlYg3MtUpQNDIehlBI1N8bnePub9vuW7iTmQueyazCRokNfuueqE-eQ9qt33JUzQ6w6TZ2T6LTI8B3zcaBbs/s1600/81442648+(1).jpg" height="266" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lion Heart (azul y naranja) lidera. Atrás, Smarty Jones se hace un lugar</td></tr>
</tbody></table>
Lion Heart aprovechó ese leve encontronazo entre sus perseguidores y sacó una ventaja de 2 1/2 cuerpos en el codo. Detrás suyo, Smarty Jones y Pollard's Vision se disputaban la segunda colocación, y Minister Eric se les sumó desde la baranda interior cuando entraron en la recta opuesta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mike Smith llevaba a Lion Heart muy relajado, pero el hijo de Tale Of The Cat era veloz, y cuando hubo cruzado los primeros 800 metros en vertiginosos :46.73, ya llevaba tres cuerpos de ventaja. Más atrás, Smarty Jones, Pollard's Vision y Minister Eric seguían todos pegados en su persecución, y saliendo de la recta opuesta aceleraron un poco la marcha para ponerse a dos cuerpos del puntero. Lion Heart entró en el último codo luego de pasar los 1200 metros en 1:11.88, un tiempo rápido para el estado de la pista, pero que no parecía estarle quitando muchas energías. De hecho, luego de la carrera, Smith contaría que en ese instante, sabiendo que llevaba una ventaja considerable sobre sus escoltas, y consciente de que Lion Heart venía corriendo muy cómodo, pensó que tenía el Derby en su bolsillo. Sin embargo, ignoraba que Smarty Jones tenía otros planes.</div>
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<br /></div>
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Ni bien entraron al codo, Elliott percibió que Mike Smith estaba intentando "robarse" la carrera en la punta, y con un movimiento casi imperceptible de sus brazos le indicó a su conducido que era la hora de empezar a correr enserio. Smarty Jones reaccionó instantáneamente, y, despegando como un cohete, dejó a Pollard's Vision y Minister Eric atrás, lanzándose hacia la punta. En ese instante, Smith vio por una pantalla en las tribunas que el hijo de Elusive Quality iba en su persecución, y, tocando a su conducido en la paleta, intentó mantener una ventaja de al menos un cuerpo sobre Smarty Jones antes de ingresar al derecho.</div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPAthQmPhpzGJFh2xEWninXXUanqotqLOzt3S8JDEBSHq5eZ_mR_SA9tRMB1gicJJOwKYlztFVLpyXrolutYaxUDafAK8BLKZJJlH_ZZaY8Uw6mglksvqtTi6jSkKulLHo_hYRoAUzGn4/s1600/98822354.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPAthQmPhpzGJFh2xEWninXXUanqotqLOzt3S8JDEBSHq5eZ_mR_SA9tRMB1gicJJOwKYlztFVLpyXrolutYaxUDafAK8BLKZJJlH_ZZaY8Uw6mglksvqtTi6jSkKulLHo_hYRoAUzGn4/s1600/98822354.jpg" height="337" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Entrando en la recta, Smarty Jones va en busca de Lion Heart</td></tr>
</tbody></table>
Así entraron a la recta, para el rugido de los 140.000 fanáticos: Lion Heart decidido en la punta, manteniendo una leve ventaja sobre Smarty Jones, que arremetía con decisión; el resto de los 16 participantes se encontraba a más de cinco cuerpos.<br />
<br />
Pero aunque el hijo de Elusive Quality venía con toda la inercia a su favor y todos pensaron que no iba a tardar en tomar la punta, el alazán se abrió un poco de más al entrar a la recta. Para peor, cuando Mike Smith empezó a impulsar con la fuerza de sus brazos, el bravo Lion Heart encontró un segundo aire y dio batalla.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Elliott sacó la fusta, y empezó a castigar a Smarty Jones en el anca derecha, al tiempo que Smith hacía lo mismo sobre el anca izquiera de Lion Heart. Y mientras el relator oficial de la Triple Corona Tom Durkin exclamaba emocionado una de sus frases más célebres: <i>"Lion Heart is all heart! Smarty Jones is all out!"</i>, los dos pingos dejaban la vida en el fango de Churchill Downs.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Finalmente, cuando faltaban apenas 200 metros para el disco, Smarty Jones logró quebrar la resistencia de Lion Heart, y tras un par de fustazos más por parte de Elliott, se encaminó en solitario a la victoria. El canadiense guardó el látigo a falta de 100 metros, y, con la carrera ya en su bolsillo, se dedico a impulsar al alazán con sus brazos, saboreando una victoria que nunca antes en su vida se había atrevido siquiera a soñar.</div>
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<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2205878981840245993" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="" /></a></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpcyH4-BQefHmSBJ5uEXYSvG9ZFFHC3n26uQFILkVtUN8-_fcD1hflck26O5RCYcOgGZKnj3bK3w7D-2oTUiuokYMGel89iXK_dlbdBboJ69k2cL44OERHSjh2VsP0IZkBuC8nWGBlORE/s1600/2004%2520KYDerby%2520SJonestc04kd27b_hr.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpcyH4-BQefHmSBJ5uEXYSvG9ZFFHC3n26uQFILkVtUN8-_fcD1hflck26O5RCYcOgGZKnj3bK3w7D-2oTUiuokYMGel89iXK_dlbdBboJ69k2cL44OERHSjh2VsP0IZkBuC8nWGBlORE/s1600/2004%2520KYDerby%2520SJonestc04kd27b_hr.jpg" height="281" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Smarty Jones pica en punta, el primer invicto en ganar el Derby en 27 años</td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ante los gritos ensordecedores de los 140.054 espectadores que habían colmado Churchill Downs a pesar de la intensa lluvia, Smarty Jones cruzó el disco 2 1/2 cuerpos por delante del valiente Lion Heart, convirtiéndose así en el primer invicto en ganar el Kentucky Derby desde Seattle Slew en 1977, y haciendo añicos cualquier vestigio de duda que hubiera acerca de su categoría. Todas aquellas preguntas que en la previa parecían no tener respuesta quedaron respondidas, y con enfásis. La pista, el clima, los rivales, su lugar de procedencia, y hasta la inexperiencia de su propio jinete, nada de eso importó esa inolvidable tarde de principios de mayo. Smarty Jones era, por lejos, el mejor pura sangre de su generación, y lo había demostrado. Y aunque aún quedaban semanas muy difíciles por delante si quería llegar a obtener la tan ansiada Triple Corona, dentro de muchos aficionados se iba gestando la idea de que tal vez, finalmente, había llegado el momento. Quizás, ése pequeño alazán de Philadelphia era el que todos estaban esperando.</div>
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<br /></div>
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No hay nada más atractivo para el público norteamericano que un patito feo que logra convertirse en cisne. Y si algo era Smarty Jones, era eso, un pequeño alazán que parecía estar destinado a todo menos a la gloria, pero que había desafiado la lógica y la historia al ganar la carrera más famosa del mundo. Y aunque previamente al Derby ya muchos fanáticos habían quedado fascinados con su magnífica historia, luego de la carrera su popularidad traspasó las barreras del deporte. El enorme éxito de la película <i>Seabiscuit</i>, que había sido estrenada el año anterior, había atraído a muchos nuevos fanáticos al deporte; y allí, en aquel potrillo de Pennsylvania, muchos veían a la reencarnación del legendario pura sangre californiano de la década del '30.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii0AdsFrxRw-uqD81SnfPDGPNQBznvm9uEr0DyWZmqkJPoXKRvja5jDWESl6OHHUXHDB2g6A6T54J5ZhxcDsesdxfpoJRFsuOT2VXWxCDgnvf_XIYqyY5czEOXHaWqxfUYEygV8yPTqmk/s1600/smarty_jones.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii0AdsFrxRw-uqD81SnfPDGPNQBznvm9uEr0DyWZmqkJPoXKRvja5jDWESl6OHHUXHDB2g6A6T54J5ZhxcDsesdxfpoJRFsuOT2VXWxCDgnvf_XIYqyY5czEOXHaWqxfUYEygV8yPTqmk/s1600/smarty_jones.jpg" height="320" width="312" /></a></div>
<br /></div>
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Y ni que hablar que en Philadelphia, la ciudad que lo había visto nacer, Smarty Jones se convirtió en un héroe de la noche a la mañana, una especie de Rocky equino vuelto realidad. El caballo aparecía a diario en la portada de los periódicos más importantes de la ciudad, y no había nadie que no supiera quien era. Incluso, cuando el sábado siguiente al Derby el potrillo, que había vuelto a Philadelphia Park, salió a galopar en la mañana, cerca de 5.000 personas se agolparon contra las barandas de la pista, llenando el hipódromo como en ningún día de carrera lo hacían. </div>
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<br /></div>
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Lo que en el momento fue conocido a nivel nacional como la "Smarty Mania"<i> </i>había comenzado, y con una fuerza tan arrolladora que pronto Smarty Jones se convirtió en el pura sangre más famoso desde los tiempos de Secretariat. Salió en la tapa de <i>Sports Illustrated</i>, bajo el título de “¿Por qué todo el mundo ama a Smarty Jones?” y catapultó a sus sencillos allegados a una fama de nivel mundial. De hecho, fue tanto el furor en torno al pequeño alazán, que cuando sus propietarios fueron entregados el cheque por 5 millones de dólares por parte de Charles Cella, el dueño de Oaklawn Park, (por haber ganado el Rebel, el Arkansas Derby, y luego el Kentucky Derby) la noticia pasó casi desapercibida. Lo único que todo el mundo quería saber era como estaba el potrillo, y cómo llegaría al Preakness, su siguiente escalón si quería hacerse con la Triple Corona.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para el día del Preakness Stakes, la segunda gema de la Triple Corona, corrida sobre 1900 metros en Pimlico, ya eran pocos los que se animaban a salirse al cruce al hijo de Elusive Quality. Los 100 metros menos de la carrera no hacían más que beneficiar al veloz alazán, y de sus 17 rivales del Derby, solo 4 volvían a por la revancha: sus dos escoltas dos semanas atrás, Lion Heart e Imperialism, más Borrego y Song Of The Sword, que habían llegado décimo y undécimo respectivamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzTqTj8y3GhBxDWzu-FJK4yHPVklEvNHZJDBCcx9JiSqhHlM74ubOc_YIz2r2ub9mirsuZKdj6x-fA23bE9tT-dybZctTbxpst0gDOeAQeIhKoEHfNWRhTFFAIPSWqkcFTa7_FKZNWRsw/s1600/0510_large.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzTqTj8y3GhBxDWzu-FJK4yHPVklEvNHZJDBCcx9JiSqhHlM74ubOc_YIz2r2ub9mirsuZKdj6x-fA23bE9tT-dybZctTbxpst0gDOeAQeIhKoEHfNWRhTFFAIPSWqkcFTa7_FKZNWRsw/s1600/0510_large.jpg" height="400" width="306" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">"¿Por qué todo el mundo ama a Smarty Jones?"</td></tr>
</tbody></table>
Pero si había un caballo en ese Preakness que generaba incógnita, ése era Rock Hard Ten, el gigantesco y hermoso oscuro proveniente de California. Un talentoso hijo de Kris S., el caballo había debutado tardíamente, en una carrera para perdedores corrida en febrero sobre Santa Anita. Sin embargo, tras dos fáciles victorias en esa pista, su entrenador, el exitoso Richard Mandella, decidió anotarlo en el Santa Anita Derby (Gr. 1), ante los mejores potrillos de la costa oeste. Allí, el caballo pagaría cara su inexperiencia, y aunque probablemente había sido el mejor de la carrera, sería distanciado al tercer puesto por interferencias en la recta, luego de haber llegado segundo, a apenas una cabeza del ganador Castledale. El distanciamiento le había impedido obtener el monto de dinero suficiente para ingresar al Derby, y allí estaba ahora en el Preakness, considerado por muchos como el segundo mayor enemigo de Smarty Jones, detrás de Lion Heart.</div>
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<br /></div>
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Un récord de 112.668 personas colmaron el hipódromo de Pimlico aquella hermosa tarde del 15 de mayo de 2004, expectantes por ver una nueva actuación del nuevo ídolo americano. Y cuando el invicto de Pennsylvania entró a las gateras, su musculoso cuerpo alazán reluciendo bajo el sol de Maryland, el público lo había convertido en uno de los mayores favoritos en la historia de la carrera, cotizando a 1-5.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tras algún que otro susto provocado por el nerviosismo de Rock Hard Ten para entrar en las gateras -lo que provocó que su jinete Gary Stevens, que había viajado desde Europa solo para correr esa carrera, tuviera que bajarse del enorme animal-, la carrera largó unos minutos tarde, pero sin problemas. Y, al menos en sus tramos iniciales, aquel Preakness fue muy similar al Derby.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXV5GHuXsEfYiGKJVv8icX2kQncwBCorS1o-FAKp8ywfns2c0wyysb0h0_W-mNnFI7d3VEymiqjDZF3Jt1pOfLWLiaCpm3sbbO7JGynFtR7naHE318JaSMPskgdexTodry-IteGpSdk3I/s1600/smartypreaknessgate.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXV5GHuXsEfYiGKJVv8icX2kQncwBCorS1o-FAKp8ywfns2c0wyysb0h0_W-mNnFI7d3VEymiqjDZF3Jt1pOfLWLiaCpm3sbbO7JGynFtR7naHE318JaSMPskgdexTodry-IteGpSdk3I/s1600/smartypreaknessgate.jpg" height="257" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Largando en el Preakness</td></tr>
</tbody></table>
Smarty Jones, saliendo desde el cajón número 7, fue el más rápido en largar, pero Elliott logró contenerlo, cediéndole la punta a Lion Heart, que había largado desde la gatera número 1 y que era impulsado por Mike Smith a por el primer lugar. Una vez que logró ubicarlo allí, Smith decidió alejarlo de la baranda interior, buscando que Smarty Jones -que se ubicaba por fuera de Lion Heart a solo un de cuerpo- tuviera que recorrer más metros que los demás caballos. Así cruzaron el disco por primera vez, entrando en el primer apretado codo de Pimlico con Lion Heart a 4 cuerpos de la baranda interior, y Smarty Jones persiguiéndolo por afuera. El resto del lote, con el tordillo Imperialism a la cabeza, venía por detrás del pupilo de Servis, acechándolo desde cerca.</div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entrando en la recta opuesta, el veloz Lion Heart se despegó de Smarty Jones, sacándole un par de cuerpos, tras pasar los primeros 800 metros en :47.52. Los demás potrillos seguían por detrás de Smarty Jones, y aunque Imperialism y Swong Of The Sword eran los que venían más cerca, no era dificil darse cuenta que el que mejor se movía era Rock Hard Ten; entrando en el último codo, el gigantesco oscuro se encontraba sexto por afuera, a más de 6 cuerpos de Lion Heart, pero sus brazadas se hacían más largas a cada segundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A poco de entrar al codo, Lion Heart, aún muy alejado de la baranda interior, pasó los primeros 1200 metros en 1:11.53. Sin embargo, era visible que no estaba tan cómodo como en el día del Derby, y su ritmo empezó a mermar. Fue entonces cuando Stewart Elliott decidió que era el momento de atacar, y, agazapado sobre las cruces de Smarty Jones, le indicó que era el momento de acelerar. Al igual que en el día del Derby, el alazán no necesitó de muchas exigencias; y apenas Elliott le aflojó las riendas, el petiso despegó como si recién hubiesen largado, alejándose del resto del lote y acercándose a Lion Heart por adentro con extrema facilidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://www.theage.com.au/ffximage/2004/05/16/17s_jones,0.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://www.theage.com.au/ffximage/2004/05/16/17s_jones,0.jpg" height="255" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Smarty Jones deja a Lion Heart parado. Detrás, arremete Rock Hard Ten</td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando Gary Stevens, a lomos de Rock Hard Ten, vio que Smarty Jones se lanzaba a por la punta, el legendario jinete -que ya había ganado dos veces el Preakness- también empezó a exigir a su conducido. Y Rock Hard Ten, que ya venía moviéndose muy cómodo, aceleró instantáneamente, empezando a recortar distancias con Lion Heart y Smarty Jones.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Smith vio la que se venía cuando Smarty Jones empezó a respirarle en la bota izquierda, y, aunque aún no habían entrado en la recta, empezó a impulsar a Lion Heart con sus brazos, obligándolo a acelerar para intentar mantener el liderazgo. Sin embargo, Smarty Jones parecía seguir ganando velocidad a cada segundo, y por más que Elliott siguiera tranquilo sobre su lomo, el alazán dejó a Lion Heart atrás como una bala rojiza.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Smarty Jones entró en la recta ya con 2 cuerpos de ventaja sobre Lion Heart, que a pesar de los impuslos de Mike Smith estaba liquidado. Sin embargo, la amenaza parecía provenir de Rock Hard Ten, que, desplegando sus enormes brazadas, seguía acelerando y acercándose a los punteros. Terminada la carrera, Gary Stevens revelaría que, entrando en la recta final, pensó que la carrera podía ser suya. Rock Hard Ten aún no había pasado a Lion Heart, y aún se encontraba a 3 cuerpos de Smarty Jones; pero el oscuro ganaba impuslo a cada segundo, y Stevens sabía que aún le quedaban restos de sobra para los últimos metros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzZmsg83QMA_cAhajkMJgc0qpvWP_zsWIr-bmV9qavLH0ld5zocMfXuMVy7Af6W6AKMq-J1-YqPy5p5iyL8SppsGKlmqkQOwLh1qW6e21rP7q-hYTqH28eLApV-cBIXpnGgqrB9enyagc/s1600/smarty_preakness.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzZmsg83QMA_cAhajkMJgc0qpvWP_zsWIr-bmV9qavLH0ld5zocMfXuMVy7Af6W6AKMq-J1-YqPy5p5iyL8SppsGKlmqkQOwLh1qW6e21rP7q-hYTqH28eLApV-cBIXpnGgqrB9enyagc/s1600/smarty_preakness.jpg" height="241" width="320" /></a></div>
Sin embargo, las ilusiones de Stevens no trardrían en hacerse añicos. Porque, a pesar de que Smarty Jones ya había acelerado de forma impresionante en el codo, una vez que entró en la recta y Elliott lo impulsó con sus brazos, el pequeño alazán despegó nuevamente. Y lo que Stevens pensó que podía llegar a ser una reñida batalla entre Rock Hard Ten y el alazán, no demoró en convertirse en una verdadera ejecución; probablemente una de las mayores muestras de superioridad que yo he presenciado en mi vida. Con Elliott casi inmóvil, el invicto Smarty Jones empezó sacar cuerpos y más cuerpos, como si el resto del lote, que eran los mejores potrillos de 3 años del mundo, estuvieran corriendo en cámara lenta. Cincuenta metros después de entrar en la recta, el alazán ya llevaba cuatro largos de ventaja sobre Rock Hard Ten, que no tardaron en convertirse en cinco, y luego en seis. <i>"¡La recta de Pimlico le pertenece a Smarty Jones!"</i> exclamaba atónito el relator del hipódromo, Dave Rodman, al ver cómo el hijo de Elusive Quality, con Elliott aún agazapado detrás de su pescuezo, seguía estirando diferencias con cada zancada. <i>"¡Es la imagen de la perfección!".</i></div>
<br />
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El público deliraba, las tribunas temblaban, y los brazos triunfantes de los fanáticos se alzaban al azul cielo primaveral, mientras el increíble Smarty Jones recorría la recta de Pimlico en solitario, en uno de los Preakness más memorables de todos los tiempos. Cuando cruzó el disco, sin nunca ser exigido del todo por Elliott, no sólo le había sacado 11½ a Rock Hard Ten -el márgen de victoria más amplio en los 129 años de historia de la carrera-, sino que había hecho creyentes de los pocos detractores que le quedaban entre los <i>turfmans</i>. Detrás de Rock Hard Ten, Eddington había sobrepasado a un agotado Lion Heart en los metros finales, para hacerse con el tercer puesto. Pero todo eso era mera estadística, pues, con aquella increíble corrida en la recta, Smarty Jones no sólo había dejado en claro que sus chances de obtener la Triple Corona seguían intactas, sino que parecía el más indicado para lograrlo desde Spectacular Bid.</div>
<br />
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Y si la ilusión y el furor en torno a Smarty Jones ya eran grandes luego del Derby, una vez que el alazán hubo ganado el Preakness, su popularidad ascendió a niveles increíbles. Obtuvo un Beyer Speed Figure de 118 por su magistral actuación, que terminaría siendo el más alto para su generación esa temporada, y que todavía se mantiene como el segundo mejor para una carrera de la Triple Corona desde que se lleva registro. Y Gary Stevens, que aún hoy en día considera a Rock Hard Ten como el mejor caballo que montó, a la misma altura que Point Given e incluso mejor que Silver Charm, expresaría al terminar la carrera que "Smarty Jones es algo muy, muy especial. De veras me hizo acordar a Secretariat hoy, por la forma en que se alejó en la recta."<br />
<br />
Pero Stevens no era el único en expresar su admiración. De hecho, en aquellas tres semanas entre el Preakness y el Belmont, la prensa y los expertos hípicos no parecían encontrar palabras suficientes para alabar al pequeño alazán de Pennsylvania:</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_giPDnLTQkrzp3xaJLuR-Qyx_b9qzmNFO1l_N4uSPiGn7rRaQWZIXnccfjjVj1vRCMbYoiW94DXpkKHWw6AmO1bh8vIMOc2JHbEhowMch9M_ceVDvbsp49H91xHsPDyqbwoX_PHd7VLE/s1600/smartyjones_jugem_cc.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_giPDnLTQkrzp3xaJLuR-Qyx_b9qzmNFO1l_N4uSPiGn7rRaQWZIXnccfjjVj1vRCMbYoiW94DXpkKHWw6AmO1bh8vIMOc2JHbEhowMch9M_ceVDvbsp49H91xHsPDyqbwoX_PHd7VLE/s1600/smartyjones_jugem_cc.jpg" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Smarty Jones gana un Preakness memorable. Atrás, el público delira</td></tr>
</tbody></table>
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“Él es aquel que estábamos esperando” dijo Mike Watchmaker.</div>
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<br /></div>
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Y el ex-jinete Chick Lang, que había visto más de sesenta Preakness, llamó al de Smarty Jones “una de las mejores actuaciones que he presenciado en mi vida”.</div>
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“Es uno de los mejores pura sangres de la historia” dijo el legendario entrenador Bobby Frankel.</div>
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“Ya nadie podrá dudar de que fuerzas sobrenaturales guían su camino” expresó, por su parte, el famoso escritor Steve Haskin. </div>
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<br />
“Probablemente sea el caballo del siglo” fueron las palabras de Bob Neumeier, uno de los expertos hípicos de <i>NBC</i>.<br />
<br /></div>
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Y mientras en Philadelphia Park 11 mil personas se congregaban sólo para verlo entrenar; mientras cientos de cámaras y hasta helicópteros de la prensa lo seguían a todos lados, y los mejores establecimientos de cría del mundo ofrecían cerca de 50 millones de dólares por sus derechos de reproducción, el alazán de los ojos avispados se preparaba para su cita final con el destino, en las temibles dos millas y media del Belmont Stakes, y la posibilidad de convertirse en el primer triple coronado en un cuarto de siglo. </div>
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¿Qué decir de aquel Belmont Stakes? ¿Qué fue una de las mayores desdichas en la historia de la hípica norteamericana? ¿Qué no hubo, ni volverá a haber, un momento tan devastador para los fanáticos del turf en mucho, mucho tiempo? No sería suficiente.</div>
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<br /></div>
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Las tribunas de Belmont Park estaban absolutamente repletas esa soleada tarde de junio. Una asistencia de 120.139 personas –récord absoluto para cualquier evento deportivo en la historia de la ciudad Nueva York– se había congregado allí para ver a Smarty Jones intentar entrar en la historia del deporte. Las comparaciones con las leyendas abundaban. Algunos lo equiparaban con Seattle Slew, por su récord invicto y la inexperiencia de su jockey y su entrenador al momento de correr la Triple Corona. Otros, con el sensacional Affirmed, por la guapeza que desplegaba en cada salida a pista. Incluso, algunos veían en aquel pequeño alazán a la reencarnación del mítico Secretariat, aquel que había obtenido la Triple Corona en 1973 después de 25 años, ganando el Belmont Stakes por la disparatada diferencia de 31 cuerpos y estableciendo un record mundial de 2:24 para los 2400 metros. </div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqZ2jhjj_CHx6A8h420WkZWsr2BO8EgwaO-Yz88-jy5hnrtMeTRmJSpBejpFrg-L6ykktVe0f5YdtApGGQ5fXYSRZrwM2vebi9TOwXJSKf4vKzSNb3bCYlkIt5OlHsxDzzZq65T_srScY/s1600/SmartyJonesPhiladelphiaParkGallopEP.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqZ2jhjj_CHx6A8h420WkZWsr2BO8EgwaO-Yz88-jy5hnrtMeTRmJSpBejpFrg-L6ykktVe0f5YdtApGGQ5fXYSRZrwM2vebi9TOwXJSKf4vKzSNb3bCYlkIt5OlHsxDzzZq65T_srScY/s1600/SmartyJonesPhiladelphiaParkGallopEP.jpg" height="257" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El público colma Philadelphia Park para ver al invicto galopar</td></tr>
</tbody></table>
Tal era la confianza que se tenía en el potro, que incluso Tom Durkin, famoso relator de las carreras de la Triple Corona para la <i>NBC </i>por décadas, revelaría en una entrevista años más tarde que ese día hizo una marca en la baranda interior de la recta de Belmont Park, a exactamente 31 cuerpos del disco, para saber así si Smarty Jones rompía el récord de Secretariat. </div>
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<br /></div>
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Sin embargo el Belmont estaba muy lejos de ser tarea fácil para pequeño alazán. Además de sus 2400 metros, distancia que hasta ese momento del año ningún potrillo de su generación había corrido, y para la que el pedigree del hijo de Elusive Quality no parecía ser el más apto, había otras complicaciones mayores.</div>
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<br /></div>
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Siempre se dice en los Estados Unidos que la Triple Corona del turf es la conquista más difícil de todos los deportes. Un cetro tan esquivo que en más de un siglo de historia sólo 11 caballos habían logrado conseguirlo. Una tarea casi imposible, no solo por el nivel de la competencia, sino también por el tiempo de separación que hay entre cada arrera: son solo 2 semanas entre el Derby y el Preakness, y apenas 3 más antes del Belmont. Para animales que están acostumbrados a correr apenas una vez por mes -como mucho-, y que ya vienen de un trajín de carreras importante, la faena resulta prácticamente insoportable.</div>
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<br /></div>
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Si el mismo Servis había dicho, previo al Preakness que su pupilo estaba “vulnerable” por el poco tiempo de preparación que había tenido desde el Derby, no era difícil imaginarse lo que pensaría el joven entrenador los días previos al Belmont. Smarty Jones no solo correría por primera vez en una distancia que no parecía su favorita, sino que también lo haría viniendo tras dos extenuantes victorias. Enfrentaría a muchos caballos mejor descansados que él, entre ellos algunos participantes del Derby que habían dejado pasar el Preakness solo para prepararse para esa carrera, como Birdstone, que parecía no tener chances, pero que cuyo pedigree era afín a las distancias largas. Además, desde el Preakness volvían a por la revancha Rock Hard Ten, que estaba en pleno ascenso, y Eddington, que sería montado por el legendario Jerry Bailey. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUYluKrkjVAww6GhiBWLCrgtdqP_UARkz9G5e9OQhYQomXT7xqSjbQxBCjswnReprAHei9SIvn9Ck5z0Rd4er-lW2p8wEb0Nd4Ygjp81SqnZVgMdqXHUdMWtdGHs9HpoG9Mwt21N6gi9E/s1600/436957_640x360.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUYluKrkjVAww6GhiBWLCrgtdqP_UARkz9G5e9OQhYQomXT7xqSjbQxBCjswnReprAHei9SIvn9Ck5z0Rd4er-lW2p8wEb0Nd4Ygjp81SqnZVgMdqXHUdMWtdGHs9HpoG9Mwt21N6gi9E/s1600/436957_640x360.jpg" height="321" width="400" /></a></div>
También había otras complicaciones mayores. La pista de Belmont Park, a diferencia de casi todas las otras pistas de Norteamérica, tenía un recorrido larguísimo, con un codo estirado y una recta que se hacía eterna para los jinetes que no corrían allí a menudo –como por ejemplo, Stewart Elliot–. Dejarse engañar por el largo codo y exigir al caballo demasiado temprano era un error común en aquellos que no conocían la cancha al dedillo, y uno que podía costarle a Smarty Jones la tan ansiada Triple Corona. </div>
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<br /></div>
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Sin embargo, a pesar de todos estos factores, el sentimiento de confianza en el pupilo de Servis era tan generalizado como su popularidad. Si había un potrillo que iba a lograrlo, <i>tenía</i> que ser Smarty Jones. Su historia era demasiado increíble, y su superioridad sobre los de su generación demasiado marcada, como para que los dioses del turf le negaran aquella victoria tan ansiada por todos. ¿Si un caballo como Smarty Jones no lograba la Triple Corona, podría hacerlo algún otro? Parecía improbable.<br />
<br />
Le tocó largar desde la posición número 9, la más lejana a la baranda interior, y no había nadie en el hipódromo que no estuviera conteniendo la respiración cuando entró caminando tranquilamente en las gateras. <i>“Allí entra Smarty Jones. ¿Tomará su lugar en la historia del turf? Pronto lo averiguaremos”</i> fueron las palabras del relator Tom Durkin, que estaba igual o más nervioso que la multitud de fanáticos que desde hacía horas colmaban el hipódromo.</div>
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Después se abrieron las gateras, y el ruido de las tribunas fue ensordecedor. </div>
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Mucho se ha hablado de ese día. Algunos dijeron que Alex Solís y Jerry Bailey –a bordo de Rock Hard Ten y Eddington, respectivamente– no soportaban el hecho de que un novato desconocido como Elliott obtuviera la Triple Corona, y que decidieron sacrificar a sus caballos, haciéndolos correr en la delantera para presionar a Smarty Jones a volar en los primeros tramos de la competencia. Otros echaron las culpas sobre Elliott, alegando que se dejó engañar por el largo codo de Belmont, y que exigió el resto a su potrillo demasiado temprano, dejándolo sin nada para los metros finales. Muchos hicieron también hincapié en el hecho de que el pedigree de millero de Smarty Jones, ese que tanta aceleración y brillantez le habían dado en las dos primeras gemas de la Triple Corona, terminó por jugarle en su propia contra en los largos 2400 metros del Belmont.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixh300CC2GjiXVLasFP3s3s4bm3Di77weWPZNgmKugRPmQu7rydF-yOffAMqW4ThvIGEXlR6Vf0y43xO5bOnepwdvHGX_gjPnYF-5OywBZHvkSZGPh4yjxYV98Lejt4tGym4U7SoPzpeE/s1600/JS_SmartyJonesBelmontLead.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixh300CC2GjiXVLasFP3s3s4bm3Di77weWPZNgmKugRPmQu7rydF-yOffAMqW4ThvIGEXlR6Vf0y43xO5bOnepwdvHGX_gjPnYF-5OywBZHvkSZGPh4yjxYV98Lejt4tGym4U7SoPzpeE/s1600/JS_SmartyJonesBelmontLead.jpg" height="297" width="400" /></a></div>
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Sin embargo, ninguna de estas teorías puede ser confirmada, al menos totalmente, y yo solo puedo hablar de los hechos. </div>
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Luego de largar bien y de ser contenido en los tramos iniciales por Elliott, Smarty Jones, lleno de energías, obligaría a Elliott a tomar la punta en la recta opuesta. Eso de por sí ya era un mal agüero, ya que eran muy pocos los caballos que lograban vencer en el Belmont de punta a punta.<br />
<br />
Pero las cosas se pondrían peor cuando, siempre presionado, primero por unos, luego por otros, pero principalmente por los ya mencionados Rock Hard Ten y Eddington, el pequeño alazán corriera el tercer cuarto de milla de la competencia en :22.91, y el siguiente en :23.68. Entrando en el segundo y último codo, tanto Solís como Bailey tenían que impulsar a Rock Hard Ten y Eddington para que mantuvieran el ritmo de Smarty Jones, que, con Elliott aún agazapado, cruzó los primeros 1600 metros en increíbles 1:35.44, el segundo mejor registro en la historia de la carrera, sólo por detrás del de Secretariat. </div>
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<br /></div>
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“Estaba procupado” diría Servis tiempo más tarde: “el potrillo iba muy rápido”. <br />
<br />
A mitad del codo, poco antes de entrar en la recta final, Smarty Jones seguía corriendo con ganas, mientras al mismo tiempo tanto Eddington como Rock Hard Ten, pingos talentosos que luego tendrían grandes campañas, tiraban la toalla, acalambrados por unos parciales iniciales que hubiesen liquidado a cualquier caballo normal. Pero Smarty Jones no era normal, y ante el pedido de Elliott, que tal vez en ese momento debería haber elegido apaciguarlo un poco para guardar energías -cosa que no hizo-, el pequeño alazán del corazón gigante siguió corriendo, su pescuezo estirado hacia adelante, sus orejas chatas hacía atrás.<br />
<br />
Cuando, ante el rugido más ensordecedor que Belmont Park hubiera visto en décadas, el invicto Smarty Jones entró en la recta, había recorrido los primeros 2000 metros de la carrera en extraordinarios 2:00.52, lo que hubiese bastado para ganar todos los Kentucky Derbys de la historia menos cuatro. Le había sacado 5 cuerpos a un agotado Rock Hard Ten, al que le faltaba poco para estar trotando, y, al menos por un momento, aquellos que habían visto a Secretariat en esa inolvidable tarde de 1973, pensaron que se encontraban ante una actuación similar.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqc6Q7vPlKgD-7z0g9RK4NJZ07HX1bI_mZJ62RAcD2D6KNPc1Dbpai_O2qzCtM6B9KUBjrXMHm5mMAyfxZERpfq_IDcV3Nsnv_YhYYnQGYWu4CY40BkqLugouDARJZnO8uQd9ZuKjA8jI/s1600/2004+-+Birdstone.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqc6Q7vPlKgD-7z0g9RK4NJZ07HX1bI_mZJ62RAcD2D6KNPc1Dbpai_O2qzCtM6B9KUBjrXMHm5mMAyfxZERpfq_IDcV3Nsnv_YhYYnQGYWu4CY40BkqLugouDARJZnO8uQd9ZuKjA8jI/s1600/2004+-+Birdstone.jpg" height="320" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">Smarty Jones es superado por primera vez en su vida</td></tr>
</tbody></table>
Pero aunque muchos se dejaron llevar por la emoción, no había que ser un experto para darse cuenta de que "Smarty" empezaba a quedarse sin restos. Los gritos de júbilo de los aficionados al verlo entrar en la recta en solitario, ahora se convertían en alaridos de desesperación, a medida que veían como las brazadas del caballo de los sueños empezaban a hacerse cada vez más pequeñas. Y, con estupor, vieron como un fresco Birdstone, aquel que había llegado octavo, lejos, en el Derby, emergía fresco desde el fondo del lote, su cuerpo cubierto de arena. <i>“</i><i>¡Han pasado 26 años! ¡Y está a sólo doscientos metros!”</i> eran las palabras emocionadas de Durkin. <i>“¡¿Podrá Smarty Jones aguantar?! ¡Birdstone se viene!”</i>.</div>
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La gente vociferaba con todas sus fuerzas, como si con eso bastara para que Smarty Jones aguantara tan solo un poquito más, y, en la pista, Stewart Elliot se movía iracundamente arriba del alazán, que dejaba sus últimos restos en las arenas de Belmont Park.<br />
<br />
Faltando 200 metros, algunos pensaron que podría llegar a darle.</div>
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Sin embargo, llegó un momento, con apenas 100 metros para el disco, en que el pequeño potrillo con el corazón del tamaño del sol no pudo más. En una última muestra de su guapeza, y ya con Birdstone a la par, el hijo de Elusive Quality cambió de mano por segunda vez en la recta, buscando un nuevo golpe de aceleración. Pero ya no tenía nada; el pequeño alazán lo había dejado todo en la pista, y, esta vez, no iba a ser suficiente. Faltando apenas 50 metros para el disco, Birdstone aceleró y pasó de largo, dejando al hipódromo entero, que segundos antes era una caldera, en un silencio sepulcral. Algunos dicen que, para cuando el hijo de Grindstone llegó al disco, rompiendo con apenas 1 cuerpo de ventaja el invicto del gran Smarty Jones y haciendo añicos las esperanzas de un país entero, en Belmont Park solo se escuchaba el sonido de los cascos contra el piso, y la respiración de los dos guerreros que habían dejado todo sobre la pista...</div>
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“No había nada en él que no fuera grandioso” dijo Steve Haskin.</div>
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Y Andy Beyer, por lo general propenso a desmerecer a los caballos más populares, no pudo evitar expresar, desolado, que “Smarty Jones realmente merecía la Triple Corona”. </div>
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<br />
“Lo siento, lo siento, de veras siento mucho que Smarty Jones no haya podido ganar el Belmont. Hubiese sido feliz llegando segunda de el” se disculpó enseguida después del Belmont Maryolu Whitney, la dueña de Birdstone, en un hecho sin precedentes.<br />
<br /></div>
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“Smarty Jones era tan bueno como cualquier caballo que haya visto en mi vida” opinó el jinete Gary Stevens. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmqK6VAOwEdxnM_GLUXDeo-qmbIe5yShyd6EOb2mWBd-8jtzA1pCj-tHl-MEEcm2Z4NQGjUPxc4GHmLkmU7TK3GXcXUKfVxRVDrKDNYcQo7Z3wapQFnYWC1yZYK7SsYHHPzeMtC4t1rnA/s1600/p1_smarty300w_si.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmqK6VAOwEdxnM_GLUXDeo-qmbIe5yShyd6EOb2mWBd-8jtzA1pCj-tHl-MEEcm2Z4NQGjUPxc4GHmLkmU7TK3GXcXUKfVxRVDrKDNYcQo7Z3wapQFnYWC1yZYK7SsYHHPzeMtC4t1rnA/s1600/p1_smarty300w_si.jpg" height="400" width="232" /></a>“Podría haber sido el mejor de la historia. Nunca llegamos a ver lo mejor de él” dijo su entrenador, John Servis. </div>
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<br /></div>
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Jason Shandler, por su parte, escribió que: “Smarty Jones era tan superior a los de su generación que resultaba escalofriante”.</div>
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<br />
Smarty Jones nunca más volvió a correr. Una lesión provocada por los esfuerzos realizados durante la Triple Corona lo alejó para siempre de las pistas, y fue retirado pocos meses después de aquella fatídica tarde de Belmont Park, con un récord casi intacto de 8 victorias sobre 9 presentaciones.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al día de su retiro, era apenas el cuarto ganador invicto del Kentucky Derby, y el tercero en ganar también invicto el Preakness. Se retiró como el quinto caballo más millonario en la historia del turf norteamericano, con más de 7,6 millones de dólares en premios, y el promedio de los márgenes de victoria de sus ocho victorias era de exactamente 6 cuerpos. Obtuvo los mejores Beyer Speed Figures de su generación a los 2 y a los 3 años, y aún mantiene el récord de asistencia de espectadores para el hipódromo de Belmont Park. Un récord que seguirá intacto por mucho tiempo.</div>
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Poco tiempo después de su retiro, se anunció que los Chapman habían vendido el 50% de sus derechos de reproducción al prestigioso Three Chimneys Farm de Kentucky (el mismo que había sido hogar del legendario Seattle Slew) por 20 millones de dólares, y el valor de su servicio fue fijado en U$S 100.000. El potrillo que había cautivado al mundo dejaba las pistas para siempre, pero no dejaba solo recuerdos; según se publicó en la época, sus increíbles victorias en la Triple Corona habían atraído más de 13 millones de nuevos fanáticos para el deporte del turf.</div>
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Finalmente, una triste tarde agosto, miles de admiradores se juntaron en el hipódromo de Philadelphia Park, allí donde todo había comenzado menos de un año antes, para verlo galopar una última vez antes de iniciar su carrera como padrillo. Hubo aplausos, gritos, y más de una lágrima por lo que podría haber sido.</div>
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Poco más de un año después, a finales de 2005, su dueño, Roy Chapman, falleció, fruto de la enfermedad que lo había aquejado durante tanto tiempo.<br />
<br />
Había visto al caballo con el que había soñado toda su vida.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbZz8FEm0AiETm3GYXTKEyV_Qo7JYeDu1M_gK4HSIt2JY_v0Ty4YDe5YIPRqMD5BJ3SAyl9sHv06YnOro-kj-9La4h_9l-SMr3-_nlWsovopUphToaXe2LCCXdPM9So4E9dZPx2KV5W1o/s1600/4031857862_7196cc123c_z.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbZz8FEm0AiETm3GYXTKEyV_Qo7JYeDu1M_gK4HSIt2JY_v0Ty4YDe5YIPRqMD5BJ3SAyl9sHv06YnOro-kj-9La4h_9l-SMr3-_nlWsovopUphToaXe2LCCXdPM9So4E9dZPx2KV5W1o/s1600/4031857862_7196cc123c_z.jpg" height="640" width="425" /></a></div>
Quizás no haya sido el mejor de todos: ni siquiera fue nombrado "Caballo del Año", y rara se lo menciona cuando se habla de los mejores caballos de la década. A pesar de que su progenie ha ganado más de U$S 25.000.000 en premios, y de que cuente con ganadores de grupo 1 en tres países distintos, no se lo considera uno de los padrillos de élite en Norteamérica, y los dueños de las mejores madres le han dado la espalda, lo que ha generado que, en los diez años que han pasado desde su retiro, el valor de su servicio haya bajado de 100.000 dólares a apenas 7.500. </div>
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Pero lo cierto es que, al menos desde las épocas de Secretariat, ningún caballo había generado el mismo fanatismo que generó Smarty Jones en aquella mágica primavera de 2004. Y, al menos por un buen tiempo, parece que ninguno lo hará. </div>
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Que pudo haber sido uno de los mejores de todos los tiempos, no me cabe ninguna duda; tal vez fue un error de su jinete lo que le impidió entrar en los libros de historia; o puede ser que simplemente le faltara el pedigree para llegar a la distancia; o la suerte.<br />
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Nunca el corazón. </div>
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Lo único que sé por cierto es que, aún diez años después de su retiro, aquel alazán de ojos avispados me sigue poniendo la piel de gallina cada vez que miro alguna de sus carreras. Y aunque sus hazañas y su talento se hayan vuelto cada vez más menospreciadas por el público, y de que con el tiempo su magnífica historia vaya cayendo inexorablemente en el olvido de la mayoría, su lugar en mi corazón seguirá siendo siempre el mismo. </div>
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Yo te recuerdo, Smarty Jones.</div>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-30179962603936536202014-05-05T02:26:00.002-03:002014-05-05T02:41:41.660-03:00Un Derby soñado para un caballo soñado<div style="text-align: justify;">
<a href="http://darkroom.baltimoresun.com/wp-content/uploads/2014/05/dr-p05-derby-chrome-may-3.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://darkroom.baltimoresun.com/wp-content/uploads/2014/05/dr-p05-derby-chrome-may-3.jpg" height="400" width="255" /></a><i>Le dicen "el deporte de reyes", y si tenemos en cuenta que el panorama hípico internacional es dominado por jeques, príncipes y multimillonarios, el término tiene sentido. </i></div>
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<i>En una industria en la que el precio de un potro sin domar puede llegar a superar el millón de dólares sin generar ninguna sorpresa; donde los propietarios de un caballo prometedor que apenas ha ganado una o dos carrera reciben ofertas de siete u ocho cifras; y en donde el servicio de un padrillo de élite ronda entre los 80.000 y los 150.000 dólares, el mejor potrillo del país no debería pertenecer a dos matrimonios de clase media, que con una inversión de "apenas" 10.500 dólares y casi sin quererlo crearon una máquina de correr casi perfecta. </i><br />
<i>Pero si hay algo que hace que el turf sea el deporte más emocionante y fantástico del planeta, es que todo puede suceder, y que hasta el más humilde y desconocido puede soñar con ganar la carrera más grande del mundo.</i><br />
<i>La tarde del sábado nos ha dejado un nuevo ganador en Kentucky, y, esta vez no es el hijo de un padrillo famoso, ni tampoco se vendió en millones en una subasta. </i><br />
<i>Sin embargo, eso no quita que el gran California Chrome no sea un verdadero crack, y que vaya a pasar a la historia como uno de los vencedores más improbables y populares en la histórica del mítico Kentucky Derby.</i></div>
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Steve Coburn no es un jeque, ni un príncipe, y está lejos de ser un multimillonario. Tan solo es un veterano de la armada que hace 20 años reside con su esposa en la localidad de Topaz Lake, en la frontera entre Nevada y California, y que se levanta todos los días a las 4:30 para ir a trabajar a una pequeña empresa de 13 empleados, donde se encarga de operar una maquina que produce cintas magnéticas para tarjetas de crédito, licencias de conducir y llaves de hotel. Y aunque no aprendió a leer una tabulada hasta bien entrado en sus cuarentas, al locuaz Coburn le gusta llevar un sombrero de <i>cowboy</i> que compró hace diez años y que según él "le trae suerte". </div>
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En 2008, mientras un zaino llamado Big Brown revolucionaba al turf mundial con sus electrizantes corridas, Coburn, cansado de entregarle tanto dinero al gobierno, se decidió a buscar una forma sencilla y lo más divertida posible de deducir impuestos. Su primer idea fue comprar una avioneta, pero su mujer Carolyn le bajó el pulgar cuando se enteró que el "hobby" les iba a costar unos 250.000 dólares. Fue entonces cuando decidieron comprar un caballo de carreras.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://assets.espn.go.com/photo/2014/0503/horse_a_chrome1_cr_576x324.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://assets.espn.go.com/photo/2014/0503/horse_a_chrome1_cr_576x324.jpg" height="225" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
Se metieron en "Blinkers On", un sindicato de 15 personas de esos que hoy en día abundan en la carísima hípica norteamericana, y por 3.900 dólares pasaron a ser propietarios del 5% de una potranca pequeña criada en Maryland, cuyo nombre era Love The Chase. Y aunque el matrimonio debía de tener alguna pequeña esperanza de gloria depositadas en la potranquita, éstas se esfumaron ni bien la hija de Not For Love se arrastró en sus tres primeras carreras en Golden Gate Fields, todas competencias de reclamo ante yeguas perdedoras. Y si bien en su cuarta salida a pista la alazana lograría salir de perdedora, estaba demostrado que, por mucho que la pobre yegua lo intentara, jamás iba a destacarse, ni siquiera en las carreras de peor nivel del país.</div>
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Fue entonces cuando, alrededor de tres meses luego de su debut, la mayoría de los miembros del sindicato decidieron deshacerse de Love The Chase. Se dice que alguno de los miembros propuso regalarla, o en venderla por apenas 1000 dólares. Pero Coburn, el novato, aquel que jamás había tenido un purasangre en su vida, afirma que vio algo en la yegua, y que eso fue lo que lo convenció de quedársela. De los otros catorce miembros del sindicato, solo uno estuvo lo suficientemente loco como para seguirlo en esa aventura. Su nombre era Perry Martin, era el dueño de una fabrica de metales en Yuba, California, y aunque tenía un poco más de experiencia en la industria hípica que Coburn, hasta ese momento ambos habían compartido la misma suerte. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyXF2mp2nniVdnuthagXM2cJKVpUoV6JLUr47kSWREFTBMNRbXWhaXwXpxM5plXFZcNlr3nDEMerJALVD0P6pd_T27m2S7-rQ5OhyphenhyphenGCDVTHbeD06-3fYDZMIG9yt33Ke7tv911h32pATM/s1600/haiub.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyXF2mp2nniVdnuthagXM2cJKVpUoV6JLUr47kSWREFTBMNRbXWhaXwXpxM5plXFZcNlr3nDEMerJALVD0P6pd_T27m2S7-rQ5OhyphenhyphenGCDVTHbeD06-3fYDZMIG9yt33Ke7tv911h32pATM/s1600/haiub.jpg" height="400" width="360" /></a>Martin y Coburn no se habían conocido hasta el momento en que ambos se enteraron de que eran los únicos interesados en quedarse con Love The Chase, y de hecho, la primera vez que se vieron las caras fue el día que fueron a inspeccionar la yegua a los establos del hipódromo de Golden Gate, en pos de cerrar la compra.</div>
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Luego se sabría que, mientras se encontraban allí, observando a la hija de Not For Love en su box, un peón que pasaba caminando los vio, y les preguntó si tenían pensado comprarla. Cuando ambos novatos respondieron que lo estaban pensando, el hombre, intentando ayudar, les advirtió que "que solo un idiota compraría esa yegua". Tiempo después, cuando Martin y Coburn hubieron adquirido a Love The Chase por U$S 8.000, decidieron llamar a su sociedad "Dumb-Ass Partners" (algo así como "Idiotas Unidos"), en alusión al comentario del peón.</div>
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Luego de que la yegua siguiera dando lástima en las pistas, Martin y Coburn finalmente se convencieron de que era el momento de retirarla. Fue entonces que, luego de analizar muchos padrillos de la costa oeste, los socios se decidieron por servirla con Redattore, un millero de origen brasilero que supo ganar un par de clásicos de grupo 1 en Norteamérica, y que cuyo servicio de 2500 dólares les resultaba accesible. Alquilaron un trailer, y trasladaron a la alazana al Harris Farm, en California, un establecimiento famoso por haber sido la cuna del gran Tiznow, y el lugar en donde se encontraba radicado Redattore. </div>
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Sin embargo, la yegua no quedó preñada con la primera monta del padrillo, y cuando Martin y Coburn se enteraron de que no podrían volver a servirla con el mismo caballo, pues éste había sido comprado y llevado de vuelta a Brasil, tuvieron que buscar una alternativa.</div>
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Lo más conveniente que encontraron fue servirla con Lucky Pulpit, un padrillo joven cuyo servicio costaba lo mismo que el de Redattore, y que además también residía en Harris Farm, algo que con certeza influyó. El pequeño alazán no había sido ningún fenómeno en las pistas, y de hecho, de las tres carreras que ganó (corrió en 22 oportunidades), ninguna fue un clásico de grupo ni sobre una distancia más larga que 1100 metros. Pero aunque además tampoco tenía hijos en edad de correr en ese momento, su padre era el buen padrillo Pulpit, un hijo del ya legendario A.P. Indy, y su abuelo materno, Cozzeene, había sido campeón tanto en las pistas como en la cría. Aquello era más que suficiente para los Idiotas Unidos.</div>
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<a href="http://www.americasbestracing.net/media/resized/460933_640x360.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://www.americasbestracing.net/media/resized/460933_640x360.jpg" height="225" width="400" /></a>Tres semanas antes de que el potro naciera, Steve Coburn despertó una mañana luego de un sueño muy inusual. Había soñado con un potrillo grandote, con una ancha mancha alargada en la frente y los cuatro cabos blancos.</div>
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Dice su mujer que, ni bien vieron al hijo de Love The Chase y Lucky Pulpit por primera vez, el día siguiente a su nacimiento en Harris Farm, ambos quedaron convencidos de que ese alazán iba a ser algo especial. La cría no solo era grande e impresionante de por sí (tan grande que al nacer arrastró una de sus patas por la pared del útero, dejando a Love The Chase al borde de la muerte), sino que los convenció fue que era exactamente igual al potrillo del sueño de Coburn.</div>
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Lo que los Coburn habían presagiado cuando el potro recién había nacido no tardó en corroborarse, pues pronto no había persona en Harris Farm que no concordara con que el hijo de Love The Chase era especial. No sólo era tranquilo alrededor de la gente (fruto del cuidado humano que recibió cuando su madre se enfermó al darlo a luz), sino que era un líder entre los demás potros en la pastura, y jamás, jamás tuvo ningún problema físico.</div>
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<a href="http://media.elnuevoherald.com/smedia/2014/05/03/20/00/OHHxX.St.84.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://media.elnuevoherald.com/smedia/2014/05/03/20/00/OHHxX.St.84.JPG" height="283" width="400" /></a>Los Coburns y los Martins se juntaron un día para decidir nombrarlo, y cada uno de los cuatro escribió un nombre sobre la servilleta en un restaurante. Luego, le pidieron a la moza que eligiera uno de los papeles sin mirarlo, y el nombre que salió no fue otro que California Chrome (los otros nombres eran Sea Bisquick, Lucky At Love, y Big Chapter). Y así, tan sencillamente, surgió un nombre que quedará por siempre grabado en los anales del deporte.</div>
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Como todos sabemos, California Chrome sería puesto al cuidado del veterano entrenador californiano Art Sherman, que en su juventud supo montar al legendario Swaps y viajar con él rumbo a aquel histórico Kentucky Derby de 1955. </div>
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Sherman, que lleva más de tres décadas entrenando en el circuito californiano, supo tener muchos buenos caballos a lo largo del tiempo, y sus pupilos han ganado casi de 2.200 carreras desde que empezara a entrenar, allá por 1979. Sin embargo, ninguno de los cientos de purasangres que han pasado bajo su atenta mirada puede ser comparado con este alazán musculoso y llamativo, que el sábado pasado, con una brillante conducción del mejicano Víctor Espinoza, se llevó la carrera más importante y famosa del mundo, convirtiéndolo en el entrenador más veterano en ganar la carrera en toda la historia. </div>
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Definitivamente, algo sabía Steve Coburn el día que lo vio al hijo de la pequeña Love The Chase por vez primera. Sospechó que iba a ser bueno, cuando vio su pelaje alazán, sus cabos blancos y su hermosa mancha cruzándole la frente. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh30x3s6SF7gK3ITLiNrANzaJBkU4GVj2fuWI0SQvDRMP_eoowSQymf2V2Flg_JDfUJV9F31EMfqnkrED0eAhW70s3u6oyBVg4PK0IzD0xdwlqOKnx91FqlmodIlBml8sz9dns-ooAzKbE/s1600/cc+y+coburn.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh30x3s6SF7gK3ITLiNrANzaJBkU4GVj2fuWI0SQvDRMP_eoowSQymf2V2Flg_JDfUJV9F31EMfqnkrED0eAhW70s3u6oyBVg4PK0IzD0xdwlqOKnx91FqlmodIlBml8sz9dns-ooAzKbE/s1600/cc+y+coburn.jpg" height="284" width="400" /></a></div>
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¿Pero cómo podía imaginar que aquel alazán, criado casi por casualidad por dos novatos e hijo de una yegua que apenas podía correr, iba a convertirse en uno de los caballos más rápidos y famosos de su era? ¿Cómo podía saber que, luego de que el potrillo ganara el Santa Anita Derby por más de 5 cuerpos, él y su socio iban a desechar, sin siquiera dudarlo, una oferta de 6 millones de dólares por el 51% de un caballo que les había costado menos de 3.000 dólares criar? ¿Como podría creer que, un día, aquel alazán musculoso y llamativo que había visto en sus sueños iba a convertirse en el primer caballo californiano en ganar el Kentucky Derby luego de 52 años?</div>
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"Los sueños no tienen precio" había dicho Coburn el día del Santa Anita Derby, cuando rechazó los 6 millones de dólares. Y vaya si estaba en lo cierto...</div>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-58374588195918791582014-04-28T14:02:00.001-03:002014-04-28T14:22:03.432-03:00Kentucky Derby 2014: California Chrome parece invencible<br />
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<a href="http://assets.nydailynews.com/polopoly_fs/1.1716538!/img/httpImage/image.jpg_gen/derivatives/article_1200/santa-anita-horse-racing.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://assets.nydailynews.com/polopoly_fs/1.1716538!/img/httpImage/image.jpg_gen/derivatives/article_1200/santa-anita-horse-racing.jpg" height="285" width="400" /></a>Faltan apenas cinco días para la edición número 140 del Kentucky Derby, y, a diferencia de años anteriores, esta vez el panorama parece ser bastante claro: California Chrome destaca en este lote como un rascacielos en medio de un asentamiento.<br />
Ningún otro candidato ha ganado más, ni por tanto, ni con tanta facilidad. Es, por lejos, el más experimentado de los 20 contendientes, y sus últimos dos Beyer Speed Figures son mejores que cualquiera de los obtenidos por los otros 19 potrillos en todas sus vidas. Además, ha ganado sus ultimas cuatro carreras (todas de corte clásico) por 6 1/4, 5 1/2, 7 1/4, y 5 1/4 cuerpos respectivamente, siempre guardándose un resto.</div>
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Si la del sábado que viene fuese una carrera más, nadie se atrevería a apostar en su contra. Pero es el mítico Kentucky Derby, en donde la historia ha demostrado que todo puede suceder. El gran número de competidores, los más de 100 mil espectadores gritando desde las gradas, y todo el ambiente previo a la largada hacen que ésta no sea una carrera cualquiera. Los jinetes se ponen nerviosos, los entrenadores se ponen nerviosos, y hasta los potrillos se ponen nerviosos. Por si fuera poco, como en todos los años, ninguno de los 20 ha corrido jamás sobre 2000 metros, y el desconocimiento sobre su resistencia no hace más que acrecentar la incertidumbre.</div>
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Sin embargo, si nos guiamos por lo que sí podemos saber, no caben dudas de que California Chrome es el mejor de este lote; y por lejos. No sólo es rápido (y rápido de veras), experimentado, y poseedor de una aceleración eléctrica, de esas que liquidan una carrera de grupo 1 en dos o tres segundos. Sino que, además, puede correr en cualquier posición del lote, es manso como una oveja, y parte de las gateras como un Cuarto de Milla. También cuenta con un jinete, Victor Espinoza, que lo conoce a la perfección, y que ya sabe lo que es ganar un Kentucky Derby (lo hizo en el 2002, con el veloz War Emblem). Y con un entrenador, el veterano Art Sherman, que aunque nunca llevó a un potrillo al Derby en su actual profesión, sí lo hizo en sus días de jinete, cuando en 1955 cruzó el país de costa a costa durmiendo a los pies del legendario Swaps, caballo al que Sherman ejercitaba por las mañanas y que ese año ganaría el Derby al derrotar al gran Nashua. </div>
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¿Con todo esto no les alcanza? Pues bien, agréguenle que California Chrome es probablemente uno de los potrillos más llamativos físicamente de la última década, y la sumatoria de los factores nos da como resultado que el alazán es uno de los favoritos más completos en la historia reciente del Kentucky Derby.</div>
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Que puede perder, puede perder. No son pocos los que piensan que su poco glamoroso pedigree (Lucky Pulpit y Love The Chase, por Not For Love) no le permitirá llegar a los 2000 metros del Derby. También se ha dicho que el caballo jamás ha corrido fuera de California, y que la decisión de Sherman de no darle ni siquiera un trabajo oficial sobre la pista de Chruchill Downs es un grave error.</div>
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Pero lo cierto es que estas parecen ser pequeñísimas contras en comparación con la enorme superioridad que California Chrome ha demostrado a lo largo de todo este año. No quiere decir que su victoria sea segura, porque todavía hay tiempo de que el sorteo de las gateras le juegue una mala pasada , o de que, ya en la carrera, algún problema de tráfico o algún tropiezo comprometan sus posibilidades. Pero sí quiere decir que, en la previa, elegirlo como el vencedor más probable es lo más lógico.</div>
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También hay otros nombres que sobresalen, como Wicked Strong, Danza, Hoppertunity o los dos bólidos de Florida: Wildcat Red y General A Rod. Pero, sinceramente, pienso que todos estarán peleando por el segundo puesto el sábado que viene. Tal vez me esté dejando llevar por las emociones, pero California Chrome parece ser de esos pura sangres que aparecen una vez cada tanto. Y pienso que, salvo que suceda algo fuera de lo común, una manta de rosas rojas estará colgando de sus cruces la tarde del sábado.<br />
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<i>A continuación, les dejo las tres carreras de California Chrome este año:</i><br />
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<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/a10u6V_Ldus/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/a10u6V_Ldus&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/a10u6V_Ldus&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/IFvr3kKAfX0?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<br />Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-35255900007136244672013-11-05T20:19:00.003-02:002013-11-05T21:00:56.241-02:00La "breeding trend" y el inexorable declive de la hípica norteamericana<div>
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<i>La decisión se hizo publica esta mañana, y los furiosos comentarios de los burreros estadounidenses a través de las redes sociales no se hicieron esperar. Ogden Mills Phipps y Stuart Janney III, propietarios del popular Orb (el potrillo de 3 años que hacía apenas 6 meses había entrado en la historia al hacerse con la edición número 139 del Kentucky Derby), acababan de anunciar que su joven pura sangre acababa de ser retirado para siempre de las pistas, y que comenzaría a brindar servicios de reproductor en Claiborne Farm a partir de 2014. </i></div>
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<i>Ya no habrá más furiosas arremetidas desde el fondo del lote para el desgarbado hijo de Malibu Moon, ni fotografías de su brillante pelaje zaino totalmente cubierto de arena en el circulo de los ganadores. Apenas una semana después del anuncio del retiro del brillante Verrazano por parte de los dueños del Coolmore Stud, y un mes del de Oxbow, la hípica norteamericana se ha quedado sin otro de sus mejores potrillos de 3 años. Y aunque siga doliendo como si fuera la primera vez, hay que admitir que lamentablemente esta tendencia de los propietarios de retirar a sus potrillos prematuramente se ha convertido en una costumbre. Al parecer, salvo raras excepciones (que las hay), por esta región el turf se ha convertido más en un negocio que en un simple hobby. Las razones están a la vista de todos.</i></div>
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<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://www.concordmonitor.com/csp/mediapool/sites/dt.common.streams.StreamServer.cls?STREAMOID=AzYO0WCZjnM29$Asm1yytc$daE2N3K4ZzOUsqbU5sYsKkrfyG7tKMJLBSBI_vlSEWCsjLu883Ygn4B49Lvm9bPe2QeMKQdVeZmXF$9l$4uCZ8QDXhaHEp3rvzXRJFdy0KqPHLoMevcTLo3h8xh70Y6N_U_CryOsw6FTOdKL_jpQ-&CONTENTTYPE=image/jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="288" src="http://www.concordmonitor.com/csp/mediapool/sites/dt.common.streams.StreamServer.cls?STREAMOID=AzYO0WCZjnM29$Asm1yytc$daE2N3K4ZzOUsqbU5sYsKkrfyG7tKMJLBSBI_vlSEWCsjLu883Ygn4B49Lvm9bPe2QeMKQdVeZmXF$9l$4uCZ8QDXhaHEp3rvzXRJFdy0KqPHLoMevcTLo3h8xh70Y6N_U_CryOsw6FTOdKL_jpQ-&CONTENTTYPE=image/jpeg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div style="text-align: right;">
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Orb, el día de su victoria en el Derby. </div>
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</td></tr>
</tbody></table>
Hoy en día, el propietario de un potrillo de relativa buena campaña a los 3 años y pedigree auspicioso se encuentra con que es mucho más rentable retirar a sus caballo antes de que cumpla los 4 años que "arriesgarse" a correrlo un año más. Y no solo porque los beneficios económicos de un año de servicios como reproductor super<br />
an ampliamente a los de una hipotéticamente "buena" campaña de 4 años, sino también porque los riesgos de retirar son notablemente menores (no solo por un tema de lesiones, sino también por la latente posibilidad de que un fracaso en las pistas que repercuta en el futuro valor de un potrillo como semental). </div>
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<br /></div>
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Por poner un ejemplo reciente, está el del brillante Bodemeister, que fue uno de los mejores exponentes de su generación a los 3 años en 2012, pero que ni siquiera fue el líder de dicha generación (de hecho, apenas ganó 2 de 6 carreras en toda su campaña de pistas, que duró solo 4 meses). De haber seguido en entrenamiento, hay pocas dudas de que el veloz hijo de Empire Maker hubiese triunfado a los 4 años; pero de ahí a que hubiese ganado en premios los U$S 5.190.000 que generó esta temporada al servir 173 yeguas a un valor de U$S 30.000 el servicio, hay un larguísimo trecho. Para hacerse una idea, el pura sangre activo que más dinero ganó en premios este año en Norteamérica fue Mucho Macho Man, generando U$S 2.984.000.</div>
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<br /></div>
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Y todo esto, a pesar de que el "boom" de la cría se apaciguado considerablemente desde la crisis mundial del 2008. Porque si nos vamos más atrás en el tiempo, nos encontramos con que en 2005 el gran Smarty Jones empezó su campaña como reproductor cubriendo 111 yeguas a un precio por servicio de U$S 100.000, o que en 2007, también en su primer año como semental y también a U$S 100.000 el servicio, el brillante Bernardini cubrió 133 hembras. Tal vez ahora, algunos puedan mirar con otros ojos las decisiones de sus dueños, que nos privaron de ver a estos dos fantásticos animales en el pico de sus carreras.</div>
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Lo cierto es que, desde el año 1999 en adelante, 10 de los 14 potrillos en obtener el premio Eclipse al "Mejor Ejemplar de 3 Años" jamás llegaron a competir a la edad de 4 años. Y de los cuatro que sí lo hicieron, uno (Funny Cide) era un castrado. Si continuamos con el análisis, de los últimos 15 ganadores del Kentucky Derby (desde 1999 hasta este año), apenas 5 volvieron para correr a los 4 años; de esos cinco, dos eran castrados (Funny Cide y Mine That Bird), y uno apenas llegó a correr una vez (Monarchos, que llegó tercero en una condicional en su única carrera como caballo adulto).</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://cs.bloodhorse.com/blogs/horse-racing-steve-haskin/affirmed_BidSH02082013_3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="202" src="http://cs.bloodhorse.com/blogs/horse-racing-steve-haskin/affirmed_BidSH02082013_3.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div style="text-align: left;">
Affirmed y Spectacular Bid: dos fantásticos potrillos que </div>
<div style="text-align: left;">
agrandaron su leyenda como caballos adultos</div>
</td></tr>
</tbody></table>
Lejos parecen haber quedado los tiempos en que un portillo usaba su campaña de 3 años como un mero trampolín a la fama, para luego obtener estatus de leyenda en sus posteriores carreras como caballo adulto. Así fue con Spectacular Bid, que podría haber sido retirado a los 3 años fines de 1979 con un impecable récord de 17 victorias en 21 presentaciones, pero que en cambio volvió a por más gloria a los 4 años, para completar probablemente la mejor campaña para un caballo adulto en la historia hípica, ganando las 9 carreras en las que compitió, todas por destrozo e incluso una (el Woodward) por <i>walkover</i>. Así fue también con Affirmed, que a pesar de haber ganado la Triple Corona en 1978, volvió al año siguiente para obtener 6 grupos 1 y cimentar su posición entre los grandes de todos los tiempos; y con Seattle Slew, que nunca habría obtenido el crédito que se merecía por haber obtenido la Triple Corona en forma invicta de no haber sido por su milagroso retorno a los 4 años, y aquel mítico Jockey Club Gold Cup que perdiera a manos del gran Exceller.<br />
<br /></div>
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Los ejemplos no sólo se remiten a la gloriosa década de los '70, sino que también los hay más lejanos y más cercanos en el tiempo. Alysheba y Ferdinand en los '80, o Silver Charm y Skip Away en los '90 son los ejemplos más recientes de potrillos que obtuvieron su fama en las carreras de la Triple Corona, pero que se convirtieron en verdaderas leyendas más tarde en sus campañas. Y si nos vamos más atrás en el tiempo, los nombres abundan: War Admiral, Citation, Riva Ridge, Damascus, Swaps, Whirlaway y Native Dancer son los primeros que se me vienen a la cabeza.</div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://i1.ytimg.com/vi/Q3rVkcSYvSk/hqdefault.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://i1.ytimg.com/vi/Q3rVkcSYvSk/hqdefault.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;">El Breeders' Cup Classic de 1998 marco el fin de una era</td></tr>
</tbody></table>
En algún lugar escuche que la Breeders' Cup Classic de 1998 marcó el fin de una era en la hípica norteamericana. Y cuanto más lo analizo, más sentido tiene. Aquella tarde de noviembre, en la arena de Churchill Downs y ante una asistencia récord para el evento de 80.452 espectadores, se enfrentaron: el ganador del Derby y el Preakness de 1997 Silver Charm; los dos últimos ganadores del Belmont (Touch Gold y Victory Gallop); el escolta del Preakness y el Belmont de 1996 (y Caballo del Año en 1997) Skip Away; cinco otros notables ganadores de grupo 1 (Awesome Again, Swain, Coronado's Quest, Arch y Gentlemen); y apenas un ganador de grupo 2 (Running Stag). El resultado fue una de las mejores carreras de la era moderna, pero eso no viene al caso. El punto es que, desde aquel día, todo empezó a ir cuesta abajo. Nunca más se ha vuelto a ver un lote tan profundo en talento (y tan diverso) como aquel, en el que se enfrentaran caballos que hubieran animado carreras de la Triple Corona en años pasados y presentes, más otros ganadores de prestigiosos grupos 1 (algunos argumentan que la alineación del Classic de 2004 puede ser comparado con el del '98, pero yo discrepo: de aquel grupo, solo Funny Cide y Birdstone habían sido actores principales en carreras de la Triple Corona, y el primero de ellos, por más popular que fuera, nunca fue un caballo adulto de primer nivel).</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://i.usatoday.net/sports/gallery/2012/Horse%20Racing/TripleCrownNearMisses/2004%20Smarty%20Jonespg-vertical.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="315" src="http://i.usatoday.net/sports/gallery/2012/Horse%20Racing/TripleCrownNearMisses/2004%20Smarty%20Jonespg-vertical.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div style="text-align: left;">
El notable Smarty Jones cautivo al país en su odisea por la </div>
<div style="text-align: left;">
Triple Corona en 2004. Su prematuro retiro luego del Belmont </div>
<div style="text-align: left;">
de ese año dejo en la hípica un vacío imposible de llenar</div>
</td></tr>
</tbody></table>
La primera razón podría ser decir que a partir de 1999 en adelante, los precios de los servicios de los padrillos se han vuelto demasiado altos en comparación a los premios ofrecidos en la mayoría de los clásicos de primer nivel. Eso, sumado al hecho de que problemas en la cría y en los métodos de entrenamiento han llevado a que hoy en día los animales sean cada vez menos sanos (lo que aumenta el riesgo de lesiones y disminuye el número de veces que compiten por año), ha hecho que muchos propietarios decidan retirar a sus potrillos más temprano de lo normal. Abundan ejemplos de animales que fueron excelentes a los 3 años en la pasada década, pero que ni siquiera volvieron a pisar una pista a la edad de 4 años. Por nombrar a los más conocidos: Charismatic, Fusaichi Pegasus, Point Given, War Emblem, Empire Maker, Smarty Jones, Birdstone, Afleet Alex, Bellamy Road, Bernardini, Street Sense, Hard Spun, Any Given Saturday, Big Brown, Summer Bird, Super Saver, Pioneerof The Nile, Eskendereya, Uncle Mo, I'll Have Another, Bodemeister, Union Rags, Gemologist. Y ya este año: Oxbow, Orb y Verrazano.</div>
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Es cierto que algunos de estos animales fueron retirados debido a lesiones. Pero también es cierto que muchos de ellos podrían haber sido tratados y vueltos a poner en entrenamiento sin comprometer su salud ni sus capacidades locomotivas. Al fin y al cabo, los ejemplos de Paynter y Seattle Slew demuestran que muchos animales, si se les da la oportunidad, pueden volver a competir. Además, también es cierto que algunos otros potrillos de 3 años que fueron brillantes, volvieron a competir a los 4 años, a pesar de que podrían haber sido más rentables sirviendo yeguas (Curlin, Animal Kingdom, Shackleford y Drosselmeyer son claros ejemplos).</div>
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Entonces, ¿a qué conclusión llegamos? ¿Es un tema de que el dinero es simplemente demasiado, o es que los propietarios han perdido la pasión, que es lo que en realidad debe mover a un deporte como el turf? Me inclino por la segunda opción. Hace tiempo que vengo escuchando y leyendo que el declive de la hípica en los Estados Unidos se debe a que ya no hay caballos de tan buen nivel como en el pasado. Sinceramente, no creo que esto crea cierto. Porque de los numerosos animales que he nombrado anteriormente, estoy seguro que muchos podrían haber alcanzado estatus de leyenda de haber tenido la oportunidad de correr al menos una temporada más. Esto lo hemos comprobado en la última década con hembras como Zenyatta, Rachel Alexandra, Azeri o Royal Delta (que ya pueden ser consideradas entre las mejores féminas de la historia), y también con animales buenos que fueron dados la oportunidad de correr a la edad de adultos (el mejor ejemplo es Curlin, aunque también están Gio Ponti, o Ghostzapper). La hípica no está necesitando buenos caballos tanto como esta necesitando buenos propietarios, que estén dispuestos a sacrificar un poco de dinero por darle a sus caballos la chance de entrar en la historia. Lamentablemente, hasta que eso no suceda, cada vez nos veremos más obligados a empezar a hinchar por las hembras y los castrados.</div>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-5686418301719441612013-05-17T20:55:00.002-03:002018-06-13T10:22:54.388-03:00Los 12 de Cinzano: Leyendas que nunca fueronCreo que este es uno de los rankings más interesantes que se pueden hacer. Vendría a ser una lista de aquellos caballos que, por algún motivo u otro, nunca pudieron llegar a concretar todo lo que alguna vez prometieron. Pudieron haber sido leyendas, y algunos de hecho ya pueden considerarse como tales. Pero cada vez que pensemos en ellos, nunca podremos evitar el pensar "que hubiera pasado si...".<br />
<br />
<b>12- Favorite Trick:</b><br />
En 1997, cuando el invicto Favorite Trick ganó 8 carreras consecutivas, incluida una victoria ante los mejores potrillos de 2 años del país en la Breeders' Cup Juvenile (GI), muchos pensaron que al año siguiente la hípica norteamericana vería a su primer triple-coronado en 20 años. El potrillo fue el primer dos añero en ser elegido "Caballo del Año" desde que un tal Secretariat lo hiciera 25 años antes, y cuando comenzó su campaña de 1998 con una fácil victoria en el Swale Stakes (GIII), ya era considerado el amplio favorito para el Derby de ese año. Sin embargo, una dura derrota en su última preparatoria, el Arkansas Derby, prepararía a los fanáticos para la dura realidad, y cuando el hijo del velocista Phone Trick llegó a Churchill Downs, ya muchos habían dejado de considerarlo una posible leyenda.<br />
<br />
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<br />
<b>11- Storm Cat:</b><br />
Antes de convertirse en uno de los mejores padrillos de los tiempos modernos, el gran Storm Cat era un potrillo bastante prometedor. En 1985, a la edad de 2 años, ganó el prestigioso Young America Stakes (GI), antes de perder el cetro de "Mejor Potrillo de 2 Años" por apenas un hocico ante Tasso en el recordado Breeders' Cup Juvenile (GI) de Aqueduct. Y al año siguiente, cuando era considerado uno de los favoritos en la previa para el Derby, una lesión lo alejó para siempre de las pistas, luego de haber logrado ganar apenas una carrera más.<br />
<br />
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<br />
<b>10- Eskendereya:</b><br />
El hijo de Giant's Causeway había demostrado talento en algunas de sus salidas a pista como dos añero en 2009 -llegó a ganar el Pilgrim Stakes por más de 7 cuerpos en el fango de Belmont Park-; pero no fue sino hacia principios del año siguiente cuando realmente explotó. Primero ganó una condicional en Gulfstream Park con facilidad en enero, luego venció en el Fountain Of Youth (GII) por 8 1/2 cuerpos, y finalmente destrozó a sus rivales en el Wood Memorial (GI), ganando a las risas la prestigiosa carrera por casi 10 cuerpos y obteniendo un excelente Beyer Speed Figure de 109. Sin embargo, a pocas semanas de partir como el prohibitivo favorito en el Kentucky Derby, el pupilo de Todd Pletcher sufrió una importante lesión en una de sus patas, que terminaría con su carrera en las pistas.<br />
<br />
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<b>9- Danzig:</b><br />
Corrió apenas tres carreras, ninguna de categoría clásica y nunca ante rivales de gran nivel. Sin embargo, viendo la facilidad con la que ganaba, analizando los increíbles tiempos que marcó, y teniendo en cuenta todo lo que sus allegados siempre dijeron de él, podemos afirmar casi con certeza que, de no haber sido por sus múltiples problemas físicos, Danzig hubiera sido una leyenda. Lamentablemente, la gran mayoría lo va a recordar estrictamente como un excelente padrillo.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/XIXV-mHds5w?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<b>8- Flanders:</b><br />
Muchos apodan al famoso entrenador D. Wayne Lukas como "el rey de las lesiones", y gran parte de esto se debe a lo sucedido con la brillante Flanders. Sin tener en cuenta su descalificación en el Matron (GI), esta la hija de Seeking The Gold ganó las 5 carreras en las que compitió, 4 de ellas de Grupo 1, y todas a los 2 años. Y a pesar de que siempre será recordada por su increíble duelo con la fantástica Serena's Song en la Breeders' Cup Juvenile Fillies (GI) de 1994 en Churchill Downs -la carrera en donde sufrió la lesión que le impidió seguir compitiendo-, probablemente su mejor carrera fue el Frizette (GI) corrido aquel año en Belmont.<br />
<br />
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<br />
<b>7- Vindication:</b><br />
En 2002, el mundo hípico fue revolucionado por este oscuro que parecía tenerlo todo. Pertenecía a una de las últimas generaciones del legendario Seattle Slew, y era tan atractivo físicamente, que con apenas 1 año de vida fue comprado por U$S 2,15 millones en las subastas de Keeneland. Por si todo esto fuera poco, a los 2 años demostró un talento tan excepcional, que cuando mantuvo su invicto en 4 presentaciones al ganar fácilmente la Breeders' Cup Juvenile (GI), muchos pensaron que era casi una fija para el Derby del año siguiente, y tal vez para la Triple Corona. Sin embargo, una lesión le impediría siquiera volver a competir, y cuando era considerado uno de los padrillos más prometedores del país, falleció inesperadamente, dejando apenas cuatro generaciones de hijos.<br />
<br />
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<br />
<b>6- Bellamy Road:</b><br />
El talentoso hijo de Concerto llegó al Kentucky Derby del 2005 como el gran favorito de un lote que incluía a potrillos como Afleet Alex, Wilko, Bandini o Giacomo. Y vaya si lo merecía. Pues a pesar de haber corrido apenas dos carreras en aquel año, éstas habían sido tan impresionantes, tan condenadamente increíbles, que costaba creer que el oscuro del famoso George Steinbrenner pudiera perder.<br />
Primero, había empezado el año ganando una condicional en Gulfstream Park por casi 16 cuerpos, y luego, en una de las mejores actuaciones de la década, ganaría el Wood Memorial (GI) de Aqueduct por 17 1/2 cuerpos, obteniendo un estratosférico Beyer Speed Figure de 120 -el más alto en la historia para un tres añero previo al Derby- e igualando el récord de pista (1:47 para los 1800 metros) establecido por el legendario Riva Ridge 32 años antes.<br />
El primer sábado de mayo, sin embargo, el oscuro correría demasiado cerca de los punteros en uno de los Derbys más vertiginosos de todos los tiempos, y terminaría quedándose sin restos en la recta, para llegar en un decepcionante séptimo lugar del sorpresivo ganador Giacomo. Volvería a competir apenas una vez más, en el Travers (GI) de aquel año; pero por alguna razón, nunca más sería el mismo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/FcRDqOyCpco?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>5- Devil's Bag:</b><br />
Probablemente en su tiempo, Devil's Bag haya sido el mejor potrillo de 2 años de la historia hípica norteamericana. Invicto en sus 5 salidas a pista como juvenil en 1983, el hijo de Halo rompió el récord de tiempo al ganar el Cowdin Stakes (GII) en 1:21.40 para los 1400 metros, luego destrozó la histórica marca de Seattle Slew en el Champagne Stakes (GI), para finalmente cerrar un año perfecto al ganar el Laurel Futurity (GI) en 1:42.40 para los 1700 metros, eclipsando el récord de pista de Spectacular Bid. Para fines de año, no sólo era considerado el mejor potrillo de 2 años desde los tiempos de Secretariat, sino que sus servicios como reproductor fueron sindicados en un récord absoluto de U$S 36 millones.<br />
La dececpción iba a ser enorme, pues a los 3 años el hijo de Halo debería ser retirado cuando llegaba como gran favorito al Derby, luego de haber vencido en 3 de sus 4 salidas a pista aquella temporada.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxUIRm1tJm2yyNAC0jk-7z5oMkCTRuLfwImNjbqOv-P_8cLr97U20DG_RA2nfr9D1Ae91Gmj6EZ_TT38HxTWA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>4- Candy Ride:</b><br />
El brillante invicto argentino Candy Ride llegó a California a principios de 2003, luego de ganar dos grupos 1 por demolición en su país de origen. Sin embargo, a pesar de que en Sudamérica aquellas victorias fueron sobre el césped, en los Estados Unidos, el hijo de Ride The Rails haría su fama sobre la arena. Porque luego de ganar sus dos primeras carreras en el país del norte, ambas en Hollywood Park, el pupilo de Ron McAnally se trasladaría al famoso hipódromo de Del Mar, para correr el prestigioso Pacific Classic (GI). Allí, en lo que sería la mejor actuación de su corta carrera, Candy Ride correría los 2000 metros en increíbles 1:59.11 (récord de pista), para vencer rotundamente al gran favorito Medaglia D'Oro, que por aquel entonces era considerado el mejor caballo adulto del país. Su Beyer Speed Figure de 123 sería el mejor de todo Norteamérica para aquel año.<br />
Nunca más volvería a correr.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/-s0WSoKhlHA?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>3- Arazi:</b><br />
Si antes dijimos que Devil's Bag fue probablemente el mejor potrillo de 2 años en la historia hípica <i>norteamericana</i>, fue sólo porque Arazi fue el mejor potrillo de 2 años de la historia hípica mundial. Nacido en Kentucky, el hijo de Blushing Groom ganó 6 de 7 carreras en el césped corriendo como juvenil en Francia -incluidas tres de grupo 1-, antes de retornar a su estado natal, para intentar cerrar aquel año '91 con una victoria en la famosa Breeders' Cup Juvenile (GI), corrida sobre la arena de Churchill Downs. Pues bien, el increíble alazán, que antes de la carrera había sido adquirido en un 50% por el jeque Mohammed Al Maktoum (pagó U$S 9 millones), no solo cerraría el año de forma triunfal en el Juvenile, sino que lo haría mediante la que fuera -casi con total certeza- la mejor actuación de un ejemplar de 2 años en la historia del turf. Corriendo lejos del hasta entonces invicto Bertrando durante la primera parte del trayecto, el hijo de Blushing Groom desplegaría una de las arremetidas más electrizantes jamás vistas, para ganar una carrera supuestamente "pareja" por escándalo y catapultarse a la fama mundial.<br />
Sin embargo, nunca más volvería a ser el mismo.<br />
Considerado una de las mayor fijas en la historia del Kentucky Derby, el potrillo tuvo que ser intervenido por problemas en sus rodillas poco después del Juvenile, lo que le quitó muchos meses de entrenamiento. Y a pesar de que venció fácilmente en su única preparatoria de cara a la "carrera de las rosas" -un clásico listado sobre 1600 metros en el césped de Saint-Cloud-, para cuando llegó al Derby, sin haber perdido una carrera en más de 11 meses y considerado por la mayoría del mundo hípico como la reencarnación de Secretariat, el potrillo distaba mucho de ser el que había sido el año anterior en el Juvenile. Por un momento, sin embargo, y a pesar de todos los contratiempos que había tenido, pareció que el hijo de Blushing Groom iba a repetir una arremetida como la del Juvenile, y hasta el relator de la carrera Dave Johnson se dejó atrapar en la emoción del momento cuando lo vio pasar caballos como postes en el codo de Churchill Downs. Pero lo cierto es que el alazán iba a quedarse sin restos en la recta, y terminaría llegando octavo, lejísimos del sorprendente ganador Lil E. Tee.<br />
De vuelta en Francia, el que antes era considerado por muchos como el posible caballo del siglo apenas pudo ganar un grupo 2 en cuatro actuaciones, y terminaría su campaña de pistas llegando en un decepcionante undécimo puesto como el favorito en la Breeders Cup Mile (GI) de 1992.<br />
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<br />
<b>2- Landaluce:</b><br />
Una hermosa hija de Seattle Slew, Landaluce fue considerada por muchos <i>turfmans</i> de principios de los '80 como la segunda venida de la mítica Ruffian. Debutó en julio de 1985, a la edad de 2 años, y lo hizo ganando con extrema facilidad una carrera sobre 1200 metros en Hollywood Park, en un gran tiempo de 1:08 1/5. Pero fue su segunda carrera, el Hollywood Lassie (GII), la que dejaría su nombre grabado en los libros de historia. Porque corriendo los 1200 metros en 1:08 (considerado el mejor tiempo de cualquier potranca de 2 años para la distancia en la historia), Landaluce le sacó 21 cuerpos a su más cercana escolta (un récord absoluto para un clásico en Hollywood Park), casi todos ellos ya en la recta y sin ni siquiera esforzarse. Ya famosa mundialmente, la potranca ganaría sus siguientes tres clásicos, todos por destrozo, para permanecer invicta en 5 presentaciones. Y luego, cuando ya muchos empezaban a considerarla entre las mejores hembras de la historia, la hermosa potranca cayó enferma, y murió inesperadamente a las pocas semanas, con la cabeza apoyada en los brazos de su entrenador D. Wayne Lukas. Aún no había cumplido los 3 años.<br />
Hoy en día, sus restos permanecen enterrados en el centro de la pista de Hollywood Park, y el Hollywood Lassie ha pasado a llamarse el Landaluce Stakes. Vaya uno a saber que harán con ella cuando a fines de este año demuelan el hipódromo.<br />
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<b>1- Barbaro:</b><br />
Muchos dirán que si ganar el Kentucky Derby (GI) no es ser una leyenda, pues entonces nada lo es. Pero en mi opinión, y teniendo en cuenta el potencial que demostrara aquel hermoso colorado en Louisville aquella tarde de mayo de 2006, Barbaro podría haber sido mucho más. Luego de convertirse en apenas el sexto invicto en ganar el Derby, y haciéndolo mediante una de las mejores actuaciones en la historia de la carrera, todo parecía indicar que el hijo de Dynaformer era finalmente el elegido por los crueles dioses del turf, y que iba a convertirse en el primer triple-coronado en 28 años. Sin embargo, apenas dos semanas después de aquello, en un Preakness que muchos consideran el momento más trágico de la historia hípica norteamericana, el potrillo perfecto pisó mal a poco de largar, fracturándose la pata trasera izquierda en más de 20 pedazos. No sólo nunca más volvió a competir, sino que en enero del año siguiente, luego de una larga batalla con la enfermedad de los cascos <i>laminitis</i>, el potro falleció en un hospital equino de Pennsylvania. Siempre nos quedará la duda de lo que podría haber llegado a lograr.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/zX5fbbX9KCU?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<br />Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-92065204374428022052013-05-17T00:35:00.004-03:002013-05-17T20:56:57.057-03:00La joya menos preciada<div style="text-align: justify;">
El Derby es el Derby, y no hay mucho más para decir. Los años pasan, y sigo sintiendo escalofríos en la nuca cada vez que escucho a los más de 140.000 espectadores entonar el emocionante "My Old Kentucky Home", mientras los 20 mejores potrillos del país desfilan por la recta de Churchill Downs. Y el Belmont, por lo menos cuando hay posibilidades latentes de presenciar un nuevo triple-coronado, también puede ser una de las carreras de caballos más famosas del planeta. (Con decir que en 2004, el año del recordado Smarty Jones, más de 33 millones de personas en los Estados Unidos presenciaron la carrera por la NBC, es más que suficiente.)</div>
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Sin embargo, es la segunda gema de las tres, la carrera generalmente más olvidada por todos. Pues a pesar de que su primera edición se remonta al año 1873 -incluso antes que el primer Kentucky Derby-, y de que se corre en uno de los hipódromos más legendarios del país, el Preakness no tiene la tradición de la "carrera de las rosas", ni las expectativas que se generan en torno al Belmont cuando hay chances de ver un posible triple-coronado. Lo que no quita que, en mi opinión, si se la ve estrictamente como una carrera de caballos, hay muchos argumentos para afirmar que es la mejor de las tres.</div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh518QoIYbqSewLUjRO7Jv0pebF0JTOGUrjvOscbuHiO9fX4dOqEBNbi3MIDRQjfIi9moZcHK0lv1IocrS_mdIjnpn6noA2ALi3qIjk2zv9R3ErM0ooSqUmz2BF0HIPwAbp-_nLKre1w1g/s1600/113100443.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="368" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh518QoIYbqSewLUjRO7Jv0pebF0JTOGUrjvOscbuHiO9fX4dOqEBNbi3MIDRQjfIi9moZcHK0lv1IocrS_mdIjnpn6noA2ALi3qIjk2zv9R3ErM0ooSqUmz2BF0HIPwAbp-_nLKre1w1g/s640/113100443.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Smarty Jones</td></tr>
</tbody></table>
A diferencia del Derby, en donde por lo general la enorme cantidad de participantes terminan provocando que uno o más potrillos pierdan la carrera por problemas de tráfico, o del Belmont, cuyos 2400 metros por lo general determinan que no gane el mejor, sino el que llega más descansado, en el Preakness generalmente suele triunfar el mejor potrillo. Sus 1900 metros es una distancia neutral, y al competir menos de 14 caballos, los problemas de tráfico suelen ser escasos. Es muy dificil ver que los favoritos se "cocinen" al seguir a los punteros en parciales de vértigo, como sucedió en los Derbys de Afleet Alex y Point Given, o en el Belmont de Smarty Jones. Y por lo general, los mejores potrillos no pierden la carrera por verse obstaculizados en la largada, como sucediera con Lookin At Lucky en Churchill Downs en 2010. De hecho, de las últimas 12 ediciones del Preakness (2001-2012), 7 fueron ganadas por los favoritos, y la mayor sorpresa fue la del talentoso Bernardini en 2006, un caballo que luego demostró ser de lo mejor de la década. En Pimlico, al menos en lo que va del siglo XXI, no hubieron Monarchos, ni Giacomo<i>s</i>, por poner dos ejemplos de potrillos que ganaron el Derby por ser arremetedores, más que por ser los mejores; y tampoco hubieron casos como los de Sarava, Jazil o Da'Tara, cuyos triunfos en el Belmont marcaron los únicos hitos de sus campañas. El Preakness es la más justa de las tres carreras de la Triple Corona, y, por lo tanto, la que suele dejar menos corazones rotos.</div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhom1ZoKgOlcie1LlCQYKpXYLMHSWCD6h301A6mPVUemEKHq6zL7tK5WBTomymPez2WHD4soZwB1WbmJpUP6NT1G2tCqBSh1Xb8NWSb-veRKoHAwZWdtGKF72ZxnPyKp4OlQ8B4vMajeMI/s1600/050521_preakness_tease_standard.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhom1ZoKgOlcie1LlCQYKpXYLMHSWCD6h301A6mPVUemEKHq6zL7tK5WBTomymPez2WHD4soZwB1WbmJpUP6NT1G2tCqBSh1Xb8NWSb-veRKoHAwZWdtGKF72ZxnPyKp4OlQ8B4vMajeMI/s320/050521_preakness_tease_standard.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Afleet Alex</td></tr>
</tbody></table>
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Pero el Preakness no sólo merece respeto por todo lo anteriormente mencionado, sino que también nos ha brindado algunos de los mejores momentos de los últimos tiempos. Cómo olvidar la infartante edición ganada por el corajudo Afleet Alex en 2005, el emocionante duelo entre Curlin y Street Sense en 2007, o los aplastantes triunfos de los invictos Smarty Jones y Big Brown en 2004 y 2008, respectivamente. Si a éstos momentos épicos, además les agregamos una de las carreras más recordadas de la última década, la victoria de la gran Rachel Alexandra sobre Mine That Bird en 2009, y también el recordado duelo entre I'll Have Another y Bodemeister del año pasado, salta a la vista que, por lo menos desde el año 2000 en adelante, el Preakness ha sido la mejor de las 3 carreras que componen la Triple Corona, y quizás también del país. </div>
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Para los favoritos injustamente derrotados en el Derby, es una especie de camino de redención -como lo fue con Point Given, Afleet Alex, y Lookin At Lucky-; y para los grandes ganadores de la "carrera de las rosas", es la puerta de entrada a las que yo considero las mejores 3 semanas en todo el turf: aquellas que transcurren hasta el día del Belmont, cuando todos en el mundo del turf pensamos que estamos por presenciar al primer triple-coronado desde 1978.</div>
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Concluyendo, el Preakness podrá no ser la más célebre de las tres carreras que componen la Triple Corona, pero esto no quiere decir que deba ser pasada por alto. Pues no sólo ha sido la carrera que mejores momentos nos ha proporcionado en los últimos tiempos -dejando de lado la trágica edición de 2006, donde se lesionara el mítico Barbaro-, sino que también puede ser la que termine de confirmar a Orb como algo más que un buen caballo. Esperemos que todo transcurra con normalidad, y que para el sábado de noche todos podamos estar nuevamente inmersos en ese hermoso estado de esperanza e ilusión; ese que se genera cuando un gran potrillo viaja a Nueva York con chances certeras de obtener la esquiva Triple Corona.Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-18052603647720903372013-05-16T11:24:00.001-03:002013-05-16T20:03:37.807-03:00Un Preakness que promete ser especial<div style="text-align: justify;">
Como sucede todos los años, ni bien Orb cruzó el disco primero en el Kentucky Derby, la pregunta estuvo en boca de todos: ¿puede el hijo de Malibu Moon ganar la Triple Corona?</div>
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Y como siempre que surge esa interrogante, la atención de todos se centró casi exclusivamente en la última de las tres pruebas, el Belmont Stakes. Al fin y al cabo, ésta es la carrera que en los últimos 35 años ha demostrado ser la más demandante para los aspirantes al "trofeo más esquivo de todos los deportes". Cuando sus agotadores 2400 metros no son demasiado (como lo fueron para Smarty Jones, Sunday Silence o Alysheba), son los estirados codos y la larga recta de Belmont Park los que pueden confundir hasta a los jinetes más experimentados (le sucedió al exitoso Kent Desormeaux con Real Quiet en 1998, y a Stewart Elliott con Smary Jones en 2004); y cuando nada de esto sucede, simplemente son las 5 agotadoras semanas que separan las 3 carreras lo que convierte al cetro en algo tan difícil de alcanzar.</div>
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Pues bien, para Orb, ninguna de estas razones parece ser obstáculo.</div>
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<a href="http://www.drf.com/sites/default/files/imagecache/article_main/photos/1Orb03.3-30-13.BL_.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" height="400" src="http://www.drf.com/sites/default/files/imagecache/article_main/photos/1Orb03.3-30-13.BL_.jpg" width="287" /></a><br />
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Es un hijo de Malibu Moon, cuyo padre A.P. Indy ganó el Belmont de 1992 en uno de los mejores tiempos en la historia de la carrera; y su madre, Lady Liberty, es una hija nada más ni nada menos que del gran Unbridled, uno de los apenas cuatro caballos que lograron vencer en el Kentucky Derby y la Breeders' Cup Classic. Teniendo en cuenta eso, y analizando además su estilo de correr -a lo largo de su campaña, <i>siempre </i>ha corrido más que sus rivales en los últimos metros de sus carreras-, arribamos a la conclusión de que, por el lado de la distancia, el pupilo de McGaughey no parecería ser vulnerable.</div>
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En cuanto al tema del jinete, los datos son igual de alentadores. Porque en los últimos tiempos Joel Rosario no sólo ha demostrado ser uno de los mejores jockeys del planeta, sino que además, desde que el año pasado se trasladara desde California hacia la costa este, ha corrido incontables carreras sobre la larga pista de Belmont Park. Es muy difícil imaginarse al dominicano exigiendo a Orb demasiado temprano, como hiciera Elliott con Smarty Jones en 2004; Rosario corre prácticamente a diario en Belmont Park, y Elliott había corrido apenas 15 carreras en dicha pista cuando llegó al Belmont de 2004.</div>
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Por último, nos queda el problema del cansancio. Generalmente, los potrillos que llegan al Belmont con chances de Triple Corona han sido "apurados" por sus entrenadores para poder llegar al Derby. Esto no quiere decir que hayan corrido mucho antes de ir a Churchill Downs, simplemente que quizás no habían tenido el tiempo suficiente de alcanzar su completa madurez antes del inicio de la Triple Corona, y que su victoria en Kentucky les quitó más energías de las necesarias. Pues bien, siendo Orb un pupilo de Shug McGaughey, esto es completamente imposible. Porque el entrenador ha dicho una y otra vez a lo largo de los años que él no anotaría un potrillo en el Kentucky Derby a no ser que el caballo le indique por todos los medios que está pronto para correr en la carrera. Puede ser un método que le haya proporcionado menos éxitos en "la carrera de las rosas" que a entrenadores como D. Wayne Lukas, que cada año llega al Derby con un ejército de tres añeros, sin importar que algunos puedan estar en tres patas, y que seguramente por mucho tiempo después de la carrera no vuelvan a ser los mismos. Pero es algo que deja a los fanáticos con la certeza de que, cuando un pupilo de McgGughey gana el Derby, es muy improbable que vaya a arrastrar las patas en las siguientes dos gemas de la Triple Corona.</div>
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En conclusión, según mi forma de ver las cosas, si Orb llega al Belmont con chances de obtener Triple Corona, sus posibilidades de obtener el tan esquivo cetro serían las más grandes desde que Spectacular Bid llegara a Nueva York en 1979 como el prohibitivo favorito. </div>
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Antes, debemos rezar por que todo suceda con normalidad el sábado que viene en el Preakness. Si así sucede, y si este año no hay alfileres que se claven en sus cascos días antes del Belmont -como sucedió con Spectacular Bid-, ni rajaduras en sus vasos como las de Big Brown, me animo a afirmar que viviremos unas tres semanas inolvidables.</div>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-80652225967752741362013-05-10T15:35:00.003-03:002018-06-13T10:22:33.709-03:00Los 12 de Cinzano: Kentucky Derbys más memorables desde 1970Una nueva edición de la carrera más famosa de Norteamérica ha quedado atrás, y aquí está un breve recuento de lo que yo considero son los Derbys más recordados de las últimas cuatro décadas. Espero que lo disfruten.<br />
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<b>12- Spend A Buck (1985):</b><br />
El gran favorito de aquel Derby era el talentoso Chief's Crown, que desde los 2 años era considerado uno de los mejores caballos desde Secretariat. Pero cuando el fantástico Spend A Buck se hiciera con la punta de la carrera, demostraría que el líder indiscutido de aquella generación era él.<br />
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<b>11- Seattle Slew (1977):</b><br />
Parecía que el invicto y favorito Seattle Slew (partidor 3, chaquetilla negra y amarilla) había perdido aquel Derby antes de llegar a las gateras, tal era el grado de nerviosismo que había demostrado durante la previa. Y cuando el potrillo -que en todas sus carreras previas había corrido en la punta- largó último, dio la sensación de que sus posibilidades definitivamente se habían terminado. Sin embargo, mediante una increíble arremetida contra la baranda interior en el primer tramo de la carrera, el oscuro lograría recuperar los 5 cuerpos perdidos con respecto al puntero For The Moment en menos de 300 metros, posicionándose en el segundo lugar antes de que hubieran pasado el disco por primera vez. Para cuando entraran en la recta, la carrera ya estaría liquidada en su favor.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/rWO0QgZKoYY?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<b>10- Barbaro (2006):</b><br />
Dos semanas antes de su trágico Preakness, el fantástico Barbaro se llevaría uno de los Derbys más memorables de nuestros tiempos, venciendo a un talentoso lote por casi 7 cuerpos -el márgen de victoria más amplio en 60 años-, y corriendo los últimos 400 metros de la carrera en el mejor tiempo desde Secretariat. Sería apenas el cuarto invicto en ganar el Kentucky Derby en toda la historia.<br />
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<b>9- Alysheba (1987):</b><br />
Con los años, Alysheba se convertiría en el caballo favorito de Norteámerica. Pero cuando llegó a aquel Kentucky Derby de 1987, el hijo de Alydar apenas había ganado una carrera en su vida, casi 8 meses atrás.<br />
Por si esto fuera poco, faltando apenas 400 metros para el disco en la carrera de las rosas, el potrillo tropezó gravemente con las patas del puntero Bet Twice, quedando su hocico a apenas unos centímetros de la arena de Churchill Downs y casi que provocando una catástrofe. Sin embargo, una vez que el valiente zaino logró reponerse, su leyenda empezaría a nacer.<br />
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<b>8- Charismatic (1999):</b><br />
Tres meses antes del Derby, Charismatic ni siquiera era el favorito en una carrera de reclamos de Santa Anita, y el ultra-talentoso pero problemático jinete Chris Antley recién volvía a competir, luego de pasar dos años alejado de las pistas como consecuencia de sus múltiples adicciones. Sin embargo, para el primer sábado de mayo, ambos se convertirían en los sorprendentes ganadores de la carrera más prestigiosa del país, comenzando lo que sería una de las Triple Coronas más recordadas y trágicas de los últimos tiempos.<br />
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<b>7- Mine That Bird (2009):</b><br />
21 horas fue lo que llevó al desconocido entrenador Chip Woolley trasladar a su pequeño castrado Mine That Bird desde Nuevo Mexico hasta Churchill Downs, donde el potrillo correría el Kentucky Derby. Woolley había hecho el trayecto tirando de un pequeño trailer con su camioneta y frenando cada tanto para tomarse un café en alguna estación del camino, con la única ilusión de poder competir en la carrera de las rosas, pues era consciente de que las chances de victoria de su pupilo eran casi nulas. Lo que nunca supo, fue que aquel sábado de principios de mayo, sobre el fango de Churchill Downs, Mine That Bird llevaría a cabo una de las mejores actuaciones en la historia del Kentucky Derby, convirtiéndose además en la segunda mayor sorpresa en la historia de la carrera.<br />
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<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/0tvqObArj_U/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/0tvqObArj_U&source=uds"><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/0tvqObArj_U&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
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<b>6- Cañonero II (1971):</b><br />
Comprado por la magra suma de U$S 1200 en los Estados Unidos, Cañonero II se convirtió en una estrella corriendo en Venezuela, antes de que su dueño decidiera correrlo en la carrera más famosa del mundo. Sin embargo, su viaje desde Sudamérica a Louisville se convertiría en una verdadera odisea. Pues luego de que los dos primeros vuelos en los que se subiera el potrillo tuvieran que volver a Venezuela por desperfectos mecánicos, cuando finalmente Cañonero pudo viajar -en un vuelo lleno de patos y gallinas-, un problema de papeleo lo mantendría varado en el aeropuerto de Miami por 4 días, haciéndole perder más de 30 kilos. Por si esto fuera poco, ni bien que fue dejado libre, el potrillo tuvo que soportar un traslado de 20 horas y 900 millas hasta Churchill Downs, en un trailer conducido por su entrenador Juan Arias y su peón Juan Quintero, para llegar al hipódromo con apenas una semana para la carrera.<br />
Y a pesar de que durante los días previos sus trabajos lo convirtieran en el hazmerreír del lugar, una vez que se abrieran las gateras el día de la carrera, el desgarbado potrillo demostraría que la guapeza es lo último que se pierde.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/mLv8Rvno_L4/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/mLv8Rvno_L4&source=uds"><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/mLv8Rvno_L4&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
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<b>5- Affirmed (1978):</b><br />
Fue el clásico duelo de la estrella del este contra la del oeste, como lo había sido con Swaps y Nashua un par de décadas atrás. Affirmed y Alydar ya se habían enfrentado más de una vez a los 2 años, pero desde que cumplieron 3, sus caminos se habían separado, y ambos habían demostrado que sólo entre ellos se podían vencer. De enero a mayo de 1978, Affirmed y su célebre jinete adolescente Steve Cauthen destrozarían a todo lo que se les pusiera enfrente en la costa oeste, mientras que el gran Alydar hacía exactamente lo mismo del otro lado del país. Pero para cuando el primer sábado de mayo ambos se cruzaran en Churchill Downs, ante la expectante mirada de toda la nación, solo uno de ellos podría llevarse la victoria.<br />
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<b>4- Genuine Risk (1980):</b><br />
La fantástica Genuine Risk ganado sus primeras seis carreras ante hembras a las risas, y ya se la consideraba una de las mejores yeguas de los últimos tiempos. Pero en el que fuera su primer enfrentamiento ante los machos, la alazana llegaría tercera en el Wood Memorial ante el favorito para el Derby de aquel año, Plugged Nickle. Sin embrago, dos semanas después, la historia sería otra. Pues la potranca tomaría la punta en el Kentucky Derby a falta de 400 metros, y guapearía de allí hasta el disco, para convertirse en la primer hembra en ganar la carrera en 65 años.<br />
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<b>3- Unbridled (1990):</b><br />
La victoria del gran Unbridled en el Kentucky Derby de 1990 no fue la más sorprendente, ni la más espectacular. Fue el relato de la carrera que le hizo el entrenador Carl Nafzger a la propietaria del potrillo, Frances Genter -que contaba con 93 años y no podía ver lo que sucedía-, lo que lo convirtió en uno de los momentos hípicos más recordados de todos los tiempos. (El primer video es la carrera, y el segundo el relato de Nafzger).<br />
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<b>2- Ferdinand (1986):</b><br />
Lamentablemente, el fantástico Ferdinand siempre será recordado por su muerte en un frigorífico japonés en 2002. Pero en sus días de corredor, el hijo de Nijinsky fue uno de los mejores caballos de la década de los '80. De hecho, su gran victoria en el Churchill Downs en 1986 no sólo convertiría al legendario Bill Shoemaker en el jinete más longevo en ganar el Derby -con 54 años-, sino que le daría su primera victoria en la carrera al también mítico Charlie Whittingham, que ya por ese entonces era considerado por muchos como el mejor entrenador de la historia hípica norteamericana.<br />
A veces, cuando pienso en la historia de Ferdinand, y en su trágico final, me pregunto qué hubiera hecho el trabajador japonés que lo mató, de haber sabido acerca de los cientos de miles de personas a los que aquel caballo había hecho feliz. Y como nunca puedo encontrar una respuesta, lo único que hago en esos momentos es intentar convencerme de que, en esos últimos momentos de tragedia, la mente de Ferdinand vagaba por el pasado, muy lejos de allí, recordando la mágica tarde tantos años atrás, en que había ganado la carrera más famosa del mundo.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<b>1- Secretariat (1973):</b><br />
Antes del Wood Memorial de 1973, Secretariat era considerado una fija para llevarse el Derby de aquel año, y no eran pocos los que ya estaban hablando de Triple Corona. Sin embargo, su impactante derrota en el "Wood" levantaría un mar de dudas en torno a su estado físico, y muchos empezarían a dudar de que, siendo un hijo del veloz pero poco resistente Bold Ruler, aquel alazán pudiera ganar sobre la carrera de las rosas.<br />
Sin embargo, para el día de la carrera, el potrillo respondería a todas las críticas. Pues corriendo desde el fondo del lote, iría ganando posiciones como una locomotora durante todo el trayecto, corriendo cada uno de sus parciales más rápido que el anterior (25 1/5, 24, 23 4/5, 23 2/5 y 23), y llegando al disco primero, en un increíble tiempo récord de 1:59 2/5 que continúa vigente al día de hoy.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/e9R52eX5cto?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-44494090546828525532013-05-08T01:17:00.002-03:002013-05-08T14:33:09.690-03:00Orb y un Kentucky Derby para el recuerdo<div style="text-align: justify;">
<i>El sábado pasado, cuando el potrillo de tres años Orb cruzó el disco primero en la edición número 139 del Kentucky Derby, la gran mayoría de quienes lo vieron hacerlo ignoraban la enorme magnitud que aquel triunfo significaba para los allegados al caballo. Pues aunque muchos sabían que aquella era primera victoria en el Derby para el veterano entrenador Shug McGaughey, y también para los propietarios del potrillo Ogden Mills Phipps y Stuart Janney III, solo unos pocos estaban al tanto de que aquel triunfo era el tan esperado pináculo para una de las dinastías más históricas y reconocidas del turf norteamericano en el siglo XX.</i><br />
<i>Durante casi noventa años, desde que en 1926 la abuela de Phipps y Janney creara el hoy legendario Wheatley Stable, hasta poco antes de las 18:24 horas del sábado pasado, los Phipps habían ganado casi todas las carreras más importantes de Norteamerica, excepto una: el Kentucky Derby. </i><i>Aunque pueda parecer irónico, viniendo de la familia que hoy en día es considerada una de las más emblemáticas de la hípica estadounidense, y que fuera factor fundamental en la cría de leyendas tales como Bold Ruler, Buckpasser, Secretariat, Ruffian o Easy Goer, la carrera insignia de los Estados Unidos le fue esquiva a los Phipps durante casi un siglo. </i><br />
<i>Finalmente para ellos, el sábado, luego de tres generaciones de fracasos, derrotas y de caballos aparentemente perfectos que fracasaban en la carrera más importante de todas, la redención les llegó en la forma de un oscuro grandote y desgarbado, pero con el talento y el corazón de un campeón. Su nombre es Orb, y espero que después de leer este artículo puedan </i><i>apreciar su victoria en toda su magintud.</i><br />
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***</div>
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La primera vez que asistió a un Kentucky Derby, Ogden Mills "Dinny" Phipps tenía 16 años. Corría el año 1957, y su abuela, la famosa Gladys Mills Phipps -apodada "la primera dama del turf"-, era la propietaria del gran favorito de la carrera, un oscuro de velocidades extraordinarias llamado Bold Ruler. Por aquel entonces, ya se comentaba que nunca ningún caballo del histórico Wheatley Stable había ganado un Derby, y que si los Phipps no lograban hacerlo con aquel brillante hijo de Nasrullah, probablemente nunca lo harían. Lamentablemente para el joven Dinny, no sería la única vez que escucharía una frase de este tipo.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicyrD8DTi0g_sJcBtI0Yuls11g87ugFFHN-EfkkJXYltqU0Eh-U84EuS5cI9B5B-QNtyIFOGVScjQKRO14yA4TN_xugoazZ2AO0XYfvm5YpB-fmNxyaqX4S22FDKbMApDdaffTnrRvBfE/s1600/bold+ruler.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; display: inline !important; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicyrD8DTi0g_sJcBtI0Yuls11g87ugFFHN-EfkkJXYltqU0Eh-U84EuS5cI9B5B-QNtyIFOGVScjQKRO14yA4TN_xugoazZ2AO0XYfvm5YpB-fmNxyaqX4S22FDKbMApDdaffTnrRvBfE/s400/bold+ruler.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Bold Ruler</td></tr>
</tbody></table>
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<br />
En lo que sería la primera de muchas grandes decepciones en el Derby para una de las familias más tradicionales y prominentes de la hípica norteamericana, Bold Ruler se quedaría sin restos en la recta de Churchill Downs aquella tarde de 1957, y terminaría llegando al disco cuarto, lejos del sorprendente ganador Iron Liege. Y aunque a las dos semanas se redimiría al ganar el Preakness -el primero para su dueña-, para retirarse un año después como uno de los mejores milleros de todos los tiempos, no sería suficiente. Porque trece años más tarde, Gladys Mills Phipps fallecería en Nueva York; y a pesar de que desde 1926 su Wheatley Stable había criado y corrido el increíble numero de siete campeones americanos, y competido en siete ediciones del Kentucky Derby desde 1928, con <i>cracks</i> como Successor, Bold Lad o el mismo Bold Ruler, nunca ninguno de sus caballos había podido ganar la carrera más importante de todas.<br />
<br />
De los cuatro hijos de Gladys con Henry Carnegie Phipps, dos heredarían la pasión de su madre por el caballo pura sangre, y a lo largo de sus vidas se convertirían en criadores de fama mundial. Sin embargo, tampoco ninguno de ellos podría ganar un Kentucky Derby.<br />
<br />
Barbara Phipps Janney fue, junto con su marido Stuart S. Janney Jr., la propietaria del Locust Hill Farm, una pequeña propiedad ubicada en Glyndon, Maryland. Y a pesar de que desde 1950 hasta fines de los '80 ambos criaron incontables ganadores, corriéndolos bajo sus famosas sedas blancas con raya horizontal roja, sería la mítica y trágica Ruffian la que dejaría sus nombres grabados por siempre en los libros de historia, no un ganador del Kentucky Derby.<br />
<br />
Y si Barbara había sido una notable criadora, qué decir de Ogden, su hermano mayor, que por más de 50 años sería el propietario de uno de los establos más famosos del mundo, y que siempre buscó llenar el vacío que el Derby había dejado en su madre. Había sido por influencia de ella que, en 1936, con apenas 18 años, Ogden registró sus hoy clásicos colores -chaquetilla negra, gorra roja- en el registro del Jockey Club Norteamearticano. Y cuando en 1946 decidió incursionar definitivamente en la cría y propiedad de caballos pura sangre, adquiriendo lo que sería la base de su escuadra en la liquidación del Coronel Edward R. Bradley, siempre tuvo como principal objetivo ganar la carrera de las rosas.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0JkhZax7QFFkgk-5Fw9XL3B3_BwROz9wn4oeHq82KcYfzdCX5OdQCfF94Lsoy4nD9eA5QXrr5yEaHhdT1_U0FkUYsy-dmORt3yBPZYFH7EfLvYhac-L_xMRd1pvX47WakAfKVW3fjnjM/s1600/Ruffian+Canter+Acorn+eBay.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="337" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0JkhZax7QFFkgk-5Fw9XL3B3_BwROz9wn4oeHq82KcYfzdCX5OdQCfF94Lsoy4nD9eA5QXrr5yEaHhdT1_U0FkUYsy-dmORt3yBPZYFH7EfLvYhac-L_xMRd1pvX47WakAfKVW3fjnjM/s400/Ruffian+Canter+Acorn+eBay.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ruffian</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Su primer gran oportunidad llegó en 1956, cuando su potrillo Dapper Dan arremetió como una bala en la recta de Churchill Downs, solo para quedarse a un pescuezo de la victoria; y en 1966, el que probablemente fuera el mejor caballo que crió en su vida, Buckpasser, se lesionó un vaso cuando era considerado una fija para la carrera.<br />
Pero no fue sino en el otoño de 1969, el día en que ganó una tirada de moneda ante una joven oriunda de Virginia llamada Penny Chenery, que Phipps tuvo su mejor chance para ganar la carrera de las rosas. Porque de haber elegido al potrillo indicado una vez ganado el sorteo, el millonario neoyorquino no sólo habría ganado el Kentucky Derby y la Triple Corona de 1973, sino que por el resto de los tiempos se lo hubiese recordado como el propietario de un alazán musculoso y de talento sobrenatural, hoy conocido como Secretariat. Quienes más lo trataron, dicen que eso fue lo que terminó de convertir al Derby en su mayor obsesión.<br />
<br />
Y si bien por más de veinte años Phipps no tuvo ni siquiera un participante en la carrera, cuando en 1985 el veterano criador decidió contratar los servicios de un joven y casi desconocido entrenador, las cosas empezarían a cambiar.<br />
<br />
Claude R. McGaughey III, o sencillamente "Shug", contaba con apenas 34 años cuando fue contratado para entrenar la escuadra de pura sangres más renombrada de los Estados Unidos, pero ya por aquel entonces era considerado uno de los cuidadores más prometedores del país. Un oriundo de Kentucky -y más específicamente de la ciudad de Lexington, considerada la capital hípica del planeta-, el sereno entrenador había soñado con ganar el Kentucky Derby durante toda su vida, y de hecho ya había participado en la carrera con dos competidores, en la edición de 1984. Sin embargo, de no haber sido por Phipps, probablemente nunca hubiera tenido una oportunidad tan certera como la que pronto iba a llegarle.<br />
<br />
En mayo de 1989, un año después de que un buen potrillo llamado Seeking The Gold se convirtiera en el primer aspirante al Derby de Phipps en 23 años (llegaría séptimo de la potranca Winning Colors), un confiado McGaughey llegó a Churchill Downs con la certeza de que, finalmente, tenía al caballo indicado para ganar el Kentucky Derby, y tal vez incluso la Triple Corona.<br />
Y es que Easy Goer era tan bueno, tan increíblemente perfecto, que no ilusionarse con él hubiese sido inhumano, incluso para un hombre cauto como él.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-Goe2LR3xOh9e1mIQEF4avfREGbIfDMorhpsrFHtHSA91A2hYpJ-oBXgcB-stdTrGtGG0g0lMJqqXFayu11TgQWOiH1cHC6b0fLKH1LHnGMrU6XISINcqougfRnbn0nc8JCFWQPBoSos/s1600/423.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-Goe2LR3xOh9e1mIQEF4avfREGbIfDMorhpsrFHtHSA91A2hYpJ-oBXgcB-stdTrGtGG0g0lMJqqXFayu11TgQWOiH1cHC6b0fLKH1LHnGMrU6XISINcqougfRnbn0nc8JCFWQPBoSos/s400/423.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Easy Goer</td></tr>
</tbody></table>
Nacido del gran Alydar por Relaxing, una de las mejores yeguas que había tenido Phipps en su vida, el potrillo era un alazán tan perfecto físicamente, que ya desde su primer año de vida se habían empezado a tener grandes ilusiones en torno a él. A los dos, cuando hubo ganado dos clásicos de grupo 1 por destrozo en Nueva York, ya se lo catalogaba como el mejor potrillo desde Spectacular Bid; y cuando en el invierno de su tercer año de vida ganó el Gotham por 13 cuerpos en 1:32 2/5 para la milla -apenas a 1/5 de segundo del récord mundial de Dr. Fager-, todos creyeron que era la reencarnación de Secretariat. Llegó al Derby de 1989 como uno de los mayores favoritos en la historia de la competencia, y todo parecía suponer que por fin Phipps obtendría su tan ansiada victoria en la carrera.<br />
<br />
Sin embargo, la lluvia lo cambiaría todo. Pues corriendo sobre la única superficie sobre la que no se sentía a gusto -el fango de Churchill Downs-, Easy Goer sería derrotado en forma contundente por Sunday Silence, en una de las mayores sorpresas de la historia del Derby, para la enorme devastación de tres hombres: el ya veterano Ogden Phipps, que veía como nuevamente se le escapaba el Derby de las manos; de su hijo Dinny, cuyo potrillo Awe Inspiring también había corrido en la carrera, llegando tercero; y de un joven Shug McGaughey, que veía esfumarse la mayor posibilidad de ganar el Derby que probablemente fuera a tener en toda su vida.<br />
<br />
Phipps dejaría el mundo trece años después de aquella derrota, considerado uno de los mayores criadores en la historia hípica norteamericana, pero sin nunca más haber competido en el Derby.<br />
Y aunque su hijo Dinny tampoco volvería a Churchill Downs con un caballo propio por mucho tiempo, a él la carrera todavía le tenía preparados algunos nuevos momentos de derrota. Porque en 2010, en un hecho que guardaba una leve semejanza con el de su padre y Secretariat, el último de los Phipps tendría que ver como Super Saver, un potrillo que había decidido vender en 2006 cuando aún se encontraba en el seno de su madre, se convertía en el más reciente ganador del Kentucky Derby para sus nuevos dueños, el WinStar Farm.<br />
<br />
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***</div>
<br />
Finalmente, cuando parecía que ya su tiempo había pasado, y que tanto Dinny Phipps como su primo Stuart Janney III -hijo de Barbara Phipps- iban a convertirse en la tercera generación de la familia en no poder ganar la carrera de las rosas, llegaría la primavera del 2013. Y con ella un oscuro grandote y no muy apuesto, de nombre Orb, que por medio de una brillante arremetida en la recta final, se convertiría en el ganador de una de las ediciones más memorables en la historia del Kentucky Derby.<br />
<br />
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBAGz7sRe7Qw2CRs55zYitPtONIRTzk9_b3S8WKiiqAcKgVbC0soS3BrHOqCSYttgNAqP6lTBGxwnl9BunNo0Equ6jAf9yIL4GntiQc2QFSpcjnmF-r-d8XeLPKpbmDlhFrjVa84eGvFk/s1600/orbderby.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="347" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBAGz7sRe7Qw2CRs55zYitPtONIRTzk9_b3S8WKiiqAcKgVbC0soS3BrHOqCSYttgNAqP6lTBGxwnl9BunNo0Equ6jAf9yIL4GntiQc2QFSpcjnmF-r-d8XeLPKpbmDlhFrjVa84eGvFk/s400/orbderby.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Orb</td></tr>
</tbody></table>
Nadie sabe qué destino le aguardará en el correr de las próximas cinco semanas, cuando, primero en el Preakness y luego en el Belmont, Orb intente convertirse en el primer triple coronado de los últimos 35 años. Quizás, solo quizás, los dioses del turf se han cansado de hacernos esperar, y finalmente este sea el año; quizás él sea el que estuvimos esperando tanto tiempo.<br />
Eso no lo sabremos con certeza hasta el 9 de junio.<br />
<br />
Por ahora, lo único que podemos dar por seguro, es que para tres veteranos <i>turfmans </i>que desde pequeños han dedicado su vida al caballo de carreras, este oscuro grandote y desgarbado ha sido mucho más que un simple animal. Y que cuando, pasados los años, tanto Dinny Phipps, como Stuart Janney, o Shug McGaughey busquen en sus recuerdos, siempre podrán volver el tiempo atrás, a la mágica victoria del hijo de Malibu Moon bajo la lluvia de Churchill Downs el sábado pasado, y decir con orgullo las cinco palabras que todas sus vidas soñaron con decir: "Yo gané un Kentucky Derby".<br />
<br /></div>
Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-76990551151690005702013-05-02T20:10:00.002-03:002018-06-13T10:23:56.037-03:00Los doce de Cinzano: Carreras más emocionantes del siglo XXIComo imaginarán, la elección no fue nada sencilla, y tuve que dejar muchas grandes carreras afuera. En fin, después de muchas horas de pensarlo, estas son mis selecciones:<br />
<br />
<b>12- 2004 Woodward Stakes (GI): </b><br />
Ghostzapper iba a terminar ese 2004 ganando la Breeders' Cup Classic y consagrándose Caballo del Año, y Saint Liam haría exactamente lo mismo un año después. Pero mucho antes de todo eso, los dos cracks se enfrentarían en uno de los duelos más emocionantes de la década. Ghostzapper venía de ganar tres clásicos en forma consecutiva, todos ellos por márgenes colosales, y en su última actuación había obtenido uno de los Beyer Speed Figures más altos de la historia; Saint Liam, por su lado, había demostrado poseer talento a lo largo de su carrera, pero no sería hasta ese día en que se daría a conocer al mundo entero. Juntos, esa tarde ambos nos brindarían un espectáculo para el recuerdo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/2VCybECtk4M?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>11- 2006 Whitney Handicap (GI):</b><br />
El argentino Invasor (nº 2, chaquetilla azul) ya había ganado dos clásicos de Grupo 1 desde su llegada a los Estados Unidos, y se perfilaba como uno de los mejores caballos adultos del país. Pero en su primera actuación en Saratoga, considerado el cementerio de los elefantes, se vería las caras con un caballo llamado Sun King (9, negro), que ese día correría la carrera de su vida.<br />
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<br /></div>
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/6XiQnVrzj0c?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>10- 2007 Hollywood Gold Cup (GI):</b><br />
El ex- caballo de reclamos Lava Man (nº 8, casaca negra) había ganado las 2 últimas ediciones de la Gold Cup, y buscaba convertirse en apenas el segundo caballo en la historia en lograr 3 victorias en dicho clásico. Pero la leyenda californiana, que había cumplido 6 años de vida, distaba mucho de ser un caballo joven, y sus dos últimas derrotas así parecían confirmarlo. Sin embargo, aquel día, con todo el hipódromo alentándolo a viva voz, el corajudo castrado sacaría a relucir toda su guapeza.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/ze6uRBSzqMs?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>9- 2000 Breeders' Cup Classic (GI):</b><br />
Era el primer Classic del milenio, y todo el público esperaba ver al talentoso Fusaichi Pegasus (nº 9, sedas rojas y amarillas, gorra amarilla) retirarse como una leyenda ante uno de los lotes más renombrados de la historia de la carrera. La mayor amenaza parecía llegar desde el otro lado del océano, en la forma del irlandés Giant's Causeway (14, azul oscuro), que venía de ganar cinco carreras de Grupo 1 y era considerado el mejor caballo europeo del momento. Sin embargo, para cuando cayera el sol, la estrella no sería otro más que un tresañero californiano con el corazón más grande que el sol. Su nombre: Tiznow.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/knY07WPVYW8?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>8- 2009 Preakness Stakes (GI):</b><br />
Rachel Alexandra venía de ganar el Kentucky Oaks por más de 20 cuerpos, y ya por ese entonces era considerada una de las mejores potrancas en la historia del deporte. Pero ese día tendría que verse con Mine That Bird (nº 2, chaquetilla negra), el sorprendente y holgado ganador del Kentucky Derby, que estaba por demostrar que su victoria en la carrera más famosa del mundo no había sido casualidad.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/TD9AwA-N4EU?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>7- 2007 Belmont Stakes (GI):</b><br />
Por ese entonces, el gran Curlin solo había perdido una carrera en su vida, y ya había demostrado su enorme talento y guapeza al ganar el Preakness. Pero aún no había obtenido ninguno de sus 2 títulos de Caballo del Año, y en ese Belmont, intentaría consagrarse como la futura gran estrella del turf. Para eso, debía vencer a la talentosa potranca Rags To Riches, que llegaba de ganar 5 grupos 1 en forma consecutiva, y que trataría de romper un maleficio de 102 años al convertirse en la primera hembra en ganar la carrera desde que Tanya lo hiciera en 1905.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/4xhrOk7jjTI?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>6- 2005 Preakness Stakes (GI):</b><br />
Antes del Kentucky Derby de 2005, Afleet Alex (nº 12, casaca verde, gorra roja) era considerado un probable favorito para obtener la Triple Corona de ese año. Sin embargo, una sorprendente derrota en Churchill Downs lo iba a dejar fuera de carrera para este cetro. Sería apenas dos semanas después, el día del Preakness, en donde el bravo potrillo demostraría, mediante una de las muestras más grandes de atletismo y guapeza jamás vistas en una pista de carreras, todo lo que era capaz de hacer.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/KfFzODoD7YY?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<b>5- 2004 Belmont Stakes (GI):</b><br />
Las fantásticas victorias del invicto Smarty Jones en el Derby y el Preakness de 2004 lo habían convertido en una auténtica celebridad nacional, y para muchos expertos el pequeño potrillo de Pennsylvania era la reencarnación de Secretariat. De hecho, cuando llegó a Belmont Park para competir en el Belmont, escoltado por la policía y seguido por helicópteros de la prensa, todos pensaban que la hípica tendría su primer triple-coronado en 26 años. Más de 120.000 personas -récord de asistencia para cualquier evento deportivo en la historia de Nueva York- se congregaron en el hipódromo esa tarde de junio para verlo entrar en la historia, y cuando el alazán entró en la recta final con una ventaja de más de 3 cuerpos, muchos pensaron que iba a lograrlo. Sin embargo, el destino tenía otros planes.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/rpGvnQu1kSU?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<b style="text-align: left;"><br /></b></div>
<b>4- 2010 Breeders' Cup Classic (GI):</b><br />
De haber sido retirada después de su victoria en el Classic de 2009, Zenyatta ya hubiera tenido asegurado un lugar entre las mejores de la historia. Pero, en cambio, los dueños de la gran yegua negra decidieron retractarse de su decisión, y se decidieron a arriesgar su récord intacto al correrla un año más. El resultado: Zenyatta ganó 5 grupos 1 más ante hembras en 2010, y llegó al Classic de Churchill Downs invicta en 19 presentaciones. Ahora, no sólo intentaba convertirse en el segundo caballo -macho o hembra- en ganar dicha carrera dos veces, sino que también iba por acallar las críticas acerca de que no podía correr sobre arena natural. Y aquella noche, bajo las luces de un colmado Churchill Downs, "La Reina" del turf estaba por demostrarle al mundo por qué era la mejor yegua de la historia.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/_Et15M6wsPo/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/_Et15M6wsPo&source=uds"><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/_Et15M6wsPo&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></b></div>
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<b><br /></b></div>
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<b>3- 2009 Woodward Stakes (GI):</b></div>
Luego de un año en el que había ganado las 7 carreras en que había corrido, 4 de ellas de grupo 1 y dos ante los machos, casi todas por margenes desorbitantes, la fantástica Rachel Alexandra iba por ponerle el broche a la campaña más espectacular para una potranca de 3 años en la historia. La carrera: el Woodward Stakes de Saratoga, en donde enfrentaría a los machos adultos por primera vez en su carrera. Quienes estuvieron allí, concuerdan en que nunca las tribunas del hipódromo más legendario de Norteamérica vibraron tanto como aquella tarde.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/ysO_Fhc8Fpw/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/ysO_Fhc8Fpw&source=uds"><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/ysO_Fhc8Fpw&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
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<b>2- 2001 Breeders' Cup Classic (GI):</b><br />
Tiznow volvía por el doblete luego de su recordada victoria el año anterior. Pero eso era lo de menos. Porque una vez que el potrillo californiano y el irlandés Sakhee, propiedad del jeque Al Maktoum, entraron en la recta de Belmont Park, aquello se volvió mucho más que una carrera. Apenas dos meses después del 11 de setiembre, en una pista de la ciudad de Nueva York, un caballo estadounidense y otro propiedad de un jeque árabe entraron cabeza a cabeza en la recta. Sobran las palabras.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/H0QqdYJeCts?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<b>1- 2009 Breeders' Cup Classic (GI):</b></div>
La fecha era 7 de noviembre de 2009, y la mítica Zenyatta intentaba retirarse esa tarde invicta en 14 presentaciones y como la primer hembra en la historia en ganar la Breeders' Cup Classic. Ante ella: un lote de once machos que intentarían arruinarle el día, entre ellos el ganador del Kentucky Derby -Mine That Bird-, el del Belmont -Summer Bird-, y dos fantásticos europeos como Twice Over y Rip Van Winkle, más el múltiple ganador de grupo 1 Gio Ponti. La escena no podía ser más atractiva; y cuando se abrieron las gateras, una de las carreras más emocionantes de la historia tuvo lugar.<br />
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<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/ud_XPH6Eix4/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/ud_XPH6Eix4&source=uds"><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/ud_XPH6Eix4&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-8550910480982669602013-05-01T20:53:00.002-03:002014-05-26T18:32:22.475-03:00Recordando... Big Brown<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify;"><i>Corría el año 2008, y para principios de junio iban hacer treinta años desde que la hípica norteamericana no veía a un potrillo consagrarse triple-coronado. Cuando en marzo volví de unas largas vacaciones -sin Internet ni computadora-, me encontré con que el mundo hípico empezaba a encandilarse por el brillo de una nueva estrella: un potrillo con solamente dos carreras en su haber, que todavía no había competido en el ámbito jerárquico, y del que no se sabía siquiera si llegaría a integrar la gatera del Kentucky Derby. Un potrillo en el que, sin embargo, empezaban a vislumbrarse las destrezas de un verdadero campeón, y, por qué no, las de una posible leyenda. Un potrillo que, muchos decían, tal vez fuera digno de la legendaria Triple Corona.</i></span></div>
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<i>Cuatro años han pasado desde su inesperado retiro, y, aún hoy, a pesar de su trágico y recordado Belmont Stakes, la estrella del fantástico Big Brown continúa irradiándonos con su brillo.</i></div>
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Un zaino colorado con una pequeña mancha circular blanca bajo la paleta izquierda, Big Brown (Boundary y Mien, por Nureyev) nació a principios de 2005, y se crió en el Monticule Farm de Lexington, Kentucky. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9-Bsnf7H0Ms-yTYDVEl5b_yN9vZ0o0x57G0ABzdgYE9UmASSKHcZ3kDkS0rKDEUq7uMHQb7aPyGPM3m49CMDs272F6tDHfMX8EnkrKtF7R72SDBHsTgFDJ5E8SWwvMzyDYmGDEeaTkP8/s1600/_-Big-Brown-Haskell-2008-we.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9-Bsnf7H0Ms-yTYDVEl5b_yN9vZ0o0x57G0ABzdgYE9UmASSKHcZ3kDkS0rKDEUq7uMHQb7aPyGPM3m49CMDs272F6tDHfMX8EnkrKtF7R72SDBHsTgFDJ5E8SWwvMzyDYmGDEeaTkP8/s400/_-Big-Brown-Haskell-2008-we.jpg" height="318" width="400" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
Adquirido en abril de 2007 por U$S 190.000 por el empresario Paul Pompa, Jr. en las ventas de Keeneland para potrillos de 2 años en entrenamiento, el hijo de Boundary fue puesto bajo la tutela del cuidador Patrick Reynolds, con las esperanzas de que algún día pudiera convertirse en una aspirante al Kentucky Derby. Como pronto se vio, talento no le faltaba. </div>
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En setiembre de ese 2007 debutó en la pista de césped de Saratoga, ganando por increíbles 11 ¼ cuerpos sin derramar una gota de sudor bajo la monta de Jeremy Rose, y ya desde ese momento las ofertas no tardaron en llegar. De hecho, no fue mucho después que el ambiente se sacudió, cuando se supo que Pompa había aceptado vender el 75% de un potrillo que apenas había competido una vez al IEAH Stables por la suma de U$S 3 millones. Los nuevos dueños mayoritarios no tardaron en quitar al hijo de Boundary del establo de Reynolds, y pronto lo pusieron bajo el cuidado del polémico Rick Dutrow Jr., con el objetivo de que el potrillo pudiera llegar a competir al año siguiente en el histórico Kentucky Derby (Gr, 1).</div>
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Sin embargo, numerosos contratiempos, sobre todo lesiones en sus cascos delanteros, evitarían que Big Brown volviera a correr por el resto del 2007, y el potrillo de los 3 millones de dólares no tardó en caer en el olvido, muy por debajo en la lista de probables favoritos para la "carrera de las rosas". Pero eso no iba a ser por mucho tiempo.</div>
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Para la primera semana de marzo de 2008, el zaino volvía a encontrarse en buen estado, y así lo demostraban sus trabajos matutinos en el sur de Florida. Dutrow, convencido de que tenía bajo su cuidado un serio aspirante para el Derby, pero consciente a su vez de que empezaba a quedarse sin tiempo para obtener las ganancias suficientes para “clasificar” a la histórica carrera, decidió anotarlo en una condicional sobre 1600 metros en la arena de Gulfstream Park. Era un movimiento audaz, dado que el hijo de Boundary no competía en mucho tiempo, y que su única carrera hasta la fecha había sido en la grama; pero Big Brown no decepcionó, y montado por el experimentado Kent Desormeaux, se alejó con gran facilidad de sus rivales en la recta, para ganar por 12 cuerpos y obtener un muy buen Beyer Speed Figure de 104.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDVkX4IWlwPrV-ZNgv3O6STe_-O_C432-7p4jRPZGFmxl1ibaSmJ2DMPQ8tTwl_bkIvCRD6c9l8v1ugUIcJH5pFvzr30OSd4Xs7Il0MNP7MI6Zdd-V4u6qtByhL9XPO05Ylme_acsb3iU/s1600/FLORIDA%252520DERBY%252520GULFSTREAM%252520PARK%25252032908%252520bigbrown.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDVkX4IWlwPrV-ZNgv3O6STe_-O_C432-7p4jRPZGFmxl1ibaSmJ2DMPQ8tTwl_bkIvCRD6c9l8v1ugUIcJH5pFvzr30OSd4Xs7Il0MNP7MI6Zdd-V4u6qtByhL9XPO05Ylme_acsb3iU/s400/FLORIDA%252520DERBY%252520GULFSTREAM%252520PARK%25252032908%252520bigbrown.jpg" height="266" width="400" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
Pronto, no había una persona en el mundo hípico que no estuviera hablando sobre él.</div>
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En una generación sin grandes figuras, el colorado del "botón" blanco en la paleta, que aún no había competido en el ámbito jerárquico y que necesitaba sí o sí de una victoria en el Florida Derby (Gr. 1) para poder ser uno de los 20 participantes del Kentucky Derby (Gr. 1), no tardó en catapultarse a lo más alto de las listas de favoritos de la mayoría de los expertos para el primer sábado de mayo. Y cuando, solamente 25 días después de aquella victoria en Gulfstream, Big Brown cruzó el disco del Florida Derby (GI) 5 cuerpos por delante de Smooth Air y de orejitas paradas, obteniendo un Beyer Speed Figure de 106, el favoritismo se tornó en algo casi prohibitivo. </div>
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Pocos eran los expertos que se animaban a buscarle "contras", porque resultaba obvio que no había potrillo en toda la generación con un talento similar al suyo. Sin embargo, los pocos que sí lo hacían, mencionaban que no sería otro caballo el que lo derrotaría a Big Brown, sino la propia falta de experiencia del pupilo de Dutrow. Ningún potrillo con tres o menos carreras previas al Derby había ganado la carrera desde 1915, y hasta la fecha solo habían sido cuatro los invictos en ganar la carrera. Por si esto fuera poco, el sorteo de partidores le deparó al hijo de Boundary el número 20, el más alejado de la baranda anterior y considerado como la peor posición de largada en la carrera; de hecho, solo un caballo en la historia de la carrera había vencido luego de largar en esa posición, y esto en la edición de 1929.</div>
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Sin embargo, no había nada que hiciera mermar la confianza de Dutrow, que por momentos era casi despreciativo para con los otros 19 potrillos. Y es que además de que las tabuladas y los números del nieto materno de Nureyev eran muy superiores a los del resto, los expertos pudieron constatar que tampoco parecía haber otro potrillo que se moviera mejor que el en las mañanas. Big Brown parecía flotar por sobre la arena de Churchill Downs en esos días previos al Derby, y cuando a falta de pocas horas para la carrera Dutrow expresó que "aún no he visto un caballo capaz de vencerlo", pocos se animaron a llevarle la contra.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgv091xiAyLANh25BB14wfABYZzu8KRP5zo7TdN2uvx8MIrBQ-cGl3XvIdcyY47MLvJcdojRTEXRNzChVg5_0hkdNGranZ1nOKIFL2qZmbLVaJ8wCtXq_DDyBK9gmmVdrk73aYVPK_eWXE/s1600/apderby135-744634.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgv091xiAyLANh25BB14wfABYZzu8KRP5zo7TdN2uvx8MIrBQ-cGl3XvIdcyY47MLvJcdojRTEXRNzChVg5_0hkdNGranZ1nOKIFL2qZmbLVaJ8wCtXq_DDyBK9gmmVdrk73aYVPK_eWXE/s400/apderby135-744634.jpg" height="361" width="400" /></a><br />
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Big Brown salió aquella soleada tarde de principios de mayo a la pista de Churchill Downs como uno de los mayores favoritos en la historia de la carrera. Y para cuando los "dos minutos más emocionantes en el deporte" hubieron terminado, su estatus de campeón no parecía haberse más que agrandado. Conducido excelentemente por Kent Desormeaux, el hijo de Boundary tuvo el trayecto soñado, y a poco de entrar en la recta final se alejó de sus rivales con extrema facilidad, para cruzar el disco de la carrera más famosa del mundo 4 ¾ cuerpos por delante de la potranca Eight Belles y el resto de los 18 competidores. Su Beyer Speed Figure de 109 fue significativamente menor que el 116 obtenido por Monarchos en la edición del 2001, pero con una diferencia: Big Brown ni siquiera estaba resoplando al terminar la carrera.</div>
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Que todavía se podía ganar más fácilmente que eso, el hijo de Boundary lo iba a demostrar dos semanas después, el día del Preakness Stakes (Gr. 1), la segunda gema de la Triple Corona. Llegó a la carrera precedido de un aura de leyenda y con un favoritismo superior al que había sabido ostentar en el mismo clásico el mítico Secretariat en 1973; y, nuevamente, no decepcionó.</div>
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Corriendo cerca de los líderes durante todo el trayecto, Big Brown tomó la punta al ingresar en la recta de Pimlico ante un imperceptible movimiento de manos de Desormeaux. Cuatro segundos después, ya llevaba 5 cuerpos de ventaja sobre su más cercano escolta, el bueno de Macho Again, que dejaba el alma para mantener el ritmo de un potrillo que parecía llegado de otra galaxia. Primero una, y luego otra vez Desormeaux miró por debajo de su brazo para asegurarse de que la carrera estaba liquidada, y a falta de 100 metros para el disco ya estaba frenando a su conducido, que recorría los últimos tramos de la carrera de orejas paradas, al tiempo que el relator Tom Durkin exclamaba shockeado <i>"¡Nadie nunca ha llegado siquiera cerca de Big Brown!". </i></div>
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El segundo escalón estaba superado, y solo quedaba un paso para la gloria eterna. Pero, ¿se podía ganar la Triple Corona tan fácilmente?</div>
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Esa era la pregunta que nos hacíamos todos los aficionados durante las semanas previas a aquel recordado Belmont Stakes (Gr. 1) de 2008. Caballos fantásticos como Smarty Jones, Point Given, Barbaro o Afleet Alex habían arañado la gloria y dejado el corazón en la pista, solo para quedarse a un par de escalones de la cima del Olimpo. Ahora parecía que Big Brown, casi sin esfuerzo alguno, lograría obtener una corona que apenas meses atrás muchos expertos habían llegado a catalogar de imposible de ganar. "Este potrillo es realmente algo especial" dijo después de terminado el Preakness el ex-jinete Steve Cauthen, el último en ganar la Triple Corona a bordo de Affirmed en 1978. Y Paddy Gallagher, cuyo pupilo Yankee Bravo había llegado décimo del hijo de Boundary en dicha carrera, llegó incluso a expresar que "probablemente va a ganar el Belmont por más cuerpos que Secretariat". Tal era la confianza que se le tenía al nieto de Nureyev para obtener un cetro al que muchos llaman "el trofeo más esquivo de todos los deportes". Hoy, pasados los años, no me caben dudas de que, si todo hubiese con normalidad en esas tres semanas entre el Preakness y el Belmont, Big Brown lo hubiese logrado.</div>
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Sin embargo, el destino tenía otros planes.</div>
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Seis días después del Preakness, Dutrow detectó una pequeña rajadura en el vaso de la mano izquierda de Big Brown. Ian McKinlay, especialista en vasos, no tardó en reparar el problema, y a pesar de que Big Brown había estado tres días sin entrenar, Dutrow y los allegados del potrillo pronto negaron que la pequeña rajadura fuera a tener alguna influencia en la carrera. Por varios días, sin embargo, las dudas inundaron al mundo hípico.</div>
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Pero a medida que el Belmont se fue acercando las noticias sobre el estado de Big Brown empezaron a ser cada vez más alentadoras, y pronto todo volvió a la normalidad. Cuando llegó el día, todo parecía indicar que, finalmente, y exactamente 30 años después, el mundo volvería a ver a un potrillo obtener la Triple Corona.</div>
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Sin embargo, desde que se abrieron las gateras aquel recordado 13 de junio de 2008, todo lo que podía salir mal salió mal.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivF-1x8CmkEa3KI7DTkR8HUzq-Mb4OpN5xF9bZMubi-9KxlG5myG72EgGzDhRVIxBMehZKdGNYN0bOwhUFoqH-gLrHo9KQF5WD-Ra_gZMDiCPMEqlneGBxdPAGkoaasHGT6ANBN_iQtkw/s1600/big-brown-belmont-contender.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivF-1x8CmkEa3KI7DTkR8HUzq-Mb4OpN5xF9bZMubi-9KxlG5myG72EgGzDhRVIxBMehZKdGNYN0bOwhUFoqH-gLrHo9KQF5WD-Ra_gZMDiCPMEqlneGBxdPAGkoaasHGT6ANBN_iQtkw/s400/big-brown-belmont-contender.jpg" height="257" width="400" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
Ya desde la largada se podía ver que Big Brown, que había partido desde la baranda interior, no corría tan tranquilamente como de costumbre. Desormeaux intentaba visiblemente apaciguar al potrillo, que a los pocos metros de largar tuvo un pequeño tropiezo con las patas traseras del puntero Da'Tara. Luego intentó separarlo de la baranda, y cuando trataba de guiarlo por afuera, el caballo, perceptiblemente tenso, volvió a tocar sus cascos delanteros, esta vez contra las patas traseras de Tale Of Ekati. Después, por un breve período de tiempo, todo transcurrió con cierta tranquilidad.</div>
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Pero ya en el último codo, faltando 600 metros para el disco, cuando ya se veía claramente que Big Brown no respondía a los estímulos de su jinete, todos supimos que algo andaba horriblemente mal. El supuesto caballo perfecto no encontraba los suficientes restos para mantener el ritmo del desconocido Da'Tara, y mucho menos para acercársele. Desormeaux se movía desesperado arriba del potrillo, pero Big Brown estaba tercero, a 4 cuerpos del puntero, y parecía exhausto. Pronto se vio que los que venían desde el fondo lo empezaban a sobrepasar, y fue entonces cuando sucedió lo impensado: Desormeaux, a pocos metros de entrar en la recta final de la carrera más importante de su vida, frenó a Big Brown. Y mientras Da'Tara cruzaba el disco del Belmont Stakes (GI) más de 5 cuerpos por delante de Denis Of Cork y seis otros potrillos de 3 años, el hijo de Boundary recorría la recta a paso cansino, más de trescientos metros por detrás. Nuevamente, los sueños de Triple Corona habían llegado a su final menos esperado.</div>
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<span style="font-family: inherit;">Muchas son las cosas que se dijeron de ese día, pero poco se supo. Desormeaux nunca dejó de expresar que sintió que "no tenía caballo", y que por lo tanto decidió no arriesgarlo a lesionarse. Él, más Dutrow, que durante toda la Triple Corona se había ido convirtiendo en una especie de boxeador bravucón, y que había llegado incluso a admitir haber usado esteroides en Big Brown, fueron masacrados por la prensa y el público, y acusados de la derrota del potrillo.</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8woJEneSjPImMdmuPi_ZxzSmiJVFfpma5N8zAoYT1dIuu-C-KmH0hldh7hPtNe3zDwfp-CLOnGefszFAaB2aOnBPtOrbQYRDs_LOFwweKl0joybGkKQSI1YgyOAUvbyEyNORdDyt2U5s/s1600/original.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8woJEneSjPImMdmuPi_ZxzSmiJVFfpma5N8zAoYT1dIuu-C-KmH0hldh7hPtNe3zDwfp-CLOnGefszFAaB2aOnBPtOrbQYRDs_LOFwweKl0joybGkKQSI1YgyOAUvbyEyNORdDyt2U5s/s400/original.jpg" height="303" width="400" /></a><span style="font-family: inherit;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;">Big Brown corrió sólo dos veces más luego del Belmont, pero nunca volvió a exhibir el brillo de sus tardes más gloriosas. Dos meses después de la primera derrota de su carrera, ganó el prestigioso Haskell Invitational (Gr. 1) en Monmouth Park, pero tuvo que esforzarse al máximo para doblegar al modesto Coal Play en los últimos metros. Y un mes después, en la que sería la última actuación de su campaña, venció por apenas un pescuezo a Proudinsky en el Monmouth Stakes, corrido sobre 1800 metros en el césped. </span><span style="font-family: inherit;">Al poco tiempo de esa victoria, cuando ya se especulaba de una épica carrera contra el "Caballo del Año" Curlin en la Breeders' Cup Classic (Gr. 1) de Santa Anita Park, Big Brown se lesionó uno de sus vasos traseros durante un entrenamiento, y se anunció su retiro permanente de las pistas. Hoy en día, se encuentra prestando servicios en el prestigioso Three Chimneys Farm de Lexington, Kentucky.</span></span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Se retiró con 7 victorias en 8 presentaciones, 4 de ellas de Grupo 1, y como uno de apenas cuatro potrillos en ganar el Kentucky Derby (GI) y el Preakness Stakes (GI) en forma invicta. Y a principios de 2009 se le entregó el premio de "Mejor Potrillo de 3 Años" de la temporada 2008 casi en forma unánime.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Pero más allá de los números y los trofeos, lo que Big Brown dejó atrás en aquella inolvidable Triple Corona fue una demostración de talento pocas veces visto en una pista de carreras, y la certeza de que, de haber corrido más, nada lo hubiera alejado de la gloria eterna. </span></div>
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<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Yo te recuerdo, Big Brown.</span></div>
<span lang="ES-UY" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-UY;"><br /></span></div>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2205878981840245993.post-72157789518380394402013-04-29T21:58:00.002-03:002013-05-05T13:31:47.880-03:00Recordando... Winter Memories<div style="text-align: justify;">
Una reciente publicación de la fotógrafa Barbara Livingston en su blog del <i>Daily Racing Form </i>ha hecho revivir en mi memoria a una de las yeguas más fantásticas que he tenido la dicha de ver correr. Su nombre, Winter Memories.</div>
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<a href="http://www.bloodhorse.com/images/content/WinterMemoriesGardenCity2011_5AC298.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img border="0" src="http://www.bloodhorse.com/images/content/WinterMemoriesGardenCity2011_5AC298.jpg" /></a>Parece mentira pensar que nunca más veré su grácil y hermosa silueta blanca volar por la recta de un hipódromo, varios cuerpos por delante de sus rivales y alejándose a voluntad con cada brazada, como si fuera un fantasma burlándose de un lote de meros purasangres. Más de nueve meses han pasado desde su última presentación en el Diana Stakes (GI) de Saratoga, y cada vez me convenzo más de que será imposible presenciar un caballo tan especial como lo fue en sus días de corredora aquella potranca de pelajo ruano, cabeza alargada y talento sobrenatural. Y aunque ahora su "trabajo" sea otro, y a pesar de que es muy improbable de que alguno de sus hijos sea la mitad de lo que ella fue, esas "memorias del invierno" serán difíciles de olvidar.</div>
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La primera vez que la vi correr fue un 3 de octubre de 2010, el día de su segunda carrera y debut clásico, en los 1700 metros del Miss Grillo Stakes (GIII), clásico reservado para potrancas de 2 años sobre el césped de Belmont Park. Era la gran favorita de la carrera, no sólo por su pedigree (era una hija del versátil El Prado por la múltiple ganadora de Grupo 1 en el pasto Memories Of Silver), sino porque también venía de debutar ganando en forma espectacular sobre la grama de Saratoga apenas un mes antes. Y a pesar de que largó penúltima a varios de la puntera, y de que tuvo que doblar el codo a seis cuerpos de la banda interior, unos pocos metros le iban a bastar para demostrar que, al igual que sus padres, ella también podía correr.</div>
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Entrando en la recta final José Lezcano la urgió apenas un poquito con los brazos, y antes de que el relator Tom Durkin pudiera siquiera darse cuenta, ya le había sacado 4 cuerpos de ventaja a su más cercana escolta; así, en dos o tres segundos y como quien no quiere la cosa. A partir de allí, galopó los últimos metros a voluntad, pero igualmente alejándose cada vez más de sus rivales, para llegar al disco 5 1/4 cuerpos al frente y dejarme con la mandíbula colgando: no recordaba haber visto una aceleración similar desde los tiempos de Rock Of Gibraltar.</div>
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<a href="http://www.darbydan.com/Domains/www.darbydan.com/CMSFiles/Images/WinterMemories_2012Diana_400x388.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" height="310" src="http://www.darbydan.com/Domains/www.darbydan.com/CMSFiles/Images/WinterMemories_2012Diana_400x388.jpg" width="320" /></a></div>
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Obviamente, no fui el único que consideró que aquella potranca era algo especial. Porque el día de su siguiente carrera, la Breeders' Cup Juvenile Fillies Turf (GII) sobre 1700 metros en Churchill Downs, Winter Memories partió como la enorme favorita del público apostador. Sin embargo, la decepción sería mayúscula, pues una gran conducción de Garrett Gómez a bordo de la potranca More Than Real determinaría que la hija de Memories Of Silver -que, hay que decirlo, tampoco tuvo su mejor tarde- tuviera que contentarse con el segundo lugar, derrotada sin excusas.</div>
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Volvió en 2011 para ganar el Appalachian Stakes (GIII) por apenas un pescuezo ante la desconocida Dos Lunas, en una actuación que hizo que muchos dudaran de que realmente fuera una yegua de primer nivel. Sin embargo, una fácil victoria en el Sands Point Stakes (GII) en Saratoga calmaría los ánimos, y prepararía al público para su siguiente performance. Porque el Lake George Stakes (GII), corrido sobre 1700 metros en el pasto de Saratoga, sería la actuación que posicionaría a la hija de El Prado como una yegua de cualidades excepcionales. Última de seis durante todo el trayecto y luego de tropezar poco antes de entrar en la recta, faltando 300 metros parecía que sería un milagro si Winter Memories siquiera llegaba entre las tres primeras. Pues bien, 100 metros antes del disco, la carrera ya estaba liquidada.</div>
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Una vez que José Lezcano la abrió al entrar en la recta, y sin recibir un solo fustazo, la nieta materna de Silver Hawk se propulsó hacia la delantera como impulsada por un cohete, pasando a sus cinco rivales (entre ellas More Than Real) en apenas 200 metros, y recorriendo los últimos 100 de orejas paradas y frenada por su jinete, mientras se iba alejando lo suficiente como para llegar al disco con 4 1/2 cuerpos de ventaja. Si no fue una la actuación más espectacular de todo aquel año en Saratoga, pegó en el palo.</div>
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Tal vez por lo impresionante de aquella victoria, fue que la contundente derrota de la ruana en su siguiente carrera, el Lake Placid Stakes (GII), resultó tan sorprendente. José Lezcano nunca la tuvo bien posicionada, y al entrar en la recta la llevó hacia la baranda interior, la peor parte de la pista ese día lluvioso. El resultado: la hija de Memories Of Silver llegó al disco cuarta, a más de 3 cuerpos de la ganadora Hungry Island. Sería una actuación que le costaría muy cara a Lezcano, que no volvería a montar a la potranca.</div>
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<a href="http://www.drf.com/sites/default/files/u39/Winter%20Memories%20(second).6-9-12.BL%202.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="286" src="http://www.drf.com/sites/default/files/u39/Winter%20Memories%20(second).6-9-12.BL%202.jpg" width="400" /></a>Javier Castellano tomaría la monta de la potranca para su siguiente carrera, el Garden City Stakes (GI) sobre 1800 metros en Belmont Park. Y faltando poco más de cien metros metros para el disco de aquella competencia, las cosas no parecían ir muy bien para el látigo venezolano tampoco. Winter Memories, que había tenido incontables tropiezos a lo largo de la recta opuesta, se encontraba última de ocho y detrás de un muro de potrancas en media recta, en una situación que era incluso peor que la del Lake George. 150 metros faltaban para el final, cuando por fin Castellano logró abrirla y dejarle espacio para correr. Lo que vendría a continuación, sería una de las mejores arremetidas que he visto en mi vida.</div>
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Winter Memories no tuvo ni siquiera que ser impulsada por los brazos del jinete venezolano; apenas tuvo lugar, cambió de mano, y despegó como si recién hubiesen largado. Cada una de sus brazadas contaba por dos o tres de las de sus rivales, y mientras el relator Durkin exclamaba: "¡Es como una bala gris!", la hija de El Prado iba dejando a sus rivales atrás una por una. Antes de que siquiera tomara la punta, cuando le quedaba aún por pasar a la puntera Theyskens' Theory, Castellano ya la estaba frenando. Llegó al disco con un pescuezo de ventaja, cuando apenas 10 segundos antes parecía que iba a recibir la derrota más contundente de su campaña. Aún hoy, pasados ya dos años, el simple hecho de ver la repetición de la carrera me pone la piel de gallina.</div>
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<a href="http://www.drf.com/sites/default/files/u39/winter%20memories%2017x22.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://www.drf.com/sites/default/files/u39/winter%20memories%2017x22.jpg" width="247" /></a>Winter Memories terminaría ese 2011 con un decepcionante cuarto puesto en el Queen Elizabeth II (GI) de Keeneland, y pasarían casi siete meses hasta su siguiente actuación, una fácil victoria en el Beaugay Stakes (GIII) de 2012 en Belmont Park. Luego, tendría que contentarse con un segundo puesto ante la puntera Tapitsfly en el Just A Game Stakes (GI), sobre un césped de Belmont Park que esa tarde claramente favorecía la velocidad.</div>
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Finalmente, en la que sería úlitima carrera, el Diana Stakes (GI) de Saratoga, Winter Memories, aunque ya sin el mismo brillo de otras tardes, se las ingeniaría para pasar a Tapitsfly en la recta y aguantar el embate de la irlandesa Dream Peace para ganar por 1 1/2 cuerpos. </div>
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Al poco tiempo se anunciaría su retiro de las pistas por una enfermedad crónica en sus huesos.</div>
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Ganó 8 de 12 carreras, 2 de Grupo 1 y 5 más de plano jerárquico, y se retiro con U$S 1.268.100 en premios. Y aunque no fue campeona en ninguna de sus tres temporadas, de que solo compitió en el césped y nunca sobre una distancia que no estuviera entre los 1600 y 1800 metros, siempre se la recordará como una de las pasteras más excepcionales del turf norteamericano. No habrá películas ni libros en su nombre, y es poco probable que quienes no la vieron correr jamás escuchen su nombre. Sin embargo, esa pequeña yegua ruana de increíble aceleración y enorme guapeza vivirá por siempre en la memoria de quienes la vimos correr. Yo te recuerdo, Winter Memories..</div>
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Cinzanohttp://www.blogger.com/profile/00515989119143328874noreply@blogger.com0