12- Spend A Buck (1985):
El gran favorito de aquel Derby era el talentoso Chief's Crown, que desde los 2 años era considerado uno de los mejores caballos desde Secretariat. Pero cuando el fantástico Spend A Buck se hiciera con la punta de la carrera, demostraría que el líder indiscutido de aquella generación era él.
11- Seattle Slew (1977):
Parecía que el invicto y favorito Seattle Slew (partidor 3, chaquetilla negra y amarilla) había perdido aquel Derby antes de llegar a las gateras, tal era el grado de nerviosismo que había demostrado durante la previa. Y cuando el potrillo -que en todas sus carreras previas había corrido en la punta- largó último, dio la sensación de que sus posibilidades definitivamente se habían terminado. Sin embargo, mediante una increíble arremetida contra la baranda interior en el primer tramo de la carrera, el oscuro lograría recuperar los 5 cuerpos perdidos con respecto al puntero For The Moment en menos de 300 metros, posicionándose en el segundo lugar antes de que hubieran pasado el disco por primera vez. Para cuando entraran en la recta, la carrera ya estaría liquidada en su favor.
Dos semanas antes de su trágico Preakness, el fantástico Barbaro se llevaría uno de los Derbys más memorables de nuestros tiempos, venciendo a un talentoso lote por casi 7 cuerpos -el márgen de victoria más amplio en 60 años-, y corriendo los últimos 400 metros de la carrera en el mejor tiempo desde Secretariat. Sería apenas el cuarto invicto en ganar el Kentucky Derby en toda la historia.
9- Alysheba (1987):
Con los años, Alysheba se convertiría en el caballo favorito de Norteámerica. Pero cuando llegó a aquel Kentucky Derby de 1987, el hijo de Alydar apenas había ganado una carrera en su vida, casi 8 meses atrás.
Por si esto fuera poco, faltando apenas 400 metros para el disco en la carrera de las rosas, el potrillo tropezó gravemente con las patas del puntero Bet Twice, quedando su hocico a apenas unos centímetros de la arena de Churchill Downs y casi que provocando una catástrofe. Sin embargo, una vez que el valiente zaino logró reponerse, su leyenda empezaría a nacer.
8- Charismatic (1999):
Tres meses antes del Derby, Charismatic ni siquiera era el favorito en una carrera de reclamos de Santa Anita, y el ultra-talentoso pero problemático jinete Chris Antley recién volvía a competir, luego de pasar dos años alejado de las pistas como consecuencia de sus múltiples adicciones. Sin embargo, para el primer sábado de mayo, ambos se convertirían en los sorprendentes ganadores de la carrera más prestigiosa del país, comenzando lo que sería una de las Triple Coronas más recordadas y trágicas de los últimos tiempos.
7- Mine That Bird (2009):
21 horas fue lo que llevó al desconocido entrenador Chip Woolley trasladar a su pequeño castrado Mine That Bird desde Nuevo Mexico hasta Churchill Downs, donde el potrillo correría el Kentucky Derby. Woolley había hecho el trayecto tirando de un pequeño trailer con su camioneta y frenando cada tanto para tomarse un café en alguna estación del camino, con la única ilusión de poder competir en la carrera de las rosas, pues era consciente de que las chances de victoria de su pupilo eran casi nulas. Lo que nunca supo, fue que aquel sábado de principios de mayo, sobre el fango de Churchill Downs, Mine That Bird llevaría a cabo una de las mejores actuaciones en la historia del Kentucky Derby, convirtiéndose además en la segunda mayor sorpresa en la historia de la carrera.
6- Cañonero II (1971):
Comprado por la magra suma de U$S 1200 en los Estados Unidos, Cañonero II se convirtió en una estrella corriendo en Venezuela, antes de que su dueño decidiera correrlo en la carrera más famosa del mundo. Sin embargo, su viaje desde Sudamérica a Louisville se convertiría en una verdadera odisea. Pues luego de que los dos primeros vuelos en los que se subiera el potrillo tuvieran que volver a Venezuela por desperfectos mecánicos, cuando finalmente Cañonero pudo viajar -en un vuelo lleno de patos y gallinas-, un problema de papeleo lo mantendría varado en el aeropuerto de Miami por 4 días, haciéndole perder más de 30 kilos. Por si esto fuera poco, ni bien que fue dejado libre, el potrillo tuvo que soportar un traslado de 20 horas y 900 millas hasta Churchill Downs, en un trailer conducido por su entrenador Juan Arias y su peón Juan Quintero, para llegar al hipódromo con apenas una semana para la carrera.
Y a pesar de que durante los días previos sus trabajos lo convirtieran en el hazmerreír del lugar, una vez que se abrieran las gateras el día de la carrera, el desgarbado potrillo demostraría que la guapeza es lo último que se pierde.
5- Affirmed (1978):
Fue el clásico duelo de la estrella del este contra la del oeste, como lo había sido con Swaps y Nashua un par de décadas atrás. Affirmed y Alydar ya se habían enfrentado más de una vez a los 2 años, pero desde que cumplieron 3, sus caminos se habían separado, y ambos habían demostrado que sólo entre ellos se podían vencer. De enero a mayo de 1978, Affirmed y su célebre jinete adolescente Steve Cauthen destrozarían a todo lo que se les pusiera enfrente en la costa oeste, mientras que el gran Alydar hacía exactamente lo mismo del otro lado del país. Pero para cuando el primer sábado de mayo ambos se cruzaran en Churchill Downs, ante la expectante mirada de toda la nación, solo uno de ellos podría llevarse la victoria.
4- Genuine Risk (1980):
La fantástica Genuine Risk ganado sus primeras seis carreras ante hembras a las risas, y ya se la consideraba una de las mejores yeguas de los últimos tiempos. Pero en el que fuera su primer enfrentamiento ante los machos, la alazana llegaría tercera en el Wood Memorial ante el favorito para el Derby de aquel año, Plugged Nickle. Sin embrago, dos semanas después, la historia sería otra. Pues la potranca tomaría la punta en el Kentucky Derby a falta de 400 metros, y guapearía de allí hasta el disco, para convertirse en la primer hembra en ganar la carrera en 65 años.
3- Unbridled (1990):
La victoria del gran Unbridled en el Kentucky Derby de 1990 no fue la más sorprendente, ni la más espectacular. Fue el relato de la carrera que le hizo el entrenador Carl Nafzger a la propietaria del potrillo, Frances Genter -que contaba con 93 años y no podía ver lo que sucedía-, lo que lo convirtió en uno de los momentos hípicos más recordados de todos los tiempos. (El primer video es la carrera, y el segundo el relato de Nafzger).
2- Ferdinand (1986):
Lamentablemente, el fantástico Ferdinand siempre será recordado por su muerte en un frigorífico japonés en 2002. Pero en sus días de corredor, el hijo de Nijinsky fue uno de los mejores caballos de la década de los '80. De hecho, su gran victoria en el Churchill Downs en 1986 no sólo convertiría al legendario Bill Shoemaker en el jinete más longevo en ganar el Derby -con 54 años-, sino que le daría su primera victoria en la carrera al también mítico Charlie Whittingham, que ya por ese entonces era considerado por muchos como el mejor entrenador de la historia hípica norteamericana.
A veces, cuando pienso en la historia de Ferdinand, y en su trágico final, me pregunto qué hubiera hecho el trabajador japonés que lo mató, de haber sabido acerca de los cientos de miles de personas a los que aquel caballo había hecho feliz. Y como nunca puedo encontrar una respuesta, lo único que hago en esos momentos es intentar convencerme de que, en esos últimos momentos de tragedia, la mente de Ferdinand vagaba por el pasado, muy lejos de allí, recordando la mágica tarde tantos años atrás, en que había ganado la carrera más famosa del mundo.
1- Secretariat (1973):
Antes del Wood Memorial de 1973, Secretariat era considerado una fija para llevarse el Derby de aquel año, y no eran pocos los que ya estaban hablando de Triple Corona. Sin embargo, su impactante derrota en el "Wood" levantaría un mar de dudas en torno a su estado físico, y muchos empezarían a dudar de que, siendo un hijo del veloz pero poco resistente Bold Ruler, aquel alazán pudiera ganar sobre la carrera de las rosas.
Sin embargo, para el día de la carrera, el potrillo respondería a todas las críticas. Pues corriendo desde el fondo del lote, iría ganando posiciones como una locomotora durante todo el trayecto, corriendo cada uno de sus parciales más rápido que el anterior (25 1/5, 24, 23 4/5, 23 2/5 y 23), y llegando al disco primero, en un increíble tiempo récord de 1:59 2/5 que continúa vigente al día de hoy.
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